El cine de Kathryn Bigelow se ha caracterizado siempre por el manejo ejemplar de la tensión, el equilibrio entre el músculo y el sudor, el nervio como pilar básico sobre el que construir cualquier relato, la fuerza explotando en cada escena, incluso en aquellas en las que el silencio brilla por su presencia. Su cámara es temblor y coherencia. Volcán y arañazo. Estallido y precisión.
Responsable de un total de diez largometrajes de ficción en los que el error de bulto destaca por su ausencia, pese a que, evidentemente, hay trabajos especialmente inspirados, Bigelow ha conseguido ser una cineasta tan importante como respetada. Y es que, más allá de triunfos históricos como su victoria en la categoría de Mejor dirección en los Oscar, hablamos de un talento con sello propio y autoría incontestable.
En definitiva, una directora que, película a película, ha ido dando forma a una trayectoria profesional muy cercana al terreno de lo intachable. Cada nuevo estreno bajo su nombre supone un acontecimiento en un mundo cinéfilo plenamente consciente de que, si ella anda detrás del proyecto, la experiencia valdrá la pena. El triunfo Bigelow.
Todas las películas de Kathryn Bigelow, de menos a más
'El peso del agua'
Adaptación de la novela de Anita Shreve, 'El peso del agua' es el trabajo más fallido de Kathryn Bigelow hasta la fecha, lo cual ejemplifica de manera bastante contundente el alto nivel de su carrera. Y es que, pese al evidente desequilibrio de interés entre las dos tramas que conforman la película, estamos ante un trabajo con puntuales destellos de genio de una cineasta que se muestra especialmente eficaz a la hora de tratar la violencia y la sensualidad. En ese sentido, conviene destacar respectivamente las interpretaciones de Sarah Polley y Elizabeth Hurley, dos de las virtudes más evidentes de una propuesta que nunca termina de atraparte del todo.
'K-19: The Widowmaker'
En principio, todos los elementos necesarios para que 'K-19: The Widowmaker' rindiera a un altísimo nivel estaban ahí, presentes y radiantes. Una directora de prestigio, la siempre interesante Kathryn Bigelow, un reparto de primerísimo nivel con Harrison Ford y Liam Neeson a la cabeza y una historia basada en hechos reales llena de intriga, dramatismo y acción. Sin embargo, la duración claramente desmedida de la cinta, la incapacidad de despertar algo parecido a la emoción en el espectador y, sobre todo, las tremendas caídas de ritmo que sufre durante su tramo central, provocados por una reiteración de situaciones desesperante, terminan acercando a 'K-19: The Widowmaker' al puerto de la decepción. Tocada y hundida por aburrimiento.
'The Loveless'
Exceptuando la entregada interpretación de Willem Dafoe, actor incapaz de estar por debajo del notable, no hay nada especialmente memorable en 'The Loveless', correcto debut de una Kathryn Bigelow que, a pesar de todo, se las apañaba para dejar más de una escena con su particular identidad visual. Mejor cuando más gamberra y salvaje, esta historia de pandilleros, rock and roll y peinados imposibles no es un primer trabajo excelente, pero está mucho más cerca del notable que del desastre.
'En tierra hostil'
Desde su prólogo, abrumador de pura contundencia cinematográfica, 'En tierra hostil' desprende un nervio especial, un pulso deslumbrante, una contundencia a ras de arena, sudor y tensión. La intriga es, claro, una cuenta atrás, pero también el terror, la incertidumbre y la mano temblorosa bajo un cielo abrasador. No existe lugar para el mínimo fallo. ¿Un error? Adiós. En esa fina línea que separa el todo de la nada es el lugar exacto en el que la película de Kathryn Bigelow se mueve. Y en el que explota.
Además de ser una de las ganadoras del Oscar a Mejor película más sorprendentes de los últimos años, un logro que tiene mucho de histórico, esta cinta bélica de músculo férreo, mirada perdida y heridas sin cicatrizar, sirve para ejemplificar, por enésima vez, el talento de una directora tan incombustible como apasionante. Su manera de rodar, intensa, arrebatadora, impulsiva y equilibrada a la vez, es el gran atractivo de una cinta que se sufre desde la mirada. Y desde la taquicardia.
'Días extraños'
Escrita por Jay Cocks y James Cameron, 'Días extraños' es una de esas joyas de culto enmarcadas en el género de la ciencia ficción que no deja de crecer con el paso de los años desde su lejano estreno en 1995. Un thriller trepidante marcado por un ritmo que es puro vértigo en el que Bigelow demuestra estar pasándoselo pipa en todas y cada una de las escenas, desde las más íntimas hasta las más espectaculares. Un auténtico recital que eleva la película por completo en todas y cada una de las direcciones.
'Le llaman Bodhi'
Tras las magníficas 'Los viajeros de la noche' y 'Acero azul', Kathryn Bigelow redondeó su particular tridente de oro con 'Le llaman Bhodi', una de sus películas más celebradas e icónicas. Protagonizada por unos estupendos Keanu Reeves y, sobre todo, Patrick Swayze, esta historia de identidades falsas, olas gigantes, persecuciones imposibles y atracos perfectos es uno de esos entretenimientos cinematográficos incapaces de envejecer. Una pieza fundamental de la filmografía de la cineasta.
'Acero azul'
Desde su espectacular prólogo, incluyendo unos fabulosos títulos de crédito iniciales, 'Acero azul' supone una experiencia cinematográfica cien por cien Bigelow. Aquí hay tensión, pulso, nervio, fuerza, carne, sangre, sexo y vértigo. Un magnífico thriller policiaco que se disfruta pegado a la pantalla y en el que destaca, además del admirable trabajo de la directora, la interpretación de una inmensa Jamie Lee Curtis. Una de las mejores cintas de acción de la década de los 90.
'Los viajeros de la noche'
Un western con vampiros. Solamente con ese punto de partida ya tiene buena parte del partido ganado 'Los viajeros de la noche'. ¿Lo mejor? Que el segundo largometraje de Kathryn Bigelow vuela mucho más alto de su maravilloso punto de partida hasta alcanzar la condición de clásico instantáneo gracias a una poesía visual tan descarnada como conmovedora, un grupo de personajes inolvidables, un emotivo romance y, por encima de todo, una dirección completísima de la primera a la última escena. La mejor película de la primera etapa de Bigelow y una de las cimas más brillantes de su carrera.
'La noche más oscura'
Lo que en otras manos podría haber sido una cinta maniqueísta, manipuladora y propagandística, entre otras cosas, se convierte gracias al talento de Kathryn Bigelow en algo realmente cercano a la obra maestra. Cuatro años después de triunfar en los Oscar con la aclamada 'En tierra hostil', la cineasta regresaba con una película formidable en la puesta en escena, hipnótica en su narrativa y arrebatadora en sus interpretaciones. Con un buen puñado de escenas memorables, 'La noche más oscura' es una película fundamental en la trayectoria de Bigelow y la historia del cine de espionaje y terrorismo.
'Detroit'
Es una lástima que 'Detroit', la gran obra maestra de Kathryn Bigelow, pasara tan desapercibida tras su estreno. Sin embargo, todavía estamos a tiempo de redescubrir y reivindicar una película que te agarra desde el primer minuto y no te suelta hasta su brutal tramo final, convirtiendo su visionado en una experiencia casi física que duele, conmociona, conquista y agita con la misma contundencia. Mención especial para su impresionante reparto, su brutal montaje y una cámara, la de Bigelow, que traspasa por completo la pantalla. Imprescindible.
