¡Cuidado SPOILERS!
*Este artículo contiene spoilers del episodio 2 de 'The Last of Us'.
Joel, Ellie y Tess se adentran más allá de la zona de cuarentena de Boston en el segundo capítulo de 'The Last of Us' de HBO Max. Este episodio, dirigido por el propio Neil Druckmann, creador del videojuego, nos lleva a una terroríficamente bella zona cero de la ciudad, pero antes hace una parada con un nuevo flashback al día en el que comenzó el brote, muy probablemente en el lugar donde se inició todo: Jakarta, Indonesia.
Es 2003 otra vez. Un par de agentes del orden entran en un restaurante y se acercan a una mujer que comía tranquilamente. Se la llevan en un coche patrulla, y ella pregunta si ha cometido algún crimen. El agente la tranquiliza. La mujer es Ibu Ratna (Christine Hakim), experta en micología. Ha sido convocada para investigar una cepa de hongo, que ella identifica como Ophiocordyceps. Lo que no entiende es por qué la muestra está en una solución pensada para haber sido extraída de un humano. Le instan a entrar en una sala descontaminada, donde le espera un cadáver. Al cortar la herida, que parece una mordedura humana, y la boca comprueba que el hongo ha conseguido sobrevivir en ese cuerpo humano. Cuando el agente le explica que esta mujer trabajaba en una fábrica de harina y cereal, Ratna señala que es el caldo de cultivo perfecto para este hongo. La víctima no es la única con comportamientos erráticos. Mordió a más gente que fueron aislados y neutralizados, pero hay empleados que están en paradero desconocido. Le tiembla el pulso y casi tira la taza de té. El agente le pregunta qué pueden hacer para dar con una vacuna o cura. "No la hay" dice ella, que da la única solución que se le ocurre: "Bombardeen la ciudad y a todos los que estamos en ella". Pide que le lleven a su casa para poder tener el poco tiempo que le queda con su familia.
En este segundo capítulo, Neil Druckmann y Craig Mazin quieren explicar un poco mejor no solo cómo se originó la pandemia, sino cómo funciona en el mundo postapocalíptico actual. Este flashback sirve para darnos a los que hemos jugado al videojuego un poco más de información que el juego, al centrarse en Joel y Ellie, no nos ofrecía. Nos da una perspectiva más global y empieza a señalar las reglas, y sobre todo los cambios de la infección respecto al título de PlayStation. También remarca lo tremendamente diferente que es esto a la pandemia de coronavirus. Aquí no había solución más allá de intentar detener la propagación por cualquier medio. Es un escenario absolutamente falto de esperanza.
Y justo después saltamos a 2023 con un plano que si incide en algo es en la luz. Ellie (Bella Ramsey) tumbada en la hierba en posición fetal es bañada por los rayos del sol. No lo sabemos todavía, pero ya nos prepara para la tensa conversación que va a tener después con Tess (Anna Torv) y Joel (Pedro Pascal), que no le quitan el ojo de encima. ¿Cómo es posible que no se haya convertido a lo largo de la noche? Ellie, a regañadientes, les cuenta el plan de Marlene (Merle Dandridge): existe un campamento médico de los Luciérnagas, donde quieren hacer pruebas a Ellie para desarrollar una cura. Joel está harto de estar delante del enésimo caso de "la cura", "la elegida". Ha escuchado esta historia antes y es escéptico al 300%. Tess, por otro lado, vuelve a tener un punto de vista más práctico: no pueden volver a la zona de cuarentena porque la escanearán y la matarán. "Mejor ellos que nosotros", porque Joel apretará el gatillo sin dudarlo, pero ya tiene mucho equipaje encima. Finalmente, Tess es la que manda.
La ciudad está en ruinas. Boston fue una de las ciudades bombardeadas para intentar ralentizar la infección, "Aquí funcionó, pero en otros sitios no" explica Tess. Ellie pregunta por qué no hay hordas de infectados, como se supone que debía haber fuera de la zona de cuarentena. "A la gente le gusta contar cuentos" dice Tess. Es una manera de dar miedo a la población y que no intenten salir más allá de los muros. La niña hace un guiño a los videojuegos preguntando si, entonces, no hay infectados gigantes que lanzan esporas, una referencia a los Hinchados que, de aparecer en la serie, tendrían que ser diferentes al no existir esporas. En esta conversación, Tess le pregunta por padres o novios que pudieran venir a buscarla. Ellie replica que no e incide en la parte del novio. También desvela que se infectó en un centro comercial sellado dentro de la zona de cuarentena, que decidió explorar sola. No es la primera conexión que escuchamos con 'Left Behind', el contenido adicional del primer videojuego que indaga precisamente en ese contacto de Ellie con el hongo.
El primer escenario principal del episodio es un hotel inundado, como en el juego. Ellie pregunta si alguna vez se quedaron en un hotel así antes de la infección y admite que no sabe nadar, otros dos guiños al juego. Se pone a jugar en recepción y hace sonar el timbre. A los que hemos jugado se nos ponen los pelos de punta con el ruido, pero Ellie todavía no conoce el peligro del sonido en este mundo. Ramsey va construyendo esa personalidad de una niña de 14 años que ha salido por primera vez de la zona de cuarentena y descubre el mundo que había fuera. También nos deja una nueva conversación a solas entre ella y Joel en la que Ellie intenta saber más de su protector y él deja clarísimo que su pasado es terreno vedado. También le suelta todo un dilema moral: "¿Es difícil matar infectados sabiendo que eran antes personas?". Joel hace tiempo que está muy cómodo al otro lado de la línea.
