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SITGES 2015

'The Gift' y 'Anomalisa' elevan el listón en la segunda jornada de Sitges

La morbosa 'Knock Knock' de Eli Roth, con Keanu Reaves y Ana de Armas, decepciona en la sección oficial competitiva.

Por Jorge R. Tadeo 11 de Octubre 2015 | 10:35

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Ya está en marcha y a todo ritmo el Festival de Sitges, que vivió este sábado uno de sus días más especiales con la celebración de la 'Zombie Walk' y la llegada al certamen de los cineastas Eli Roth y Terry Jones. La afluencia a las salas en el inicio de este largo puente fue incontestablemente masiva y los problemas de puntualidad de la jornada inaugural no se repitieron hoy para alivio de los asistentes. Repasamos ahora los títulos que hemos visto a lo largo de este segundo día de festival.

'Anomalisa' (Charlie Kaufman)

Anomalisa

Tras su paso triunfal por la última Mostra de Venecia, donde obtuvo el Gran Premio del Jurado, la magnífica 'Anomalisa' de Charlie Kaufman pudo verse ayer en Sitges. El guionista de películas tan brillantes como 'Olvídate de mí' o 'Cómo ser John Malkovich' dirige en esta ocasión un ambicioso proyecto de animación -reservado al público adulto- que repasa varias de sus obsesiones habituales: la pérdida de la individualidad, el bloqueo existencial o la fugacidad del hecho romántico.

Compleja, divertida, nostálgica, reflexiva y personalísima, 'Anomalisa' es una pequeña joya para paladares exquisitos, una suerte de 'Breve Encuentro' en versión animada con tanta delicadeza a la hora de plasmar sentimientos como audacia en el ámbito narrativo. Kaufman encuentra espacio para lanzar pertinentes dardos a los vicios y miserias de la sociedad moderna, reivindicando que incluso una canción de Cindy Lauper contiene más verdad que el psicologismo barato de manual de autoayuda. Imprescindible.

Nota: 8

'The Gift' (Joel Edgerton)

The Gift

El sorprendente debut en la dirección del actor australiano Joel Edgerton ('Animal Kingdom', 'Exodus: Dioses y Reyes'), puesta por el thriller psicológico como terreno para poner a prueba su pericia como narrador. A pesar de algunas trampas y lugares comunes del guion, que firma el propio Edgerton, el resultado es notablemente satisfactorio.

Rebeca Hall y Jason Batemant son los protagonistas de la película y dan vida a un matrimonio aparentemente idílico que ve como las grietas de su relación se multiplican tras la irrupción en sus vidas de un antiguo amigo del marido (el propio Edgerton), de apariencia afable pero extraños comportamientos. El film avanza con sosiego en el guion y pulso firme tras la cámara. Edgerton desarrolla con calma los personajes sin por ello descuidar la progresión de la intriga, para mantener al espectador enganchado a los secretos que se irán desvelando hasta su perturbador desenlace.

Nota: 7

'Knock Knock' (Eli Roth)

Knock Knock

Tras 'Hostel' y 'The Green Inferno', el venerado Eli Roth sigue abonado a un torture porn que recicla viejos argumentos para darles una particular vuelta de tuerca. En 'Knock Knock', Keanu Reeves interpreta a un ejemplar padre de familia que cae en la trampa de dos tentadoras jovencitas (Ana de Armas y Lorenza Izzo) que le harán pagar por sus lujuriosos pecados hasta límites insospechados.

Lejos de pisar territorio hanekiano, 'Knock Knock' abraza una premisa más primaria al estilo 'Atracción Fatal' en clave juvenil, opción que ya revisó con mejor tino David Slade en 'Hard Candy'. El pretexto le sirve aquí a Roth para desarrollar otra de esas gamberradas suyas tan perfectamente envueltas como vacuas y alérgicas a la innovación. Divierte moderadamente mientras mantiene el espíritu travieso de sus protagonistas femeninas, pero roza lo ridículo cuando flirtea con el moralismo.

Nota: 5

'Turbo Kid' (Annouk y Yoann-Karl Whissell)

Turbo Kid

Coproducción entre Canadá y Nueva Zelanda, 'Turbo Kid' es una curiosa aventura juvenil situada en un futuro posapocalíptico, en el que nuestro planeta ha sufrido los efectos de la lluvia ácida. El film se apunta al retrofuturismo para construir el desolador entorno en el que un joven al que apodan The Kid se enfrentará junto con su amiga Apple a un grotesco villano.

Como si se tratase de un 'Mad Max' adolescente, con la BMX sustituyendo los psicodélicos vehículos de su modelo adulto, la película recurre a la estética camp y a la música de sintetizadores, en un encadenado de guiños al cine ochentero. El espíritu ingenuo de los personajes choca con algunos coqueteos con el gore, resultando el conjunto un simpático disparate sin la suficiente enjundia para trascender el divertimento reservado a fanáticos de la serie B.

Nota: 5