Un año más hemos vivido las nominaciones a los Premios Oscar y los títulos de las películas, nombres de actores, directores y canciones candidatas a estos premios han sido revelados. Entre candidatos titánicos como 'La ciudad de las estrellas: La La Land' y 'La llegada', hemos podido descubrir que el cortometraje español 'Timecode' ha sido uno de los nominados por la Academia al Premio a a Mejor Cortometraje de Acción Real.
Este corto, de quince minutos de duración que se engloba dentro de la categoría de drama cuenta la historia de dos guardias de seguridad de un parking. Sus nombres, Luna y Diego. Mientras él se encarga del turno de noche, ella trabaja durante el día. Esta es la sinopsis oficial ofrecida por la productora.
'Timecode', el cual también está nominado a los Premios Goya y a los Premios Gaudí, ha sido ya premiado con la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes y en la categoría a Mejor Cortometraje Europeo en el Festival Internacional de Cine de Gante.
Sin embargo esta nominación a los Oscar para el cortometraje, dirigido y escrito por Juanjo Giménez cuyos actores principales son Lali Ayguadé (Luna) y Nicolas Ricchini (Diego), supone la séptima que recibe un cortometraje español en esta categoría. Ninguno consiguió llevarse la estatuilla a casa, ¿será esta la primera vez?
¿Qué sucede ahora?
Una vez anunciadas las candidaturas, la Academia enviará los DVD con los cinco nominados dentro de la categoría a todos sus miembros y además se organizarán proyecciones. Este año, además, todos los componentes de la misma podrán dar su voto dentro de esta categoría, como si del Premio a Mejor Actor o a Mejor Película se tratara. Los resultados de estas votaciones se darán a conocer en la mítica gala que tendrá lugar el sábado 4 de febrero.
Cortometrajes convertidos en películas
'Frankenweenie'
El salto del cortometraje al largo de 'Frankenweenie', fantástico trabajo original de 1984 con el que Tim Burton se iba descubriendo como autor capaz de convertir homenajes e influencias en melancolía y belleza, fue saludado como un regreso en toda regla del director californiano a un universo propio e intransferible con el que la reconciliación con su obra, tras varios proyectos fallidos, estaría un poco más cerca. Quedaban atrás los remakes de clásicos intocables y series de televisión, las adaptaciones literarias facilonas y acartonadas, y volvía el director que nos había conquistado en tantas ocasiones.
Y era difícil, a esas alturas, afirmar que Tim Burton había realizado su película más autobiográfica, ya que todos sus trabajos mantienen las mismas constantes emocionales, pero es inevitable ver en el pequeño Víctor, en su mundo de oscuridad y ternura, a su alter ego. Con un trabajo de stop motion deslumbrante, y ayudado por la inconfundible banda sonora de un Danny Elfman especialmente inspirado, 'Frankenweenie' conseguía despertar un hilo de esperanza entre Burton y sus seguidores, eso sí, distanciándose aún más de sus detractores. Aquellos que vivirían un nuevo momento de gloria con su siguiente proyecto, la fallida 'Big Eyes'.
'District 9'
No fueron pocos los que vieron en el primer trabajo de Neill Blomkamp, 'District 9', una obra maestra. Incluyendo, para sorpresa de todos, la Academia de Hollywood, que la nominó a, nada más y nada menos, que cuatro Oscar, incluyendo Mejor Película. La propuesta, que, con todo, recibió más alabanzas de las que, seguramente, merecía, había nacido en el cortometraje de 2005, 'Alive in Joburg', escrito y dirigido por el propio Blomkamp, quien se basó en él para engrandecerlo y adornarlo con mayores dosis de espectáculo cuatro años más tarde. El tiempo, y 'Chappie', ha hecho que nuestras esperanzas en su creador se hayan difuminado, casi, por completo, pero en aquel lejano 2009 necesitábamos a un buen director de ciencia ficción (joven), alguien que ofreciera algo nuevo y que tuviera un discurso interesante en terrenos ya conocidos. Y ese parecía Blomkamp. Lástima que haya preferido tirar por el camino de las explosiones y las escenas de acción trepidantes más tópicas del género.
'Juerga hasta el fin'
La mejor comedia estrenada en 2013, y me bato en duelo con quien haga falta, está basada en un cortometraje titulado 'Jay and Seth vs. the Apocalypse', dirigido y escrito por Jason Stone, y protagonizado por Jay Baruchel y Seth Rogen en 2007. Aquel trabajo, claro, no era más que un esbozo, un tímido chiste que terminaría convertido en 'Juerga hasta el fin', uno de los artefactos de humor más salvajes, libres y conseguidos de los últimos años.
El triunfo es básico, conseguir a la mayoría de grandes cómicos de la última generación, ponerlos en una situación extrema y, simplemente, observar el 'más madera', el siguiente nivel, intentar adivinar dónde está un límite que nunca llega. Podría haber salido mal, muy mal. Se podría haber ido la mano, se podría haber caído en lo vulgar más facilón o, lo que es peor, se podría haber convertido en una fiesta privada entre colegas donde los únicos que disfrutaran, y entendieran los chistes, fueran ellos. Pero no. Un ejercicio despojado de todo control, divertidísimo. Una película que consigue llegar a la risa empezando por no tomarse en serio a sí misma.
'Whiplash'
Veamos la cara positiva del salto del cortometraje al largo. 'Whiplash', dirigida y escrita por Damien Chazelle, llegaba a nuestras vidas en 2013 con una duración de poco más que quince minutos, contándonos la historia de un joven batería con dosis extra de ambición y que sueña con formar parte de la orquesta de jazz de un prestigioso conservatorio. El resultado era tan potente como un solo de batería incombustible, lo que causó una recepción entusiasta en el Festival de Sundance, consiguiendo el premio al Mejor Cortometraje y facilitando la financiación de su adaptación al largo.
