Cuando hablamos de Martin Campbell está claro que no nos referimos a un autor. El término más correcto, a todas luces, sería el de artesano, pero esta es una ocasión tan buena como cualquier otra para reiterar que no se trata de un concepto negativo, ni mucho menos. A lo largo de la historia del cine, han sido numerosos cineastas los que, partiendo precisamente de esa citada artesanía, han alcanzado cotas realmente altas. Y el propio Campbell es un ejemplo de esta teoría.
Especializado en el terreno del thriller y la acción, con puntuales escapadas al género superhéroico ya la aventura clásica, Campbell ha logrado en la mayoría de propuestas que ha dirigido, y no son pocas, cumplir con su función de manera satisfactoria. Y es cierto que cuesta encontrar obras maestras en su trayectoria, de hecho ninguna de sus cintas llega a ese nivel, pero tampoco resulta tan sencillo identificar demasiados naufragios artísticos. Aunque hay algunos que valen por varios.
Pero, en cualquier caso, conviene mirar el vaso medio lleno a la hora de profundizar en la filmografía de un cineasta que, desde la corrección y el equilibrio, la profesionalidad y la experiencia, ha conformado una carrera interesante con puntuales destellos de genio. Y ahí sigue el bueno de Martin Campbell, entregado a la causa de la artesanía cinematográfica.
Todo el cine de Martin Campbell, de menos a más
'Green Lantern (Linterna Verde)'
Es muy probable que, antes incluso de llegar a esta parte del especial, ya supierais que 'Green Lantern (Linterna Verde)' ocuparía esta posición. Eso, claro, si habéis tenido la enorme desgracia de ver este desastre absoluto, de lo contrario, sigue viviendo como si esta película jamás hubiera existido. A Martin Campbell parece que le funciona, oye.
'Amar peligrosamente'
Lo mejor que le ha pasado a 'Amar peligrosamente' es que exista 'Green Lantern (Linterna verde)' para poder dejar de ser así lo peor que Martin Campbell ha dirigido en su extensa trayectoria profesional. Un desastre a todos los niveles que tiene la capacidad tanto de horrorizar en su vertiente puramente artística como en su discurso humano. De las terribles interpretaciones de Angelina Jolie y Clive Owen ya hablaremos en otro momento. O quizá no.
'Sin defensa'
Lo que podría haber sido un drama judicial de cierta altura, los elementos estaban ahí para ello, acabó siendo algo muy similar a una telenovela sin pizca de alma ni pasión. Empezando por Barbara Hershey y Sam Shepard, desconectados por completo de la historia, 'Sin defensa' es un quiero y no puedo constante del que solamente se salva la dirección de un Martin Campbell capaz de demostrar algo de pericia técnica entre tanta indiferencia. Algo es algo.
'La Leyenda del Zorro'
¿Recordáis todo lo bueno que tenía 'La máscara del Zorro'? ¿Lo disfrutable que era? ¿Su más que notable capacidad para entretener? ¿La manera en la que lucían sus escenas de acción? ¿El carisma arrollador de su reparto? ¿Lo bien que funcionaba su guion y la manera tan inspirada en la que estaba dirigida por Martin Campbell?
Pues bien, todo lo contrario ocurre en 'La Leyenda del Zorro', ejemplo contundente de secuela fallida.
'El Extranjero'
Pese a que los elementos están ahí, desde el ajustado reparto hasta un libreto que apuesta tanto por la acción como por la sorpresa argumental, pasando por una convincente dirección de Martin Campbell, 'El Extranjero' tiene un problema tan grave como insalvable: es aburridísima. Y poco importa que, muy de vez en cuando, se intente desesperadamente agitar la historia, la sucesión de bostezos pesa más que la de los acontecimientos.
'Al límite'
Liderada por un Mel Gibson entregadísimo a la causa, virtud marca de la casa, 'Al límite' es otra de esas propuestas dirigida por Martin Campbell que terminan transmitiendo la sensación de oportunidad perdida. Y eso no significa que estemos ante una mala película, en absoluto, pero queda el sabor agridulce de lo que pudo haber sido, un thriller de acción y violencia implacable, y lo que finalmente es: un vehículo rutinario de lucimiento para el Gibson más impulsivo.
'Escape de Absolom'
Injustamente tratada por crítica y público en el momento de su estreno, 'Escape de Absolom' es una de esas propuestas que dan exactamente lo que se pide de ella. Ni una pizca más, eso sí. Es decir, acción desenfrenada, interpretaciones al límite, golpes de violencia y humor tontorrón y el suficiente número de escenas espectaculares como para pasar un buen rato. No, no es la mejor película de Martin Campbell, ni muchísimo menos, pero está muy lejos del desastre con el que siempre se la ha relacionado. Justicia para ella.
