Con doce películas a sus espaldas y siendo considerado como uno de los grandes nombres del actual cine europeo, Michael Haneke no solo tiene la capacidad de convertir cada una de sus películas en todo un acontecimiento anual, sino que ha logrado superarse con el paso de los años a sí mismo hasta acabar convirtiendo su modo de hacer cine en todo un ejemplo para autores que lo ven como un claro referente.
Nacido en Munich en 1942, Haneke inició su periplo como director a finales de los años ochenta del pasado siglo, cuando debutó en 1989 con 'El séptimo continente'. Desde entonces, y pese a que su obra siempre haya estado clasificada como cine de autor, no son pocas las concesiones que el realizador ha hecho al cine de género, jugando siempre entre las líneas del drama psicológico, el thriller y, por qué no, el terror.
Maestro de lo incómodo
Casi siempre triunfante en el Festival de Cannes (dos Palmas de Oro, cuatro Premios del Jurado y dos FIPRESCI, entre otros galardones, lo avalan) y ganador del Oscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa por 'Amor', el nombre de Haneke se ha consolidado como una de las grandes voces que vienen a criticar a la sociedad actual, en concreto dispuesto siempre a dinamitar a la clase burguesa, a la que su cine siempre encuentra la forma de descomponer mediante la intromisión de un mal ajeno.
Desde 'El vídeo de Benny' a 'La cinta blanca', no son pocos los ejemplos en los que la obra del director bávaro ha hecho que el espectador acabe retorciéndose en su asiento dada la violencia (a veces gráfica, otras muy sutil) que se presenta en pantalla. Es por ello que a continuación hacemos una selección de todos aquellos momentos en los que Haneke logró hacer que nos replanteásemos dónde están los límites de la moralidad. Porque si de algo es capaz el director es de remover consciencias.
Todas las veces que Haneke nos dejó temblando
El cerdo en 'El vídeo de Benny'
En su segundo largometraje, estrenado en 1992, Michael Haneke ahonda en la violencia que domina nuestra sociedad actual a través de un drama psicológico en el que Benny, un adolescente perteneciente a una familia acomodada, recibirá como regalo por parte de sus padres un equipo de vídeo.
Con este, filmará la muerte de un cerdo, la cual acabará obsesionando al joven hasta tal punto que llegará a cometer un acto atroz. El fallecimiento del animal, siendo una escena real escogida por el director para lograr causar así un mayor impacto, se repetirá a lo largo del metraje en varias ocasiones.
El rebobinado en 'Funny Games'
En 1997 Michael Haneke presentaba uno de sus títulos más reconocidos y aclamados: 'Funny Games', en el que el director exponía su tesis acerca de la maldad y el triunfo de esta, dejando para la ficción aquello de que los buenos siempre ganan.
Después de que dos jóvenes se hayan presentado cual implacable fuerza del mal dispuesta a desmoronar la apacible vida de una familia burguesa, y cuando parecerá que la balanza se equilibre a favor de los buenos cuando la matriarca de la familia acabe con uno de los dos psicópatas, Peter (Frank Giering) buscará desesperado el mando a distancia, con el que rebobinará hasta el momento previo a la muerte de su compañero. Con este momento, Haneke dejaba claro que los buenos solo triunfan en las películas.
El racismo en 'Código desconocido'
Era el año 2000 cuando se presentaba en Cannes 'Código desconocido', título con el que Michael Haneke volvía a poner sobre la mesa una temática que siempre ha estado presente en su cine: la violencia.
En este caso, el aspecto con el que el realizador consigue hacer que el espectador se inquiete en su asiento es algo tan sencillo como convertir a los personajes y las tramas de su película en una suerte de espejo en el que cualquiera se podría ver reflejado, y es que este film de historias cruzadas protagonizado por Juliette Binoche representa algo tan terrible como el sentimiento xenófobo que aún persiste en esta nuestra Europa unida.
La automutilación en 'La pianista'
Una de las obras más perversas en la filmografía de Michael Haneke no es otra que 'La pianista', título que bien podría considerarse como la tesis masoquista del realizador.
Ganadora del Gran Premio del Jurado y de los premios a Mejor Actriz para Isabelle Huppert y Mejor Actor para Benoît Magimel, este ejemplo de cine incómodo cuenta cómo una profesora de piano cuyas filias sexuales no son más que la excusa para escapar de la influencia de su dominante madre, iniciará una relación con un alumno que se ha propuesto seducirla. Uno de los momentos cumbre de la cinta, y que causó cierto revuelo en su momento, tiene que ver con la automutilación en sus zonas íntimas a la que una enorme Huppert se someterá en la bañera.
