A principios de los 2000 el cine de terror era un espacio yermo donde habían empezado a germinar toda una serie de brotes que, a su manera, irían determinando el futuro más cercano del género, el cual parecía no saber hacia dónde ir tras unas décadas gloriosas. Después de tocar techo en los setenta, vestirse de gloria en los ochenta y convertirse en algo casi elitista en los noventa, había llegado la hora de renovarse o morir.
Y como siempre, los ciclos a los que ha estado sometido el terror desde su existencia, regresaron para darle un empujón. Al mismo tiempo en el que la oleada del neoslasher quedaba desgastada por la repetición de los mismos esquemas de siempre, desde el lejano oriente llegaba la fiebre por el J-Horror, el cual pasaría a invadir parte de las carteleras con propuestas originales y los pertinentes remakes que Hollywood no se pudo resistir a hacer. Siguiendo esta tónica, y del mismo modo en el que ya había pasado en tiempos anteriores, se abrió la posibilidad a una nuevo forma de negocio recuperando clásicos del pasado: había llegado la hora de remakear los viejos títulos de terror que habían tenido un éxito (relativo o no) en el pasado.
Tren de la bruja
Dentro de este contexto, es donde nace '13 fantasmas', ópera prima de Steve Beck con la que se le daba una nueva oportunidad a los clásicos de William Castle a través de la productora Dark Castle, y cuya intención era la de hacer conocer a las nuevas generaciones los films de horror que habían sido un éxito en el pasado.
Protagonizada por Shannon Elizabeth, Tony Shalhoub, Matthew Lillard, Embeth Davidtz, J.R. Bourne y F. Murray Abraham, la historia nos presentaba a Arthur y sus dos hijos, quienes acaban de heredar la mansión de un tío lejano. Una vez llegados al lugar, y dejando a un lado que el diseño de la casa parezca el delirio de un arquitecto voyeur, descubrirán que fue concebido como una máquina que contiene a trece fantasmas entre sus paredes de cristal.
La fiesta estará servida a golpe de jumpscares de manual y una autoconciencia de puro divertimento sin pretensiones, el cual recordamos en el presente especial como lo que es: un entretenimiento de horror mainstream que miraba con amor al film original en el que se basó y que acabó adquiriendo cierto estatus de glorioso placer culpable.
Curiosidades de '13 fantasmas'
La original
En 1960 se estrenó 'Los 13 fantasmas', uno de los hitos de la serie B de terror estadounidense que dirigió William Castle y que estuvo escrito por Robb White.
En ella, una familia heredaba una casa en la que no contaban que deberían enfrentarse a los fantasmas que habitaban en ella, los cuales esperaban ansiosos la llegada del decimotercer espectro para poder ser liberados.
Los guionistas
Basándose en el guion original de 1959 de Robb White, la tarea de llevar a cabo la escritura del nuevo guion recayó sobre Neal Marshall Stevens y Richard D'Ovidio.
El primero, se había formado en las filas de la Full Moon, la compañía de terror de serie B fundada por Charles Band, escribiendo los guiones de títulos como 'Cabeza de familia', 'La rebelión de los monstruos' o 'Juguetes asesinos' (la primera entrega de la prolífica saga 'Puppet Master'). El segundo, debutaba el mismo año que '13 fantasmas' como guionista, siendo autor del libreto de 'Herida abierta', película de acción protagonizada por Steven Seagal.
Además, y pese a que no estuvieran acreditados como tal, hubo otros dos nombres que pusieron su granito de arena en el guion: Todd Alcott, quien acababa de estrenar 'Antz (Hormigaz)' y un por entonces casi desconocido James Gunn.
Guiño al gimmick
Por todos es conocida la afición que tuvo William Castle para convertir los pases de sus película en espectáculos propios del túnel de terror de una barraca de feria.
Para el caso de 'Los 13 fantasmas', el director optó por distribuir entre los espectadores unas gafas que eran las que permitían ver a los espíritus en pantalla. En el remake de Steve Beck, esto aparece en la trama como homenaje directo, pues son los protagonistas de la película quienes necesitan de unas lentes para poder ver a los espectros.
Dark Castle
A muchos les sonará el logo de Dark Castle, productora que a finales del pasado siglo irrumpió con la intención de hacerse un hueco dentro del competitivo negocio de Hollywood.
