'The Defenders' anuncia su fecha de estreno en este curioso teaser

Las expectativas son un arma de doble filo, y la cultura popular, sobre todo los últimos años, está llena de casos de "muerte de éxito". No es el caso de 'Jessica Jones', que no ha llegado a decepcionar, pero las primeras críticas hablaban de un caso excepcional, entre lo mejor del año. Y lo cierto es que para un año escaso en el cine, la televisión está llena de joyitas. 'Jessica Jones' no es siquiera de las mejores series de Netflix, y menos después de su vecino ciego de la Cocina del Infierno.

Tennant ya había enamorado a muchos fans de 'Doctor Who', y después de 'Broadchurch' poco tenía que demostrar con respecto a su versatilidad, así que teníamos ganas de ver qué villano nos tenía preparado. Y ha resultado ser uno de los mejores del Universo Cinematográfico (y televisivo) de Marvel, al nivel del Wilson Fisk de 'Daredevil' (y poco más). Lleno de rabia, una mezcla entre niño malcriado, psicópata, marido maltratador y novio acosador. Kilgrave gritando "¡Jessica!" es ya un highlight televisivo de 2015.

Entre los primeros comentarios en las redes empezaron a surgir algunas opiniones preocupantes: palabras como "aburrimiento", "relleno", "llevo tres capítulos y se podría haber contado todo en uno"... 'Jessica Jones' no es perfecta, y sufre de un problema de ritmo. No es grave, no es letal... Pero sí es preocupante. La creadora, Melissa Rosenberg, ya tiene currículum en series irregulares como 'O.C.' y 'Dexter', además de estar detrás de los guiones de la saga 'Crepúsculo'. La serie de Marvel y Netflix se mueve entre el entretenimiento puro y duro, la alta calidad y el relleno en gran parte de sus tramas secundarias. Sobre todo en su primera mitad.

Pero a mitad de la temporada, esto se soluciona, básicamente porque alcanza el clímax muy rápidamente, y los últimos 5 o 6 episodios mantienen un estado de tensión constante, sucediéndose en poco tiempo y con muchos giros de guion. Cuidado si estás débil de corazón.

El tumor más sangrante. Jessica y Kilgrave son dos de los mejores personajes del año, pero a cambio de ellos, la serie está llena de figurines insulsos, sin gracia, sin interés y, en mayor o menor medida, absolutamente innecesarios. Salvamos a Luke Cage (que tendrá su propia serie y acabará, junto a Jessica y Daredevil en la miniserie 'Los Defensores', también en Netflix), a Trish y por los pelos a Jeri. E incluso estos tres tienen momentos soporíferos (y las relaciones respectivas de ellas dos ocupan tanto tiempo en pantalla que se puede convalidar por un puñado de siestas). No vamos ni a mencionar a los vecinos de Jessica. Que se caiga ese edificio.

La pena es que gran parte del público, totalmente ajeno al género de las capas, no se acercará ni con un palo a una serie que lleva el logo de Marvel. Pero deberían, porque 'Jessica Jones' explora y retrata muchos temas que otras series "más adultas" ya querrían para sí. Y ya querrían hacerlo tan bien. La violación, el estrés postraumático, la adicción a diversas sustancias son algunas de las ideas que ocupan casi el centro narrativo de la serie. Por no hablar de los problemas que suelen acompañar a los mejores superhéroes: la responsabilidad, la soledad, la culpa, el complejo de superioridad. Hay mucha tela que cortar en esta temporada de 13 episodios.

Otra queja que se puede leer en las redes sociales: las luchas tienen un estilo cutre, barato, mal rodado y montado. Esto es aún más doloroso después de que 'Daredevil' tuviera algunas de las escenas de acción más creativas y memorables de la televisión de los últimos años. ¿Es algo buscado? Puede que sí... seguramente no. Simplemente, Rosenberg y compañía se han preocupado más por otros aspectos del producto (por ejemplo, en su paleta de colores, muy conseguida).

Si bien Marvel tiene mucho que hacer en el apartado de sus películas (y más después de aquel desastre con Viuda Negra en 'Vengadores: La era de Ultrón', probablemente una de las razones por las que Joss Whedon salió espantado), sus series están llenas de mujeres muy interesantes. Skye/Daisy y May en 'Agentes de SHIELD', Claire en 'Daredevil', Peggy Carter en 'Agente Carter'... Se podría decir, incluso, que está la balanza desequilibrada con muchos menos personajes masculinos potentes. Y 'Jessica Jones' directamente rompe el peso: una mujer llena de poder (y fuerza física) pero destrozada, llena de lados oscuros, sin atisbo de preocupación por encajar en lo que se espera de un rol femenino. No tiene intereses románticos, no depende de ningún hombre, es independiente, promiscua, empina demasiado el codo... Rozaría el papel del antihéroe (no es la primera fémina que ocupa este rol este año en televisión) si no fuera porque todo el daño que infringe lo hace a su pesar. Pero además, las otras dos mujeres de la serie, Trish (Rachael Taylor) y Jeri Hogart (Carrie-Anne Moss), también son autosuficientes, fuertes, egoístas, no se arrepienten de sus errores. Y en algún que otro caso rozan el hijoputismo extremo.

Rosenberg ha respondido últimamente a la gran pregunta: ¿tendremos más Jessica en solitario en el futuro? La superheroína forma parte de un proyecto más grande que acabará con 'Los Defensores', lo cual condiciona mucho su futuro como serie en sí misma. La showrunner ha comentado que planea proteger el personaje con dientes y uñas, que influirá en el desarrollo de la miniserie, y que le encantaría hacer una segunda temporada, pero es difícil cuadrar las fechas del equipo, y no sabe si podría hacerse antes de 'Los Defensores'. ¿Y después? Stan lee proveerá.