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FACT CHECK

'The Last of Us': El Cordyceps explicado por un experto en hongos parásitos

Analizamos la serie de HBO Max con Javier Diéguez Uribeondo, investigador del CSIC especializado en hongos parásitos y su evolución.

Por Jesús Agudo Más 2 de Febrero 2023 | 16:00
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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'The Last of Us': El Cordyceps explicado por un experto en hongos parásitos

'The Last of Us' iniciaba su relato en HBO Max con un prólogo demoledor, con sello de Craig Mazin ('Chernobyl'), en el que un científico (John Hannah) explicaba en un programa de entrevistas de 1968 que la humanidad no ganaría la batalla a una pandemia causada por un hongo. Planteaba un supuesto: los hongos no pueden sobrevivir en humanos por la temperatura media de nuestro cuerpo, ¿pero qué pasaría si aumentara la temperatura del planeta y el hongo lograra adaptarse a condiciones más cálidas? ¿Es posible que la civilización del mundo real sucumbiese al Cordyceps como la de la serie de Pedro Pascal y Bella Ramsey?

En busca de respuestas, hemos hablado con Javier Diéguez Uribeondo, investigador del CSIC especializado en biología, sistemática y evolución de hongos parásitos. Cuando nos reunimos con él en el Real Jardín Botánico de Madrid, nos cuenta que ha quedado gratamente sorprendido con la base científica de la serie: "Es como 'Parque Jurásico'. Me acuerdo que en esa época, cuando estábamos trabajando en biología molecular y con las primeras secuenciaciones nos preguntábamos si era realmente posible, y técnicamente lo es. En este caso, teóricamente lo que vemos podría pasar, otra cosa son los tiempos".

Ya veremos que precisamente el tiempo será nuestro aliado en la lucha contra el Cordyceps. ¿Pero qué es el Cordyceps? "El Cordyceps es un género, un grupo de hongos. Los hongos son los organismos más exitosos de la evolución. Es el reino más exitoso por número de especies: existen más de un millón y medio, y el Cordyceps es una de ellas" explica Diéguez Uribeondo. Efectivamente, el Cordyceps es algo real, una rama del reino fúngico que abarca muchos tipos a su vez. Algunos de esos hongos son parásitos que infectan otras especies, como insectos, y los convierten en "zombies" sin autonomía: "En la fase de colonización pueden producir unas enzimas que degradan la pared del hospedante, del insecto, de una forma secuencial. Es un mecanismo genético perfectamente diseñado. Coloniza e invade distintos tejidos, en este caso la musculatura, y segregan toxinas que alteran el comportamiento. Esa alteración del comportamiento, resultado de la evolución, ha llevado a que esas toxinas sean las que permiten que la hormiga tenga un comportamiento que favorezca la dispersión de las esporas. La hormiga se mueve, se ancla, y muerde la planta justamente en un punto donde le permite dispersar".

Este proceso, que se puede ver en la serie documental 'Nuestro planeta' de David Attenborough (disponible en Netflix), fue una de las fuentes de inspiración para Bruce Straley y Neil Druckmann, creadores del videojuego en el que se basa 'The Last of Us'. Como nos explica Javier Diéguez Uribeondo, la hifa (el filamento del hongo) se abre paso por la cabeza del anfitrión, "genera un esporangio y libera esporas para dispersarse". En la serie no hay esporas, al menos no de momento, pero el hongo sí presenta hifas en forma de los filamentos que tan bien vimos en "el beso" del segundo capítulo. Diéguez comenta que las hifas sí tienen movilidad, pero no a las velocidades que muestra la serie. También cree que la transmisión del hongo por mordedura entra de la parte de "ficción" de la ciencia ficción, pero esto también serviría para explicar cómo el hongo puede sobrevivir sin las condiciones de temperatura y humedad adecuadas: "Si se transmitiesen por el aire, el hongo necesitaría una temperatura templada de 20-30 grados, no más, y un ambiente muy húmedo. En ambientes como Texas sería improbable".

La temperatura de nuestro cuerpo es una de nuestras principales barreras de protección contra la mayor parte de los hongos, y es una cuestión que asombra a la comunidad científica: "Es la clave y la gran pregunta evolutiva: por qué nosotros tenemos una temperatura alta y constante. Hay una hipótesis: los mamíferos pudieron desplegarse y colonizar la Tierra gracias a que el impacto del meteorito proporciona unas condiciones de degradación de animales que murieron de selvas que desaparecieron, de compost, y esto favoreció el crecimiento de hongos. Que los mamíferos y las aves, que son los únicos dinosaurios que sobrevivieron, podamos regular la temperatura es una clave evolutiva que no se sabe cómo surgió, pero que tiene respuesta y controla uno de los más graves patógenos que existen, que son los hongos. Los mamíferos no tenemos prácticamente infecciones por hongos porque no pueden vivir a nuestra temperatura". Ahora bien, sí hay casos en los que podríamos estar en peligro: "En casos en los que nuestro sistema inmunológico está deprimido o nuestra temperatura corporal está afectada, como la inmunodepresión por quimioterapia o casos de quemados. Por eso los quirófanos de quemados están casi a 40 grados".