Desde el techo del hotel llega una mala noticia: no pueden seguir por allí porque hay un nido de infectados en el camino. Nueva lección para espectadores: los infectados están conectados y se mueven de manera ordenada, como insectos. Para suplir las esporas, Druckmann y Mazin han implantado una especie de raíces que hacen que el hongo cree una red bajo tierra que conecta diferentes nidos. Si un infectado es atacado, los infectados que están conectados a él (aunque estén a kilómetros de distancia) serán avisados para acudir y atacar a la amenaza, que no deja de ser otro cuerpo que conquistar. Tess remarca a Ellie que puede ser inmune al Cordyceps, pero no a ser despedazado por un grupo de zombies.
Este obstáculo insalvable les obliga a desviarse por el museo, una escena mítica del videojuego. Es nuestro primer contacto con la evolución de los infectados. Este edificio lúgubre, lleno de estatuas, esquinas y raíces de Cordyceps, parece una trampa mortal. Joel comprueba que esas raíces están secas, por lo que no deberían estar conectadas con ningún infectado. Sin embargo, Ellie descubre un cadáver reciente que tiene heridas muy profundas. Ningún otro infectado había hecho semejante desaguisado. Y eso es porque en el museo les esperan los primeros chasqueadores de la serie, personas que llevan mucho más tiempo infectadas y que tienen la cabeza deformada por el hongo. Joel les explica, en completo silencio y usando gestos, que los chasqueadores no pueden ver por el hongo que les cubre la cara, pero han desarrollado un oído muy fino y pueden rastrear a sus víctimas utilizando el desagradable grito que emiten. Como era de esperar, los chasqueadores escuchan a los protagonistas y comienza una intensa pelea por los pasillos del museo. Una vez neutralizados, hacen recuento de los daños y Ellie se da cuenta de que le han vuelto a morder en el brazo, pero no está preocupada, solo frustrada. Joel, sin embargo, está aterrorizado por si esta vez sí se convierte. Tess está muy, muy enfadada. Ellie cruza una tabla y recrea un plano mítico del videojuego y pone la vista en el edificio del ayuntamiento, donde supuestamente les esperan los Luciérnagas.
"Nuestra suerte se tenía que acabar en algún momento"
Pero no parece haber nadie alrededor. Tess pierde la paciencia y entra en el edificio, donde ve un montón de cadáveres. Investigando descubren que uno de los Luciérnagas se infectó y los demás le atacaron para evitar que les mordiera. Tess se pone a buscar como loca un mapa para ver dónde se encuentra el campamento médico. Joel no puede más y le grita que se tienen que ir a casa. "¡No hay casa!" le responde Tess, llena de ira, mientras se lamenta porque su suerte se haya acabado. "Dios, está infectada" dice Ellie. Tess muestra cómo un chasqueador le ha mordido en el cuello, y enseña a Joel cómo su herida, de apenas minutos, está en mucho peor estado que la de Ellie, que ha sido mordida dos veces. Es la forma de enseñar a Joel, y al público, que Ellie realmente es inmune al hongo de alguna manera. Tess suplica a Joel que lleve a la niña a Bill y Frank que le ayuden a trasladarla a los Luciérnagas. Ahora que ve su final muy cerca, le implora que no convierta su muerte en algo en vano, que proteja a la niña y, así, equilibre la balanza después de una vida llena de actos sin duda reprochables. Ella necesita creer que puede ser de las últimas en tener que pasar por este destino cruel.
Uno de los infectados que está supuestamente muerto se despierta y procede a atacar, pero Joel lo asesina rápidamente. Sin embargo, estamos a punto de ver cómo funciona esta red de infectados. Unos filamentos envuelven el cadáver y un numeroso grupo de criaturas empieza a correr hacia el ayuntamiento. Tess toma la decisión de inmolarse, así no acaba convertida y les da un margen a Joel y Ellie para que huyan. Como dicta el tópico cinematográfico, el mechero no prende ni a la segunda, ni a la tercera, ni a la quinta. Los zombies entran en tropel y corren tras Ellie y Joel. Pero uno se detiene y se gira hacia Tess. Como trabajan como un solo ser, todos se empiezan a parar y ponen la atención en una persona que ya no es del todo humana, pero sigue conservando control sobre sí misma. El infectado se acerca a ella y, en la escena más grotesca de la serie hasta ahora, abre la boca para dejar que los hilillos que salen de su boca entren en la de Tess. Esto no ocurre en los videojuegos (gracias a dios), y casi parece más una bienvenida a la familia por parte del infectado que una manera de conquistar el cuerpo de Tess, porque ya estaba infectada. Ella va perdiendo la esperanza y accionando el mechero cada vez más lentamente. Pero, por fin, se enciende. La explosión es tan grande que revienta hasta a los corredores que habían seguido detrás de Joel y Ellie. Habrá despertado a todas las hordas de la ciudad, pero los dos ya están lo suficientemente lejos para poder seguir con su camino.
Pero están peor que nunca. Joel claramente culpa a Ellie de la muerte de Tess, y es muy probable que Ellie también se culpe de ello. Tess es el primer cadáver que carga a su espalda en este viaje hacia la supuesta cura. Ahora tiene que funcionar, ella tiene que ser "la clave". ¿Porque cómo cargar con ello si al final todo es en vano? El próximo capítulo, que se emitirá en HBO Max el lunes 30 de enero, veremos si Ellie y Joel son capaces de no matarse por el camino ahora que están los dos solos, y si Bill y Frank les pueden ayudar en su camino. Pero, como nosotros sabemos gracias a Depeche Mode, pero ellos no, puede que el peligro les esté esperando otra vez allá donde van.