Qué pena da acabar las vacaciones, aunque si te alojas en 'The White Lotus' tienes que dar gracias si logras llegar con vida al check-out. La tercera temporada de la serie creada por Mike White ha concluido tras ocho episodios en Tailandia, donde la tensión se ha ido elevando capítulo a capítulo entre los trapos sucios y cuentas pendientes de sus protagonistas.
Bajo el título de 'Amor Fati', sus protagonistas se han despedido con el episodio más extenso de toda la ficción. Unos apoteósicos 90 minutos con un último tramo que ha dejado más de una víctima mortal y otra que se ha quedado a las puertas del más allá. Pero vamos por partes desgranando cómo se han resuelto todas las tramas pendientes.
Cuando Belinda (Natasha Rothwell) viajó hasta el país del sudeste asiático no esperaba encontrarse con Greg (Jon Gries), el viudo de Tanya (Jennifer Coolidge) en cuya muerte estuvo involucrado. Para tratar de comprar el silencio de la directora del spa del resort de Hawái, le ofrece 100.000 dólares, pero ella tiene miedo y serias dudas morales. Es su hijo Zion (Nicholas Duvernay) quien la convence para negociar haciendo posible elevar la cifra hasta los 5 millones de dólares. Así, todas las dudas de Belinda se disipan y abandona Tailandia siendo rica y haciendo lo mismo que Tanya le hizo a ella: abandona a Pornchai (Dom Hetrakul) y su promesa de abrir juntos un centro.

Quienes también han podido volver a casa son las tres amigas cuyo vínculo ha estado a punto de romperse. La brecha abierta entre Jaclyn (Michelle Monaghan), Laurie (Carrie Coon) y Kate (Leslie Bibb) parecía insalvable, pero tras la noche loca de la segunda y las disculpas de la primera han podido darse cuenta de que los lazos que las unen son irrompibles y que sus diferencias son, precisamente, lo que hace que su amistad esté por encima de todo.
Tres muertes y casi cuatro
Pese a que el grupo de fallecidos este año es más elevado que en las temporadas anteriores, podría haber sido mucho mayor. La familia Ratliff ha sido una de las mayores sensaciones de la temporada con Timothy (Jason Isaacs) ciego de Lorazepam para tratar de controlar sus nervios ante la investigación abierta por sus turbios negocias que llevará a su familia a perderlo todo. Después de fantasear con acabar con todos para evitarles este dolor, se decide cuando si hija Piper (Sarah Catherine Hook) regresa del centro budista dándose cuenta de que no puede vivir sin sus privilegios para alegría de Victoria (Parker Posey), su madre.
Desesperado, el patriarca mete en la batidora semillas venenosas de una fruta para preparar un cóctel y morir todos juntos. No obstante, en el último momento se arrepiente y lo impide. Es a la mañana siguiente cuando Lochlan (Sam Nivola), que previamente aborda brevemente con su hermano Saxon (Patrick Schwarzenegger) lo de su incestuoso encuentro reconociendo que solo quería complacerle, se prepara un batido tomando por error todos los restos de las semillas. Cayendo inconsciente en la piscina, está a punto de morir pero acaba despertando en brazos de su padre, que finalmente tendrá que afrontar con su familia su nueva situación. "Las cosas están a punto de cambiar. Lo superaremos como familia. Somos una familia fuerte y nada es más importante que la familia", les avisa en el barco de camino al aeropuerto antes de que puedan encender sus móviles.

Todo el drama acaba explotando en torno a Rick (Walton Goggins). Vuelve al resort creyendo haber dejado el pasado atrás después de haberle plantado cara a Jim Hollinger (Scott Glenn), el supuesto asesino de su padre. Todo cambia cuando el marido de Sritala (Lek Patravadi), dueña del hotel, acude y se enfrenta a él volviendo a abrir las heridas. Los demonios vuelven y cuando el matrimonio se está haciendo una fotografía con Jaclyn y sus amigas, Rick logra quitarle la pistola y le dispara acabando con la vida de Jim. Para su sorpresa, Sritala le confiesa que en realidad él es su padre.
Se inicia así un tiroteo en el Rick acaba con las vidas de los dos guardaespaldas de Jim, pero dejando también una víctima inocente. Una bala acaba acertando en el pecho de su novia, Chelsea (Aimee Lou Wood), que se convierte en la segunda víctima muriendo en sus brazos después de haberle pedido que se centre en el amor que tiene y no anclado en el que nunca tuvo.

Devastado, Rick coge a Chelsea en brazos para abandonar el lugar, pero Gaitok (Tayme Thapthimthong) llega tras haberse decidido a abandonar su puesto de trabajo al saberse incapaz de hacer daño a nadie. Ante una Sritala gritándole que dispare, el guardia de seguridad aprieta el gatillo y mata a Rick, que cae al estanque con su novia quedando los dos flotando en las aguas del The White Lotus.
Gaitok, que fue incapaz de denunciar a su compañero Valentin (Arnas Fedaravičius) pese a descubrir que él y sus amigos organizaron el robo, sella el destino de la tercera víctima y de esta manera logra el ascenso para el que parecía no estar preparado convirtiéndose en guardaespaldas personal de Sritala. Queda en el aire si al final llega a iniciar una relación con Mook (Lalisa Manobal).
Tragedia griega
Mike White, creador de 'The White Lotus', explica en el podcast de la serie la razón que le ha llevado a plasmar una matanza así. Su intención era hacer una tragedia griega: "Es un tema clásico de la tragedia griega: alguien que mata a su ser querido en un intento de venganza". "Rick tiene a una persona que lo ama de verdad, y simplemente no puede experimentar el amor en el presente porque está tan obsesionado con su propia falta de amor y la falta de amor que tuvo en su pasado", analiza. Eso sí, en el triste final de la pareja señala el indicio de "una vida en el más allá". "Ese amor trasciende esta vida", apunta.
Confirmada una cuarta temporada, ahora habrá que esperar qué próximo resort conoceremos después de pasar por Hawái, Sicilia y Tailandia. ¿Viajaremos a un nuevo continente? La otra gran pregunta es qué personaje o personajes volverán. ¿Seguirá Greg, el único que se ha mantenido en las tres temporadas? ¿Volveremos a ver a Belinda? ¿O seremos testigos de cómo está siendo la nueva situación de los Ratliff?