Los zombies de 'The Walking Dead' ya tienen un lugar para aterrorizar a todo el que se atreva a entrar, sea o no seguidor de la popular serie de la AMC. Y es que el parque de atracciones californiano Universal Studios ha inaugurado el pasado 4 de julio, Día de la Independencia estadounidense, una atracción de recorrido de carácter permanente, basada en los sucesos y escenarios de esta "cadavérica" ficción.
No es la primera vez que el parque temático, situado en Hollywood, acoge una atracción de sobre la serie pero las que se realizaron con anterioridad formaron parte de los Halloween Horror Nights, los pases especiales que coinciden con la fiesta. Sin embargo ahora Universal ha optado por tirar la casa por la ventana con un recorrido que reproduce al detalle los decorados de algunas de las localizaciones de la serie, empezando por el hall del hospital presente en el episodio piloto y cuyas famosas puertas en las que se lee "No abrir. Muertos en el interior" dan la bienvenida a los visitantes.
¡Pero cuidado! Aquel que se acerque a la puerta corre el riesgo de ser alcanzado por las innumerables manos descompuestas que intentan abrirse paso entre gruñidos y arañazos. Unas manos realizadas con animatronics (muñecos electrónicos) y cuya presencia no se limita a este punto. Muertos que se arrastran, dejando atrás medio cuerpo, cuerpos esqueléticos que abren y cierran sus mandíbulas en un vano intento de arrancar carne humana y efectos visuales y sonoros que envuelven a los turistas que se adentran en el laberinto. Todas estas tecnologías han hecho posible lograr la tétrica ambientación, según señala que John Murdy, director creativo del parque. Señala que están orgullosos del diseño, que se ha podido realizar gracias a la decisión de establecer la permanencia de la atracción, ya que el presupuesto no es el mismo cuando se trata de pases temporales.
Fuegos falsos, máscaras de silicona, despojos que caen del techo, actores caracterizados que persiguen a los visitantes...el laberinto de 'The Walking Dead' se convierte en una auténtica pesadilla donde uno de los personajes que más sustos da es la Niña de la bicicleta, una reproducción en animatronic de aquella famosa zombie de la que sólo restaba el torso y que grita espantosamente a los que pasan junto a ella.
No para todos los públicos
Una de las decisiones que más polémica han causado en relación a la atracción es su hora de apertura, la misma que la del resto de atracciones del parque. Esto marca una nueva diferencia con los pases temporales de Halloween, ya que estos abrían sus puertas al cierre del parque, de noche y se advertía de su carácter adulto. Sin embargo este nuevo viaje por el universo zombie ha obtenido una calificación de +13 años, lo cual lo aleja de la mayor parte de las atracciones en ese aspecto. Ante las cejas que esto pudiera enarcar, Murdy y su equipo se defienden señalando que "no era posible hacer una atracción sobre 'The Walking Dead' que fuera light", ya que se alejaría del tono de a serie.
9 películas que (quizás) hubieran mejorado con zombis
'Coffee and Cigarettes'
Sí, sí, 'Coffee and Cigarettes' es una gran película, pero, ¿y si sus protagonistas, además de ser fanáticos del café, fuesen muertos vivientes? La comedia que Jim Jarmusch dirigió en 2003 sería un artefacto bien distinto. Se trata de un film de episodios en el que priman el diálogo y la interpretación (hablamos de escenas estáticas), lo cual propicia un argumento muy sencillo: asistimos a conversaciones cuyo único nexo, además de los cigarrillos y el café, es que estas tienen lugar en cafeterías. ¿Qué diría un muerto viviente a un humano, de tú a tú, sin intentar comérselo? ¿No sería una delicia ver a Roberto Benigni o Steve Buscemi confesando las penas mientras sostienen su oreja putrefacta para que no caiga sobre la taza humeante? ¿O asistir a una puesta al día entre dos viejos amigos, Tom Waits y Bill Murray, por ejemplo, en la que recordasen sus juergas juntos de hace cien años, cuando aún eran humanos corrientes?
'Los amantes pasajeros'
Este film de Almodóvar tiene algún que otro punto gracioso, vale, pero en general los sketches, en vez de hacer reír, dan vergüenza ajena de tan trillados. La infección de alguno de los pasajeros (o de algún miembro de la tripulación) hubiera bastado para darle algo más de vidilla a esta pobre comedia. El excelente reparto con el que cuenta 'Los amantes pasajeros', la omnipresente (y normalmente entrañable) caspa almodovariana y el escenario claustrofóbico (un avión) hubieran combinado perfectamente con el pulule de un muerto viviente y los graciosos problemas que este ocasionaría.
'Underworld: Evolution'
En la saga 'Underworld', vampiros y hombres lobo se enfrentan en una guerra ancestral por el control del submundo (o algo así). La primera entrega (2003) está bien, dado que la temática aún no había sido excesivamente explotada, pero las secuelas... 'Underworld: Evolution' (2006) pierde tanto la frescura como ese aliento británico tan atractivo del film original. Teniendo en cuenta que el eje principal es, precisamente, una confrontación entre razas, ¿por qué no incluir, aunque fuese de forma anecdótica, a una tercera especie emergente? De este modo, los zombis adquirirían el rango de raza que, después de tantos años, tanto rol secundario y tantas bajas, merecen. Eso sí, a Selene (Kate Beckinsale) ni tocarla.
