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QUE PENA

Terry Gilliam asegura que está cansado de que se le culpe de todo por ser un hombre blanco

El director de 'El hombre que mató a Quijote' da su opinión sobre la dificultad de ser un hombre blanco en la actualidad.

Por Cristina García Cueva 5 de Enero 2020 | 17:15

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El ex miembro de Monthy Python, Terry Gilliam, ha terminado por fin después de muchos incidentes su película 'El hombre que mató a Don Quijote'. En su entrevista con The Independent, dice estar aburrido de hablar siempre de su película y comienza a tener un debate con la entrevistadora sobre género y raza.

Gilliam explica que la película muestra que Don Quijote tiene una "visión amable del mundo". "Es sobre rivalidad. Es sobre rescatar damas y todas esas maravillosas ideas", dice. Entonces, la entrevistadora le pregunta si trata de mostrar las diferencias entre la masculinidad del siglo XXI y una masculinidad anticuada. "No hay sitio para la masculinidad moderna. La mirada masculina está acabada". Con este pie, el director comienza a hablar del movimiento #MeToo, comparándolo con el personaje de Joana Ribeiro como Angélica: "Esta chica toma responsabilidad de su condición. Cualquier cosa que le pase en su vida, no acusa a nadie. Vivimos en un tiempo donde siempre hay alguien responsable de tus errores y no me gusta. Quiero que la gente se responsabilice y no señale constantemente a otro diciendo «Has arruinado mi vida»".

Terry Gilliam

Sobre Harvey Weinstein (acusado de violación, abuso y acoso sexual) y su abuso de poder sobre las mujeres con las que trabajó, Gilliam dice "Cuando tienes poder, no tienes que responsabilizarte de abusar de otros. Disfrutas del poder. Así es cómo funciona en la vida real. Sí, he dicho que el movimiento #MeToo es una Caza de brujas. Siento que ha habido mucha gente decente o medianamente irritante que ha sido atacada. Eso está mal. No me gusta la mentalidad de masa. Eran adultos ambiciosos". "Hay muchas víctimas en la vida de Harvey y siento empatía por ellos, pero Hollywood está lleno de gente muy ambiciosa, adultos y toman decisiones. Odio a Harvey. He trabajado con él y conozco el abuso, pero no quiero que la gente diga que son todos los hombres", prosigue. "Entiendo que los hombres han tenido más poder más tiempo, pero estoy cansado de ser un hombre blanco, de ser culpado de todo lo malo del mundo. ¡Yo no lo he hecho!", dice mientras levanta las manos.

Ante los intentos de la entrevistadora de derrumbar el argumento de "No todos los hombres" y explicarle que los hombres blancos y heterosexuales son los que tienen más privilegios en nuestra sociedad, Gilliam le interrumpe: "Se simplifica demasiado y eso no me gusta. Cuando digo que soy una lesbiana negra la gente se ofende ¿Por qué?". Imaginamos la frustración de la entrevistadora cuando el director insiste y dice que aunque no lo parezca él perfectamente podría ser negro. "Digo que por ser hombre soy acusado de todo lo malo del mundo porque soy blanco. Así que mejor no ser hombre y no ser blanco. Como no me atraen sexualmente los hombres, soy lesbiana. Son pasos lógicos".

Gilliam explica que siempre ha hablado de estos temas y con Monthy Python podían hablar de ellos y hacer reír a la gente. Pero, la entrevistadora hace un apunte muy importante. Es divertido siempre y cuando sus chistes atacaban a los privilegiados, en vez de usarlos como arma para los colectivos más desprotegidos. Y quizás sus comentarios sean graciosos solo para los hombres blancos y heteros.

Muchos problemas para hacer la película

Terry Gilliam ha tardado casi dos décadas en hacer realidad su película basada muy ligeramente en el clásico de Cervantes "Don Quijote". 'El hombre que mató a Don Quijote' ha tenido problemas financieros y problemas legales. Según Rolling Stone, cuando en 1989 Gilliam pensó en desarrollar esta película ni siquiera había leído la novela. Qué gran comienzo. Pero cuando lo leyó se dio cuenta de que era imposible plasmarlo en una película.

Cuando empezó a grabarse la película en el año 2000, tuvo muchos problemas con el reparto: Johnny Depp que era el protagonista no aparecía, Jean Rochefort canceló su viaje al rodaje en España por problemas de salud (que provocó la cancelación del rodaje por completo ese año). El tiempo tampoco les acompañó: una tormenta dañó el material de la película y cambió el paisaje donde estaban grabando.

El proyecto parece despejar de nuevo en 2010, con Ewan McGregor en el reparto, pero se hunde al perder la financiación (otra vez). Finalmente, consigue el dinero necesario en 2016 con un presupuesto de 18,25 millones de dólares y tras muchos cambios de reparto el rodaje comienza en marzo de 2017. Parte de toda esta odisea quedó plasmada en el documental 'Perdidos en La Mancha'.

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