Fundada por Joel Silver, Jared Bush y Robert Zemeckis, nació con la idea de rendir tributo al cineasta William Castle, y la principal idea era la de remakear sus películas clásicas para atraerlas a las nuevas generaciones.
En 1999 llegó el primer film de la compañía, 'House on Haunted Hill', basado en House on Haunted Hill">el film homónimo de 1959, siendo '13 fantasmas' la segunda. La siguiente revisión de la obra de Castle sería con 'La casa de cera', pero el resto de sus producciones directamente se alejaron del cine de Castle, y salvo títulos como 'Ghost Ship. Barco fantasma', 'Gothika', 'La cosecha' o 'La huérfana', ya nadie se acuerda de Dark Castle.
La Princesa X
Por extraño que parezca, el maquillaje que tenía que recibir Shawna Loyer, la actriz que interpretó a la Princesa Enojada, el sexto fantasma, era de los más elaborados de todo el set, llegando a tener que estar hasta un total de cinco horas esperando a que los profesionales hiciesen su trabajo.
Durante un tiempo, un rumor provocó que Loyer adquiriese cierto estatus de celebrity en la época, pues se llegó a decir que en realidad el papel estaba interpretado por la estrella del porno Aria Giovanni, quien habría utilizado un pseudónimo para aparecer acreditada en '13 fantasmas'. Sin embargo, lo único que unía a Giovanni a la película de Steve Beck, fue el haber participado en la parodia porno 'Thirteen Erotic Ghosts'.
El Príncipe Desgarrado
El Príncipe Desgarrado era el quinto fantasma, y su nombre real era el de Royce Clayton (interpretado por Craig Olejnik), un joven jugador de baseball fallecido en un trágico accidente.
Sin ir más lejos, la identidad del personaje estaba basada en un hombre real, estrella de dicho deporte entre finales de los noventa y principios de los 2000, y que también haría su incursión en el cine en 2011, año en el que aparecería como secundario en 'Moneyball: Rompiendo las reglas'.
El Zodiaco Negro
Uno de los aspectos más interesantes de '13 fantasmas', fue el ver cómo la película se preocupaba por crear una mitología propia para el trasfondo de su propia historia.
Para ello, el Zodiaco Negro fue clave para otorgar a los diferentes espectros de la película la importancia necesaria para elaborar ese complejo ritual llevado a cabo en la Máquina de Basileo, un instrumento diseñado por el mismísimo Diablo, lo cual no viene a ser otra cosa que una especie de paso agigantado sobre la Alquimia, que aparecerá aquí como una suerte de elemento propio del steampunk con esa locura de engranajes.
Los extras
Con su llegada al mercado doméstico, quienes navegaron a través de los extras del DVD pudieron comprobar cómo este estaba plagado de información adicional acerca de la historia de la película.
En concreto, se ahondaba en las biografías ficticias de los espectros de la película, de quienes se exponía un breve background para que así el espectador pudiese ampliar los conocimientos acerca del universo que presentaba la película.
Efectos especiales
Si por una de sus secuencias ha pasado a la historia '13 fantasmas', es por la brutal disección en vertical de J.R. Bourne, quien interpreta a Benjamin Moss en la película.
En el apartado técnico, el film invirtió gran parte de su presupuesto en el set de rodaje y en todo el trabajo de producción y maquillaje que la historia requería. Además, para dotar de realismo a los espectros, se optó por dar mayor importancia a lo artesanal que al CGI. Para muestra, el Torso, quien era el segundo fantasma, estuvo interpretado por un hombre amputado real, y cuya cabeza fue eliminada del montaje con la utilización de una capucha negra.
El atronador sonido con el que fue dotada la película en su montaje final y la mezcla de luces y montaje de imágenes, hizo que muchos espectadores llegasen a sentir '13 fantasmas' como una película cuyo visionado resultaba "físicamente agotador".
Acogida
El presupuesto de '13 fantasmas' alcanzó los 42 millones de dólares, una cifra que no escatimaba en gastos tratándose de un supuesto título de terror que venía a rendir homenaje a la serie B. La recaudación final de la película en la taquilla de todo el mundo fue de poco más de 68 millones.
Por lo referente a la crítica, el film fue bastante vapuleado, llegando a ser incluido por Roger Ebert en su lista de películas más odiadas de la historia.
Siendo conscientes de su propia naturaleza como puro divertimento de horror mainstream, '13 fantasmas' pasó a ser considerada como uno de los guilty pleasures clave para toda una generación de adolescentes que crecieron amando la película.