'La isla'
'La isla' (2005), film del endiosado (con o sin razón, ahí no vamos a entrar) Michael Bay, pierde fuel al poco rato de desarrollo. Hemos visto demasiadas películas distópicas en la misma línea como para que una historia como esta, sin chicha, nos provoque siquiera cosquillas. Ewan McGregor y Scarlett Johansson, sobre los que recae toda la carga de sacar a flote la insustancialidad en estado puro, tampoco están a la altura del precio de una entrada de cine. Así pues, uno de los dos debería ser infectado, primero, para acabar muriendo en brazos del otro. O, mejor todavía, ambos infectados y muertos, en una especie de remake posmoderno de 'Romeo y Julieta'.
'Toc Toc'
El género al que pertenece 'Toc Toc' queda, en no pocas ocasiones a lo largo del metraje, bastante desdibujado. ¿Es un thriller? ¿Una comedia negra? ¿Una broma? Como el tono general no está bien definido, y la interpretación de los actores no ayuda a meter al espectador en la deseable atmósfera tensa, la única vía que se nos ocurre para haber evitado el batacazo era convertir a la cruel pareja de muchachas en zombi. Asimismo, la cara perpetua de circunstancia de Keanu Reeves quedaría justificada, más aún si asistiéramos también a su progresiva infección. Eli Roth ya demostró que se le daba bien trabajar con grandes cantidades de sangre y vísceras en 'Hostel', así que ¿por qué no dar un pequeño giro hacia el género zombi, ayudándonos de ese modo a saber cuándo reír y cuándo asquearnos?
'Solo dios perdona'
Si preguntas a alguien a quien haya gustado 'Solo dios perdona' el porqué de su valoración, con toda probabilidad te dirá "por la estética", o bien, "por la enrarecida atmósfera, muy lograda a través de la iluminación". Ok, es cierto que en ese aspecto Nicolas Winding Refn se luce, pero de ahí a que ello justifique los 89 infumables minutos hay un trecho. ¿De qué va? Pues... es una historia de venganza, ¿no? Y... está protagonizada por Ryan Gosling. El cineasta danés metió la pata con su pseudo-experimental thriller, seguramente crecido tras el éxito de 'Drive'. La cosa hubiese cambiado con la presencia de unos cuantos muertos vivientes, que al menos hubieran amenizado el soporífero tempo: si sabes que hay zombis, no te importa (tanto) aguantar, ya que sabes que, antes o después, alguno va a salir de donde menos lo esperas para asustarte. Una manera adecuada de introducir la excusa zombi, y muy en la línea poética de Winding Refn, sería hacerlo metafóricamente, es decir, que las criatura moribundas simbolizasen algo más allá de lo evidente. La decadencia occidental, por ejemplo.
'Zoolander 2'
Es difícil imaginar qué hubiese debido cambiar Ben Stiller para evitar el garrafal batacazo de 'Zoolander 2' (al menos en cuanto a críticas), dado que casi todo el film es en sí mismo un mal pastiche de su predecesor (y de tantas otras comedias tantas veces vistas). Así pues, la única hipotética solución que se nos ocurre es colocar a sus personajes en un escenario zombi, incluso al mismísimo Zoolander. Cambiar la mirada Acero Azul por la mirada Acero Rojo, una mirada que asquease e infectase a quien fuese alcanzado por ella. Otra alternativa: que el único muerto viviente fuese Mugatu (Will Ferrell), brindando así al comediante, quizá, el papel de su vida.
'300: El origen de un imperio'
Aunque resultase muy difícil igualar a su predecesora, '300', no era necesario caer tan bajo. El bodrio que fue '300: El origen de un imperio' es casi una deshonra contra el film de Zack Snyder. Carente de la épica, el ritmo y las espectaculares escenas de la primera, esta precuela no pasa de ser una laxa golosina visual sin alma. Con todo, y dado que la violencia y los efectos especiales debían ser el principal atractivo del film, por qué no introducir a las criaturas que mejor lucen empapadas en sangre. Si vas a reproducir una excelente leyenda concebida por otros, al menos hazlo con buen gusto. Y, si no sabes, utiliza a los muertos vivientes como excusa: con un "es que quería hacer una de zombis" hubiera bastado para salir del paso más o menos airoso.
'Noé'
Aunque en 'Noé' Darren Aronofsky no abandona su temática predilecta, la obsesión, puede decirse que es la película más floja y menos suya de su carrera. No deja de ser una digna adaptación de una historia bíblica, interpretada por excelentes actores, pero carente del ritmo y la intensidad característicos del cineasta. Con todo, el film no era algo del todo nuevo para él: en 'La fuente de la vida', Aronofsky ya había jugado con una leyenda, aunque en aquella ocasión de forma más libre, menos literal. Así pues, ¿por qué no llevar de nuevo a su terreno un relato que, por otra parte, otros inventaron antes? Una infección letal hubiera añadido ese plus de urgencia que suele mover a sus personajes. Además, la presencia de animales y el entorno salvajemente natural son muy propicios para la propagación de cualquier virus. De este modo, Noé (Russell Crowe) se vería abocado a tomar decisiones todavía más drásticas. El dramatismo, entonces, podría haber alcanzado cotas insospechadas, vacunando así a la película contra el olvido.