El terror y el culto es algo que ha ido de la mano desde la propia existencia del género, y no solo es hegemonía del género de los años setenta y ochenta (que es cuando la etiqueta en sí toma más protagonismo). Tan solo hay que echar un ojo a los primeros hitos del horror en el cine, los cuales lograrían esa clasificación por toda la influencia que supusieron y el indiscutible legado que generaron para con cineastas y corrientes posteriores.
Ya en los tempranos años veinte, 'El gabinete del doctor Caligari' y 'Nosferatu' no solo son los dos grandes tótems del terror que pocos se atreven a cuestionar, sino que pasan a ser objeto de merecido culto que, a casi un siglo de su existencia, permanece impasible al paso del tiempo. Una década más tarde, y casi siempre asociándose a lo que se pasaría a entender como serie B, los otros films de género adscritos a dicha categoría llegarían de la mano de cineastas como Tod Browning o James Whale, quienes con 'La parada de los monstruos' y 'El doctor Frankenstein' sientan cátedra en cuanto a la concepción del terror en pantalla se refiere.
Obras imperecederas
La etapa de la Universal será la que empiece a dar sus primeros frutos en cuanto a éxitos, y mientras que 'La legión de los hombres sin alma' de Victor Halperin pasa a formar parte de este selecto grupo de obras de culto pioneras en el género, será en los años cuarenta cuando éstas empiecen a proliferar.
En el presente especial, y a modo de cierre histórico sobre el repaso de los títulos de culto que han marcado la historia del género a través de las décadas, escogemos las diez películas que desde 1941 a 1958 acabaron por ser historia del terror, y que pese a que aún no hayan conseguido ser consideradas como clásicos (algunas de ellas, lo son por definición propia, como el caso de 'El hombre lobo' o 'La mujer y el monstruo' de la Universal), han trascendido y sido de tal influencia que merece la pena rescatarlas.
Terror de culto de los 40 y 50
'El hombre lobo'
Año: 1941.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Dirección: George Waggner.
En plena etapa del terror clásico de la Universal, a principios de la década de los cuarenta llegaba uno de los monstruos que se convertirían en míticos del género. Se unía así a Drácula, la criatura de Frankenstein, la momia y demás villanos, el hombre lobo interpretado por Lon Chaney, Jr., el cual pasaría a ser icono revisionado en varias ocasiones y que originaría varias secuelas.
'Yo anduve con un zombie'
Año: 1943.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Dirección: Jacques Tourneur.
Pese a que Victor Halperin se adelantase a Tourneur en lo que a las primeras representaciones del zombi en el cine se refiere con 'La legión de los hombres sin alma', fue en esta producción de Val Lewton con la que el subgénero empezaría a sentar unas bases sólidas, construyéndose a partir de los mitos del vudú haitiano y sirviendo como crítica velada al colonialismo.
'La torre de los siete jorobados'
Año: 1944.
Nacionalidad: España.
Dirección: Edgar Neville.
Basada en una novela de Emilio Carrere, esta producción de mediados de los cuarenta se puede considerar como una de las pioneras en el género de terror hechas en España, la cual nos llevaba hasta el Madrid de finales del siglo XIX en una trama a camino entre el cine negro y el horror, donde un joven llamado Basilio descubrirá la existencia de la Torre de Los Siete Jorobados, donde está secuestrada la sobrina del difunto doctor Mantua, cuyo espíritu será quien encamine al protagonista hacia ella.
'El ladrón de cadáveres'
Año: 1945.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Dirección: Robert Wise.
Con Val Lewton adaptando una novela de Robert Louis Stevenson, y con Boris Karloff y Bela Lugosi como protagonistas, este thriller de bajo presupuesto pasaría a los anales de la historia por la forma en la que conseguía recrear una terrorífica atmósfera a través de las acciones de un ladrón de cadáveres al que interpretó Karloff, quien en el Edimburgo de 1831, se dedica a vender los cuerpos recién extraídos del camposanto a un doctor para que lleve a cabo sus extrañas investigaciones.
'El enigma de otro mundo'
Año: 1951.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Dirección: Howard Hawks & Christian Nyby.
Basándose en una historia de John W. Campbell, y mucho antes de que John Carpenter dirigiera su versión (también de culto) llamada 'La cosa', a principios de los cincuenta se estrenaba esta producción de ciencia ficción de serie B que jugaba con el horror a lo desconocido, y en la que un equipo de científicos en el Ártico deberá hacer frente a la llegada de un ser extraterrestre. Pese a que Nyby fuese el director, la historia ha acabado otorgando a Hawks el papel de co-director, pues este estuvo presente en todo el rodaje.
'La mujer y el monstruo'
Año: 1954.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Dirección: Jack Arnold.
Una de las pocas películas de los Monstruos Clásicos de la Universal que no se inspiró en la literatura gótica fue 'La mujer y el monstruo', en la que se representaba en pantalla el espíritu de la serie B del momento creando a la criatura anfibia más famosa de todos los tiempos, siguiendo los cánones de 'La bella y la bestia' y la cual serviría cual referente para la historia del género, pasando a ser elemento pop y uno de los símbolos del horror vintage por excelencia.
'Dementia'
Año: 1955.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Dirección: John Parker.
Presentada con una voz en off a través de lo que se convierte en una noche de absoluta pesadilla para la protagonista, 'Dementia' es esa pieza de culto del surrealismo que todavía falta por descubrir para las grandes masas y que merece toda reivindicación posible. Se antepuso al hito que supondría años más tarde 'El carnaval de las almas', y podríamos considerarla como el horror a ojos de David Lynch antes de que Lynch se convirtiera en el padre del surrealismo. Joya imperecedera.
'Las diabólicas'
Año: 1955.
Nacionalidad: Francia.
Dirección: H.G. Clouzot.
Puro terror es con lo que Clouzot consiguió impregnar a 'Las diabólicas', thriller que bien podría servir como tesis acerca de la crueldad y la maldad del ser humano en el que la esposa y la amante del director de un colegio urden un plan para acabar con esa situación. Alfred Hitchcock la amó (y lo que de podría ser un título que bien podría formar parte de su filmografía se ha convertido ya en un cliché) y tuvo un divertido remake en los noventa 'Diabólicas', protagonizado por Sharon Stone e Isabelle Adjani.
'El vampiro'
Año: 1957.
Nacionalidad: México.
Dirección: Fernando Méndez.
En plena etapa clásica del horror mexicano, y tomando como principales referentes a los títulos de Monstruos de la Universal, 'El vampiro' acabaría convertido en una de las piezas indiscutibles de la cinematografía de género latinoamericana. En ella, se nos presentaba a Marta, una joven que de camino a la hacienda de su tía, opta por montarse en una carreta que ha venido para recoger una caja que llega desde Hungría. Al llegar a su destino y descubrir que su tía ha fallecido, pronto se convertirá en el principal objetivo para los vampiros que merodean por la zona.
'Entierro a los vivos'
Año: 1958.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Dirección: Albert Band.
Richard Boone se convertía en el protagonista de uno de los títulos tardíos de la década de los cincuenta, que en su momento se presentó cual producción de serie B y que acabó siendo influyente para posteriores cineastas. No solo por aprovechar al máximo un único espacio que será clave para construir la tensión y el horror, sino porque volvía a tomar como elemento principal el del control de los cuerpos a través del vudú, dando una vuelta de tuerca a las (hasta entonces) pocas producciones sobre muertos vivientes.