El caballo en 'El tiempo del lobo'
Ganadora del premio al Mejor Guion en el Festival de Sitges de 2003, 'El tiempo del lobo' puede considerarse como uno de los principales acercamientos de Michael Haneke al cine fantástico.
En ella, se nos presenta a una familia huyendo de una catástrofe que ha ocurrido en la ciudad hacia el campo, donde pronto descubrirán que allí tampoco están a salvo de lo que se ha iniciado. Todo aquel que sienta algo de amor hacia los animales, sufrirá al ver la muerte de un caballo en la película, la cual fue tomada en un matadero real, tal y como ya había pasado con la secuencia del cerdo en 'El vídeo de Benny'.
El significado de 'Caché'
Tal y como ha ido haciendo a lo largo de su filmografía, Haneke volvía a plasmar el pantalla el horror que supone hacer que una familia burguesa vea su apacible vida desmoronarse con la intrusión de un mal que en 'Caché' parece ser algo omnipresente y casi místico.
Lo más sorprendente de todo, y jugando con el espectador en todo momento, es el hecho de que el director dejaba como libre interpretación cuál era el principal motivo de ese horror que se presentaba en forma de amenazantes cintas de vídeo que parecían acosar a la familia protagonista, la cual está siendo filmada por todo un equipo de técnicos sin que ellos parezcan estar dándose cuenta. ¿Quién es entonces el responsable de tal intromisión en su intimidad? La respuesta es clara: el propio cineasta, quien parece querer autoproclamarse como la mano ejecutora en esta nueva crítica a la familia burguesa.
La gallina decapitada en 'Caché'
Del mismo modo en el que Michael Haneke lo había hecho con el cerdo en 'El vídeo de Benny' y con el caballo de 'El tiempo del lobo', en cierto momento de la trama de 'Caché (Escondido)' el espectador verá ante sus ojos la muerte real de otro animal.
En esta ocasión será una gallina la protagonista de una secuencia onírica en la que Georges (Daniel Auteuil) sueña como un niño decapita con un hacha de mano al ave de corral, cuyo cuerpo continuará corriendo sin cabeza durante unos segundos.
El autoplagio en 'Funny Games'
Cuando se anunció que Michael Haneke llevaría a cabo un remake de su propia 'Funny Games', pocos podían imaginar que el resultado no sería otro que el 'Funny Games' de 2007.
Protagonizada por Naomi Watts y Tim Roth como el matrimonio invadido, y por Michael Pitt y Brady Corbet como los jóvenes psicópatas, Haneke dejó al público boquiabierto al dejar claro que su obra maestra no necesitaba ser rehecha, ya que lo que acabó haciendo fue una copia plano a plano con diferentes actores de lo que había presentado una década antes, y con la única intención de que su cine llegase al público norteamericano.
El trasfondo de 'La cinta blanca'
'La cinta blanca' conseguía la Palma de Oro y el premio FIPRESCI en el Festival de Cannes de 2009, además de estar nominada al Oscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa. Una vez más, Michael Haneke utiliza toda una serie de elementos para hablar de algo tan perturbador como el germen de la violencia.
Presentada en un impecable blanco y negro, el título nos lleva hasta una zona rural del norte de Alemania en el año 1913, antes de la Primera Guerra Mundial, donde una serie de extraños accidentes y situaciones que tratan desde la tortura al asesinato, pasando por el incesto y los castigos de aspecto ritual, no son más que una exposición de lo que se podrá entender como el nacimiento de una sociedad promovida por el odio y las inconmensurables fuerzas de un horror intangible.
La muerte en 'Amor'
La Palma de Oro en Cannes y el Oscar y el Globo de Oro a la Mejor Película de Habla No Inglesa fueron algunos de los galardones que recayeron sobre 'Amor', el largometraje número once en la carrera de Haneke como director.
El film, que nos presentaba a un matrimonio octogenario protagonizado por Jean-Louis Trintignant y Emmanuelle Riva cuya relación se pondrá a prueba después de que un infarto la deje a ella medio paralizada y sin apenas poder moverse, encontraba en su desenlace un momento que helaba la sangre a más de uno: aquel que sin dejar de ser una clara muestra de amor incondicional tenía que ver con la muerte por asfixia del personaje de Riva a manos de su amado con la intención de acabar con semejante sufrimiento.