En los últimos años, el cine de terror se encuentra experimentando un nuevo gran auge. El éxito de películas como 'Insidious', 'Paranormal Activity' o 'Expediente Warren' no solo ha llevado a formar algunas de las franquicias más rentables y exitosas de los últimos tiempos, sino que, además, ha establecido un claro ejemplo a seguir por muchas productoras y distribuidoras.
El hecho de que una película pueda realizarse con una inversión que, en algunos casos, ni siquiera llega a superar el millón de dólares, resulta enormemente tentador para cualquier productora, y mucho más cuando prácticamente todas las cintas de terror que han llegado recientemente a los cines han marcado resultados espectaculares en taquilla. Sin embargo, se podría considerar que estas estadísticas y este éxito actual del género no es tan amplio como aparenta ser.
Que una película de terror sea relativamente barata de producir, también conlleva a que muchos jóvenes cineastas apuesten de manera masiva por el género, buscando lograr una nueva 'El proyecto de la bruja de Blair' o 'Paranormal Activity' bajo la expectativa de poder lograr rentabilidad de manera fácil. Sin embargo, el realizar una película de terror con bajo presupuesto no es bajo ningún concepto garantía de éxito, y esto es algo que se puede comprobar echando un vistazo al panorama del género de terror de manera mucho más amplia.
Gran cantidad de recientes éxitos comerciales, se deben principalmente a que cuentan con el beneplácito de haber sido adquiridos por alguna destacada distribuidora, un hecho no demasiado frecuente, lo que conlleva a encontrarnos con gran cantidad de títulos de terror producidos que no acaban por encontrar su hueco por ninguna parte. Esto conlleva a que, estadísticamente, por cada gran éxito se sucedan gran cantidad de fracasos que no generan ningún tipo de rentabilidad y que acaban malparados en plataformas VOD, televisión o en su salida directa al mercado doméstico tras soler pasar, en ocasiones, sin demasiada repercusión por algunos festivales.
Investigando, nos podemos encontrar incluso con cintas de terror dirigidas y protagonizadas por reconocidos rostros que, sin embargo, no son siquiera conocidas al no tener a una gran productora o distribuidora detrás. Un reciente caso puede ser el de 'The Watcher in the Woods', remake del título realizado por Disney en los 80, protagonizada por la actriz de 'La familia Addams', Anjelica Huston, y dirigido por la protagonista de 'Sabrina, cosas de brujas', Melissa Joan Hart; una cinta que únicamente ha sido adquirida por el canal de televisión Lifetime y cuya repercusión y éxito comercial parece acabar ahí.
Mucho más rentable que otros géneros
Sin embargo, tal y como detalla un estudio realizado por el portal Stephen Follows, entre todas las películas estrenadas en Estados Unidos entre 1996 y 2016, el terror se presenta como el género con mayor probabilidad de obtener ganancias en comparación con películas de otros géneros, calculando que alrededor del 53% de películas de terror estrenadas en los cines han obtenido beneficios. Un dato mucho más que estimable. En cuestión de géneros, los siguientes con mayores beneficios serían la aventura y la comedia romántica. Dentro del terror, el found footage se lleva el premio al más rentable, seguido por el de asesinos y las películas paranormales. Los monstruos ocupan el último lugar.
En lo que llevamos de siglo, las películas de terror más rentables, según este estudio, son: 'Saw', que logró un 11.187% de beneficios, 'Insidious' con 4.045% y 'Devil Inside' con 3.043%.
Si nos volvemos a fijar en cifras de la taquilla actual, nos podemos encontrar con datos como la buena recaudación lograda por títulos como 'A 47 metros', una cinta sobre la que algunos años atrás ni siquiera se hubiera planteado su estreno en cines, y que en cambio se estrenó el pasado verano en salas de Estados Unidos con una gran recaudación de 44 millones de dólares. Este hecho, nos confirmaría que pese a que el género se encuentre ante gran cantidad de producciones abocadas al fracaso, parece que el gran éxito de cintas amparadas por grandes productoras y distribuidoras, puede conllevar a una mayor presencia y éxito de otro tipo de cintas de terror. Lo que nos confirma el gran auge actual del género.
Las 10 mejores escenas del cine de terror
Janet Leigh en la ducha del motel Bates
Adaptando la novela homónima de Robert Bloch, en 1960 Alfred Hitchcock estrenaba una de sus grandes obras maestras, 'Psicosis', slasher pionero que pasó a convertirse en film de culto casi desde su estreno.
Su escena más memorable, esa en la que Janet Leigh moría acuchillada en la ducha por un Norman Bates travestido, pasó a la historia por méritos propios.
La enana asesina
Nicolas Roeg dirigió a principios de la década de 1970 uno de los thrillers psicológicos más sugerentes de su época: 'Amenaza en la sombra'.
La historia adaptaba un trabajo de Daphne du Maurier y estuvo protagonizada por Donald Sutherland y Julie Christie, interpretando al matrimonio Baxter, quienes desolados por la muerte de su hija, se mudan a Venecia. Allí, una extraña presencia portadora de un abrigo como el que llevaba su hija cuando murió, se convertirá en fuente de obsesión para John, quien en el desenlace de la película, descubrirá horrorizado que la niña a la que persigue creyendo que es su hija, es en realidad una enana asesina que le corta la garganta con una navaja, en uno de los giros finales más locos del cine de género.
