Dirigida por el coreano Kim Ji-Woon, responsable de títulos como 'A bittersweet life' o 'Dos hermanas', y protagonizada por Lee Byung-hun, Song Kang-ho y Jung Woo-sung, ayer llegó a las pantallas de Sitges 'The good, the bad, the weird'.
Remake de libre interpretación del clásico western de Sergio leone, 'The good, the bad, the weird', la película cuenta la historia de tres pistoleros que iniciarán una trepidante persecución a través de la Manchuria de principios del siglo XIX, en busca del supuesto tesoro que esconde un misterioso mapa.
Fuegos de artificio
Poco más que una embelesadora atracción de fuegos de artificio se le antoja a un servidor 'The good, the bad, the weird', blockbuster en clave asiática que, a pesar de ofrecernos grandes momentos en clave de acción, termina resultando fastidiosamente anodino.
Cabe reconocer, por ello, las no pocas virtudes del nuevo trabajo de Kim Ji-Woon, centralizadas todas ellas en las labores ténicas. De este modo, 'The good, the bad, the weird' posee una fotografía simplemente maravillosa, repleta de panorámicas de notable factura que tan sólo se ven superadas por sus notables secuencias de acción, donde los travellings extenuantes y los planos imposibles se funden a la perfección unas elaboradas coreografías y una banda sonora magistral, a ritmo de rumba-western.
Por desgracia, 'The good, the bad, the weird' dura algo más de dos horas, metraje que a un servidor se le antoja harto excesivo para la exígua historia que se nos ofrece, trivial o simplemente inexistente a la hora de retratar a sus personajes, esfuerzo que Kim Ji-Woon ni se molesta en realizar, inundando los no pocos vacíos entre aparatosas secuencias de acción con un sopor abosluto. En el apartado interpretativo, tan sólo Song Kang-ho merecería ser mencionado, llevando a sus espaldas con sosprendente solvencia tanto el peso del grueso del film como la quimérica tarea de amenizar a capella unos vacíos argumentales que flirtean constantemente con la precariedad.
No es que un servidor esperara una disertación metafísica ni mucho menos, pero lo cierto es que hay splatters de serie B que solventan los vacíos entre las diferentes dosis de carnaza con bastante más solencia que la película de Kim Ji-Woon, por lo que 'The good, the bad, the weird' queda en poco más que un efectismo puro y duro en la más pura línea del Michael Bay más palomitero, un film cuyas preocupantes carencias de fondo desmerecen en demasía sus virtudes de forma, convirtiendo a la película de Kim Ji-Woon en un exagerado aspaviento que, sin duda alguna, deslumbrará a las mentes más dispersas.