'Ley criminal'
Solamente por las interpretaciones de Kevin Bacon y Gary Oldman, fantásticos ambos, ya merece la pena rescatar del olvido a 'Ley criminal', primer gran acierto artístico de Martin Campbell. Una historia bien contada, con grandes personajes y alguna que otra sorpresa realmente efectiva en su interior que transmite la esencia de las mejores intrigas cinematográficas de los ochenta. Lo más parecido a una joya escondida que podemos encontrar en la filmografía del cineasta.
'Límite vertical'
De acuerdo, es una tontería de inicio a fin, pero esta 'Límite vertical' va de frente desde su mismo prólogo. Todo es ridículo, grandilocuente, ruidoso y esperpéntico, además de que ha envejecido realmente mal a nivel visual, pero uno no puede dejar de mirar a la pantalla. ¿Y Martin Campbell? Pues pasándoselo bomba tratando de construir las escenas de acción y vértigo definitivas. No lo consigo, pero se queda muy cerca. Una propuesta a reivindicar gracias a su amor por el exceso.
'La protegida'
Aunque tenga que arrastrar un error de casting tan mayúsculo como el de Michael Keaton en un personaje con el que el (gran) actor poco o nada puede hacer, 'La protegida' funciona de forma más que notable en su condición de thriller de acción elegante en sus formas y ligeramente entretenido en su vaivén de tramas. Martin Campbell se muestra cómodo en todo momento, llegando a estar cerca de convertirse en lo mejor de la cinta, pero finalmente es una fabulosa Maggie Q la que se corona como reina total de este entretenido pasatiempo.
'Goldeneye'
Con 'Goldeneye', James Bond entraba en la década de los noventa con fuerzas renovadas y un entusiasmo casi juvenil. Dirigida por un estupendo Martin Campbell que repetiría la jugada de resurrección y renovación una década más tarde con la estupenda 'Casino Royale', la entrega que trajo consigo el estreno de Pierce Brosnan en la franquicia es un tren de alta velocidad con las ideas claras, la entrega precisa y la contundencia de un buen puño sobre la mesa.
Una propuesta que mezclaba el clasicismo del personaje, sumando sus señas de identidad más reconocibles, con una atmósfera contemporánea y embriagadora capaz de captar la atención incluso de aquellos espectadores que nunca mostraron demasiado interés en este universo cinematográfico. Uno de los mejores y más importantes Bond, esos que siempre terminan demostrando su esencia de punto de inflexión.
'La máscara del Zorro'
Tras resucitar al mismísimo James Bond con la formidable 'Goldeneye', Martin Campbell andaba en racha y decidió apostar por otro personaje legendario como el del enmascarado héroe llamado El Zorro. Y la jugada, al igual que con 007, le salió redonda. Cine palomitero de cinco estrellas liderado por un radiante Antonio Banderas, una maravillosa Catherine Zeta Jones y el enorme Anthony Hopkins, 'La máscara del Zorro' fue un comprensible taquillazo gracias a la combinación de aventura pura y dura con acción trepidante, alma de gran espectáculo, agradecido sentido del humor y un romanticismo que traspasaba la pantalla. Un entretenimiento por encima del notable.
'Casino Royale'
Después de la (muy) fallida 'Muere otro día', Daniel Craig sustituía a Pierce Brosnan en una decisión por parte de los responsables de la saga que fue recibida, menuda sorpresa, con una mezcla de sorpresa, polémica e indignación. Sin embargo, incluso aquellos que se acercaron a esta 'Casino Royale' con el cuchillo bien afilado y ganas absolutas de despellejar al nuevo James Bond se encontraron con una película tan formidable que no les quedó más remedio que aceptar la contundente derrota.
Abandonando casi por completo el sentido del humor absurdo y la acción disparatada que había marcado las últimas entregas protagonizadas por Brosnan, la cinta dirigida con pulso maestro por la mejor versión posible de Martin Campbell es pura adrenalina y nervio, vértigo y emoción, desenfreno y espectacularidad, sensualidad y elegancia. Resumiendo: Bond, Bond y Bond. Y Craig confirmando desde el prólogo que era el mejor 007 desde Sean Connery. ¿Algo más? Sí: Eva Green, pura hipnosis.
