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CRÍTICA SEGUNDA TEMPORADA

'The Affair' sigue mintiendo pero ¿esta vez un poco menos?

Vuelve el drama sobre amor, sexo, celos, traición y muchas mentiras. La serie de Showtime es un cóctel comercial perfecto.

Por María del Mar Grandío Pérez 7 de Octubre 2015 | 18:25

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Se acaba de estrenar la segunda temporada de 'The Affair' (Showtime, Canal Plus en España), un drama sobre amor, sexo, celos, traición y muchas mentiras. Porque si hay algo en esta serie ganadora del Globo de Oro a mejor drama el año pasado son eso: mentiras. Un cóctel comercial perfecto para triunfar que juega con el espectador hasta límites que todavía no podemos intuir. Repasemos lo mejor de esta serie en su arranque.

¿Dónde está la verdad?

'The Affair'

Tengo que reconocer que me acerqué a 'The Affair' porque ganó un Globo de Oro. Había pasado totalmente desapercibida en mi dieta seriéfila anual. Sin embargo, con solo ver un episodio caí en su trampa, en esa telaraña narrativa llena de relatos insinceros. Me recordó en su enfoque a la gran película de Akira Kurosawa, 'Rashomon', que recomiendo encarecidamente si os gustan los juegos narrativos de The Affair. Como en 'Rashomon', una muerte (supuesto asesinato) articula las perspectivas en forma de flashbacks de diferentes narradores que cuentan sus versiones de lo sucedido. Es cierto que en la serie no interesa tanto quién es el culpable de esa muerte, sino precisamente la historia de autodestrucción que surge en un apacible verano por el affair entre Noah, feliz marido y padre de cuatro hijos, y Alison. Su idilio será aparentemente el detonante de esa muerte de la que hablamos. Porque todos son apariencias en su juego narrativo.

Durante la primera temporada el espectador conoció los hechos a través de estas dos visiones exclusivamente: de Noah (padre y marido) y Alison (su amante). Cada una ocupaba la mitad de cada capítulo. Y de forma periférica y como pieza suelta del engranaje lo más importante: la trama policial. El caso que hay resolver y en el que Noah está implicado de alguna manera. Es importante no tanto por saber si es él es el asesino, sino porque es el único momento en el que la narración no está contada por ningún personaje. El único momento de verdad. Del resto, duda de todo.

A PARTIR DE AQUÍ ALGÚN SPOILER

Una tercera perspectiva ¿más sincera?

Si el ejercicio narrativo de los puntos de vista no era suficiente con dos, el primer episodio de la segunda temporada nos añade una tercera, Helen, antaño feliz esposa de Noah, y tal vez la novedad más interesante de esta segunda temporada. En el primer episodio vemos la disolución de su matrimonio y las consecuencias del proceso de separación. Nos lo cuentan los propios Noah y Helen. Hasta el momento, solo sabíamos de ella a través de lo que nos contaban Noah y Alison. Ahora es ella quien cuenta su historia. Se nos presenta por primera vez de carne y hueso. Con sentimientos. A Noah lo habíamos escuchado muchas veces. Sabíamos que se sentía bastante inútil frente a los ojos de su mujer e hijos y que la escritura del libro era su manera de demostrar que puede ser alguien. Él sigue con sus ambiciones literarias, pero todavía sin mucho acierto. Ella también tiene un amante, no sabemos si anterior al affair de su marido, pero no se muestra feliz con él. Sobre todo quiere lo mejor para sus hijos y también para su marido, como vemos en la escena final de la comisaría, algo que sabemos que pasará después de lo que se nos está contando en este primer episodio. Nuestro momento de verdad del episodio.

Hasta ahora, Helen se presenta como el personaje más sincero. O al menos así lo siento. Yo la creo. ¿Será tal vez la única? ¿O mentirá ella también? Durante esta temporada seguiremos embaucados por las mentiras de estos personajes e intentando conocer la verdad en este laberinto narrativo que encierra algo profundamente humano: la incapacidad del ser humano para ser sincero consigo mismo. Ya lo decía el propio Kurosawa con 'Rashomon', que de esto sabía un rato: "Los seres humanos son incapaces de ser honestos consigo mismos. No pueden hablar de ellos sin enaltecerse. Este guión refleja que no pueden vivir sin mentir para hacer sentirse mejor personas. (...). El egoísmo es un pecado que el ser humano lleva consigo desde su nacimiento, y es el más difícil de redimir". ¿Tendremos redención alguna vez en 'The Affair'?

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