Y si aquellos que disfrutaron entonces dudaban de si se mantendría la esencia, no tuvieron que esperar más que un año para resolver sus dudas.'Whiplash', de nuevo con un J.K. Simmons en el reparto que engrandecía un personaje que olía a icono cinematográfico desde su primera aparición, se convertía en la película revelación de 2014, consiguiendo cinco nominaciones a los Oscar de las que se materializaron tres: Montaje, Sonido y, claro, Simmons. Un clásico contemporáneo que elevaba su propia naturaleza y nos dejaba extasiados.
'Pixels'
Veamos la cara negativa del salto del cortometraje al largo. En 2010, Patrick Jean, creaba una pequeña historia para Internet en el que una nube de píxeles invadía Nueva York, convirtiéndose en videojuegos como PacMan, Tetris o Space Invaders. Un homenaje simpático y original a alguno de los juegos más emblemáticos de nuestra infancia y adolescencia que provocó la lucha salvaje entre distintas productoras para hacerse con los derechos para convertirla en largometraje. Cinco años más tarde, por alguna razón que no alcanzamos a entender, Jean se decantó por Adam Sandler, quien consiguió que Chris Columbus, uno de los directores, a priori, más idóneos para llevar a cabo una propuesta de estas características, terminara participando en una película que anulaba la personalidad del cortometraje original, de su realizar y de todos los responsables que no se apellidaran Sandler, convirtiendo un punto de partida cercano a lo genial, en una tontería importante, sin la más mínima gracia. Una auténtica pena.
'Número 9'
Neil Genzlinger, crítico de The New York Times, lanzaba esta crítica sobre el cortometraje '9' en 2005: 'Muñecos de trapo en el mundo de 'Terminator'. Te deja con ganas de más'. Y ya sabéis aquello de: cuidado con lo que deseas porque se puede cumplir. Cuatro años más tarde, Tim Burton, influencia evidente en todo lo que rodeaba aquel trabajo, debió pensar lo mismo que el bueno de Neil, se puso en contacto con su guionista y director, Shane Acker, y le propuso realizar un largometraje que, pese a no alcanzar la recepción crítica de su precedente, nominado al Oscar a Mejor Cortometraje, si que mantenía el estilo, la esencia y el tono de aquel. Desde entonces, Acker no ha vuelto a rodar ninguna película, algo que cambiará el año que viene con 'Depp', un regreso en el que volverá a servirse de la animación para llevarnos, en esta ocasión, hasta un mundo post-apocalíptico, destrozado tras la Tercera Guerra Mundial y en el que los humanos se ven obligados a refugiarse en barcos hundidos. Metal por trapos.
'Mamá'
Si 'Número 9' debe su paso de cortometraje a largo a Tim Burton, el caso de 'Mamá' tiene como principal culpable a Guillermo del Toro, quien convirtió un homenaje al terror de tres minutos de duración en un cuento desigual pero muy potente visualmente en un éxito de taquilla de poco más de hora y media. En ambos casos, se mantenía tras las cámaras su creador, Andy Muschietti, que contó con la inestimable ayuda de un reparto en el que brillaba con especial intensidad Jessica Chastain, acompañada del, por entonces semidesconocido, Nikolaj Coster Waldau. Estrenada en más de 2.600 salas de Estados Unidos, 'Mamá' consiguió alcanzar el número 1 de la taquilla en su primer fin de semana, con casi 30 millones de dólares de recaudación. De menos a (mucho) más.
'Babadook'
Una de las películas revelación del año 2014, 'Babadook', también tuvo su origen en un cortometraje estrenado, nada más y nada menos, que nueve años antes y con el que compartía directora, Jennifer Kent, título y punto de partida argumental. La sinopsis, resumida, nos hablaba de una madre y un hijo en una lucha conjunta contra un monstruo que los aterra y acosa en su propio hogar, pero la realidad nos trajo una película mucho más relacionada con el drama psicológico que con los sustos y golpes de efectos más elementales del género. Algunos nos quedamos fríos, esperando más tras el aluvión de críticas entusiastas que la rodeaban, pero sirvió para descubrirnos a Kent, una de esas directores con ideas claras y pulso firme que no se dejó impresionar por su salto al largometraje, manteniendo las constantes básicas de su historia.
'Saw'
Antes de que se convirtiera en una especie de parodia de sí misma, la saga 'Saw' consiguió mezclar con sumo talento el gore, el terror clásico y el thriller más sorprendente. El primer ejemplo de aquel lejano poder que emanaba esta historia con más giros que una buena montaña rusa, lo tenemos en el cortometraje homónimo que se estrenaba en 2003 y que nos descubría a un director, James Wan, que el tiempo ha elevado a maestro del género. Con los elementos básicos, pocos personajes y los escenarios justos, 'Saw' se convertía automáticamente en una joya de culto que terminó de explotar con la primera entrega de su franquicia cinematográfica.
Aquella dejó a millones de espectadores con la boca abierta, aportaba uno de los desenlaces más inesperados y logrados de los últimos años y plantaba las bases de un universo que, por desgracia, solo ha evolucionado hacia el desastre más absoluto. A la espera de que su anunciado reboot, 'Saw Legacy', octava entrega de la saga, intente volver a sus brillantes orígenes, tan solo nos queda el valioso recuerdo de un corto y un largo que supieron entenderse a las mil maravillas.