"Es una película complicada y ya he dicho que creo que está bien que lo sea", recordaba el director de 'Joker' a Variety. La cinta protagonizada por Joaquin Phoenix no para de generar debate desde su aparición. Para muchos, su representación de la violencia es muy cercana a la del mundo real y podría ser irresponsable.
Pocos días después de triunfar en el Festival de Venecia, Warner Bros recibió una carta firmada por familiares y amigos de las víctimas de la Masacre de Aurora, perpetrada en 2012 durante una proyección de 'El Caballero Oscuro: La leyenda renace'. En ella, muestran su preocupación por cómo es el uso de armas en 'Joker'. Además, piden mayor visibilidad para el movimiento por el control de armas y el cese de donaciones a políticos que contribuyan a favor de ellas.
El estudio afirmó que la película "no pretende incitar a la violencia y que los creadores de la película no consideran al personaje de 'Joker' como un héroe". Sin embargo, las críticas siguen acechando a la película y Todd Phillips responde ante ellas: "¿No es bueno poner implicaciones del mundo real en la violencia? ¿No es bueno quitar el elemento de caricatura de la violencia a la que nos hemos vuelto tan inmunes? Me sorprendió un poco cuando el debate giró en esa direcciín, que parece irresponsable porque para mí resulta muy responsable que parezca real y hacer que tenga ese peso".
Nueva York se blinda ante el Joker
El Joker es un personaje que arrastra una gran controversia. Desde que conocimos que iba a tener una película en solitario, el recuerdo de la Masacre de Aurora volvió, ya que su responsable se identificaba con este personaje.
Por ello, la ciudad de Nueva York (al igual que otras grandes ciudades estadounidenses) ha tomado todo tipo de precauciones, según Deadline. Aunque no haya amenazas claras, las fuerzas de seguridad norteamericanas han localizado conversaciones en la 'dark web' que podrían incitar a realizas actos similares al de Aurora en 2012.
El clima de inseguridad no solo ha provocado que aumente el número de agentes policiales. Además, la publicidad de la película ha sido relativamente baja en Nueva York y muchas salas de cine en todo el país han prohibido el uso de máscaras o pintura facial. Tampoco estará permitida la entrada con elementos que puedan provocar miedo o que sean similares a las armas.