La serie achaca al cambio climático que el hongo haya mutado para adaptarse a temperaturas más altas, como las del cuerpo humano. Sin embargo, Javier Diéguez Uribeondo señala que nuestro sistema inmunitario tiene más barreras para hacer frente a un gran número de hongos, y que "la maquinaria evolutiva" no funciona tan rápido. Hablamos de "millones de años" para que un hongo llegue a evolucionar hasta el punto poder sobrevivir en el cuerpo humano.

Quizás no un Cordyceps, pero puede que haya otros hongos que sí podrían plantearnos un problema. Arturo Casadevall, experto en microbiología molecular e inmunología de la Josh Hopkins Bloomberg School of Public Health, señala a National Geographic el caso del Candida auris, que "apareció de la nada" en tres continentes diferentes y que se cree que podría haberse originado por el aumento de la temperatura. "La idea es que este hongo estaba ahí, y a lo largo de los años se ha adaptado a temperaturas más altas hasta que lo ha conseguido" dice, y llega a concluir: "¿Me preocupa una enfermedad desconocida surgiendo e infectando a seres inmunocompetentes? Claro".

'The Last of Us'

Diéguez Uribeondo señala otros conflictos ambientales que podrían suponer un problema más cercano que el Cordyceps en humanos, como los monocultivos y la globalización: "Alterar las condiciones pueden hacer que ciertos organismos predominen. Es el caso de 'Interstellar', es el escenario al que vamos: monocultivo de maíz para alimentar una superpoblación, clima totalmente alterado. Si un patógeno puede colonizar ese monocultivo y se especializa, acaba con todo". Cree que estos problemas deberían haberse afrontado "el siglo pasado", pero no pierde la fe: "La esperanza es que, si somos seres inteligentes, demos con la solución y lo podamos controlar". Cree que lo que ha ocurrido con el coronavirus es señal de que somos capaces de reaccionar, pero aboga por prevenir y, sobre todo, por una mayor financiación para la ciencia: "El COVID es un ejemplo de cómo la biología ha permitido hacer un milagro, que es que en un año se generasen vacunas. Si sucediese algo con los hongos, estamos teóricamente preparados para desarrollar los antídotos, por así decirlo, pero eso requiere una inversión tremenda y ahora mismo atendemos a lo que son las preocupaciones más inmediatas, que son las enfermedades por bacterias".

Hay otras emergencias climáticas que también deberían tenernos preocupados: "Siempre hay muchas quejas de que queremos alarmar a la población. No, el caso es saber lo que está pasando. El cambio climático es algo que lleva ocurriendo desde hace mucho tiempo y ya hemos pasado el punto de no retorno porque ya habría que haber hecho algo" dice el biólogo, que achaca el problema a "una desidia absoluta, empezando por los políticos, da igual del partido que sean. Por ejemplo, van a tomar una decisión sobre el tema del impacto ambiental: no hacer informes para agilizar la implantación de placas solares y parques eólicos por la crisis energética. Sin informes es pan para hoy y hambre para mañana. Esto traerá otro parche, y otro, y otro".

Volviendo a 'The Last of Us', preguntándole por esa red de raíces con la que los infectados se comunican entre sí, Diéguez Uribeondo teoriza sobre su posible inspiración: "Creo que esa idea surge de un hecho que ocurre en un tipo de hongos que son las micorrizas, que son simbiontes. En simbiosis con las raíces de las plantas permiten que puedan absorber ciertos nutrientes y sean más efectivas". Y aunque hay tipos de hongos que pueden suponer un problema, también recuerda que gracias a otros hongos tenemos pan, cerveza, e incluso hay un tipo de Cordyceps que es utilizado con fines medicinales en China.

El efecto 'The Last of Us'

Al principio de nuestra conversación, Javier Diéguez Uribeondo, que también es director del Máster Oficial en Biodiversidad Tropical y su Conservación en el CSIC, fantasea con que 'The Last of Us' suponga una "avalancha" de nuevos aspirantes a micólogos en el futuro: "Cuando salimos a predicar, a captar gente para la micología, es difícil porque no tiene el mismo caché que estudiar entomología o mamíferos acuáticos, por ejemplo. La forma que teníamos de captarlos era 'vas a estudiar enfermedades de estos animales y a trabajar con ellos, pero en algo nuevo'. Varios estudiantes han 'caído en esa trampa', pero es una elección muy buena porque es algo en lo que trabaja poca gente y es muy necesario". Por eso valora tanto el componente de investigación que ha notado detrás de la serie y el interés que pueda despertar: "Agrada ver que en lo que estás trabajando pueda llegar a tener esa importancia y repercusión". Por último, remarca que estemos tranquilos, 'The Last of Us' tendrá una buena base, pero ninguno de nosotros llegará a ver un escenario parecido: "Podemos ver la serie de manera ociosa y pensar que quizás si por algún casual aguantamos más de lo que parece que vayamos a aguantar estemos lo suficientemente investigados como para que podamos reaccionar".

'The Last of Us' estrena un nuevo capítulo cada lunes en HBO Max.