å

CAMINO A LOS OSCAR

'The visitor', globalización al poder

Richard Jenkins nos ofrece un papel entrañable en una película que sacude constatemente al espectador gracias sus giros argumentales.

Por Óscar Martínez 20 de Febrero 2009 | 09:05

Comparte:

Ver comentarios (1)

Escrita y dirigida por Thomas McCarthy y protagonizada por Richard Jenkins, Haaz Sleiman, Danai Jekesai Gurira, Hiam Abbass, Marian Seldes, Maggie Moore, Michael Cumpsty, Bill McHenry, Richard Kind, Tzahi Moskovitz y Amir Arison, 'The visitor opta a una estatuilla en la presente edición de los Oscar, concretamente a la de Mejor Actor para Richard Jenkins.

La película se centra en Walter Vale, un profesor universitario que regresa a su piso de Nueva York para asistir a una conferencia y se ve envuelto en la vida de una joven pareja inmigrante que descubre viviendo en su apartamento de Manhattan.

Globalización al poder

Habitual actor secundario, Thomas McCarthy sorprendió a muchos con su ópera prima tras las cámaras, 'The station agen't, mostrándose como un joven talento a tener en cuenta que se reivindica completamente con esta 'The visitor', película deliciosa en todos los sentidos, incluso en los más peyorativos, si es que puede considerarse como tal -seguro que más de uno así lo piensa- el hecho de mantener el equilibrio entre el cine más comercial y el estilo más independiente.

Encabezada por un Richard Jenkins que, al menos para un servidor, es el único actor capaz de hacer frente a Mickey Rourke en la contienda por la preciada estatuilla el próximo 22 de febrero, 'The visitor' es una película, nunca mejor dicho, en torno a la globalización; y es que el crisol de emociones y temáticas que abarca el segundo largometraje de Thomas McCarthy no deja de sorprendernos, pasando por diferentes estratos que van desde la comedia romántica al melodrama, de la denuncia social al drama de la inmigración.

Quizá no sea casualidad que las dos películas ('Frozen River' y la propia 'The visitor') más marcadamente indies de esta ceremonia de los Oscar aborden, cada cual a su modo, el drama de la inmigración, o que una de las favoritas a Mejor Película ('Slumdog Millionaire') sea un título más próximo a Oriente que a Occidente, en una época en la que Estados Unidos parece -querer- desprenderse de la paranoia posterior al 11 de septiembre, y 'The visitor' es un claro reflejo de ello. Película afable, verdaderamente agradable de ver y hábil manipuladora de los diferentes sentimientos por los que encauza al espectador, la película de Thomas McCarthy es un grito mucho más visceral de lo que deja entrever en primera instancia, amén de una toma de conciencia del proceso de multiculturalización al que se está viendo sometido Occidente.

Thomas McCarthy no deja ningún cabo suelto, y se recrea visualmente, pese a su estilo marcadamente indie, ofreciéndonos subliminales detalles en cada uno de sus planos generales, en los que un arrebatador Richard Jenkins se encuentra rodeado -o, mejor dicho, enmarcado- por todo tipo de elementos ajenos a la cultura propiamente norteamericana, ya sea mediante música, extras, graffitis o establecimientos.

La afinidad emocional que el personaje interpretado por Richard Jenkins- rol solitario y taciturno y reverso oscuro de las virtudes occidentales- siente tanto por sus nuevos compañeros de piso como por su cultura, y su consecuente cambio anímico, es toda una oda a la integración y la desvinculación de los prejuicios sociales, si bien cabe reconocer que 'The visitor' podría llegar a considerararse, en líneas generales, excesivamente idílica. A pesar de ello, sus constantes giros -más sentimentales que argumentales- evitan la edulcoración maniquea, resultando una película tan risueña como demoledora, tan dura como grata de ver.

En fin, una película de contrastes.

Películas