Marilyn Burns cenando en Texas
'La matanza de Texas' de Tobe Hooper no solo sirvió para convertir a su realizador en un mito del terror, sino que también encumbró a su protagonista, Marilyn Burns, como estrella del género, pese a que lo suyo fuese más un one-hit wonder que otra cosa.
Hacia el final de la película, después de que Leatherface (Gunnar Hansen) la atrapase, el personaje de Sally vivirá en sus carnes la cena más perturbadora que podía existir. Una en la que no puede faltar el abuelo con aspecto de cadáver y el autoestopista que a principios de la película aterrorizó a sus amigos. Desesperada, Sally se lanzará a través de la ventana y huirá campo a través mientras Leatherface le persigue motosierra en mano, en una de las huidas más histriónicamente maravillosas del cine de terror.
Carrie, la Reina del Baile de Graduación
En 1976 Brian de Palma hizo la primera adaptación de una novela de Stephen King (para más inri, su primera novela), en la que una primeriza Sissy Spacek brilló con luz propia encarnando a Carrie White, una joven con poderes telequinéticos traumatizada por culpa de una madre dominante, magistral Piper Laurie.
La escena que nos concierne, es esa en la que después de haber sido coronada Reina del Baile, le arrojan un cubo con sangre de cerdo, provocando las risas y burlas de todos los allí presentes. A partir de entonces, desatará su irá y convertirá el lugar en un infierno.
John Hurt y el revientapechos
Fue en 1979 cuando conocimos a los xenomorfos de la saga 'Alien' gracias a Ridley Scott y su 'Alien, el octavo pasajero'.
Sin embargo, el responsable de que viéramos al primer revientapechos (sutil nombre) no fue otro que John Hurt, cuyo personaje había tenido un primer encuentro con la criatura en etapa de larva. Después de despertar, y durante una cena aparentemente tranquila, se empezará a sentir mal y sus compañeros contemplarán horrorizados cómo la criatura emerge de su interior.
Jack Nicholson a hachazos con la puerta
En 1980 Stanley Kubrick fue el segundo en adaptar una novela de Stephen King (la tercera), 'El resplandor', film que tuvo una tibia acogida pero que pronto fue reivindicado y reconocido como título de culto.
Con un Jack Nicholson en una de sus mejores interpretaciones, su personaje de Jack Torrance acabará consumido por sus propios demonios y los fantasmas que pueblan el Hotel Overlook, convirtiendo la vida de su mujer Wendy (Shelley Duvall) y su hijo Danny en una auténtica pesadilla. Tras haber sido encerrado en la despensa, acabará emprendiéndola con una puerta a base de hachazos, mientras su mujer grita aterrorizada y él asoma un rostro dominado por la locura al grito de "¡Aquí está Johnny!", frase que acabaría convertida en historia del cine.
La muerte de Tina
Amanda Wyss fue una de las primeras asesinadas pro Freddy Krueger (Robert Englund) en la saga 'Pesadilla en Elm Street', y como no podía ser de otra forma, lo hizo de forma espectacular.
Mientras duerme, su cuerpo será arrastrado por la pared y el techo. Su novio, verá horrorizado como unas cuchillas invisibles acaban con ella.
Drew Barrymore acosada por Ghostface
Después de aterrorizar a medio mundo con Freddy Krueger, Wes Craven reinventó el terror adolescente (e inició la segunda etapa dorada del slasher) con 'Scream. Vigila quién llama', el título que funcionaba tanto como sátira de las películas de terror como película de horror de manual.
En su prólogo, conocíamos a Casey Becker, una joven rubia interpretada por Drew Barrymore, quien está preprando palomitas para ponerse a ver una película de terror. De repente, recibe la llamada de un desconocido que le invita a jugar a un juego... El resto, sigue siendo una de las aperturas en una cinta de terror más memorables de toda la historia del cine.
Terry y el autobús
En el año 2000 James Wong presentó 'Destino final', título que ya hemos reivindicado en alguna ocasión y que merece mucho más reconocimiento que el que hoy en día tiene.
Después de haber salvado su vida gracias a la premonición de Alex (Devon Sawa), Terry (Amanda Detmer) se pelea con su novio Carter (Kerr Smith), a quien muy educadamente manda a tomar por culo. Acto seguido, un autobús se la lleva por delante.
La niña de Medeiros en el ático
Jaume Balagueró y Paco Plaza revolucionaron en 2007 el terror español y el found footage en general con '[REC]', donde el espectador se convertía en principal testigo de lo que parecía ser un brote de virus zombi en plena Rambla de Barcelona.
En el clímax de la película, la reportera Ángela Vidal (Manuela Velasco) y el cámara Pablo se quedan completamente a oscuras en el ático del edificio. El espectador será quien observe, gracias a la visión nocturna, a la niña de Medeiros (Javier Botet) en todo su (terrorífico) esplendor.