Todd Phillips entiende la comedia desde el punto neutral que se sitúa entre el exceso y lo rutinario. Quizá por eso, mantengamos la duda para no caer en la contundencia total, su cine siempre se mueve entre el notable y el aprobado por los pelos. Seguimos esperando esa gran película que le termine de ubicar dentro de la industria a un nivel que vaya más allá de lo puramente comercial, terreno en el que sus tres resacones ya le han garantizado un puesto realmente envidiable.
Sin embargo, pese a no contar con esa cima largamente esperada en su trayectoria, logro que en ocasiones aparecía en forma de espejismo, el cine de Phillips tiene una especial capacidad para conseguir la risa cómplice del espectador. No hablamos de carcajadas, esa es una situación más puntual que constante, pero sería injusto no valorar el talento del cineasta por habernos presentado en la gran pantalla alguna de las escenas cómicas más notables de los últimos años.
A falta de genialidad omnipresente, buena es la risa compartida entre palomitas. Ni más ni menos. Por eso, celebremos la carrera de Phillips repasando todas y cada una de sus películas de peor a mejor. No es oro todo lo que reluce en ellas, pero hay pocos errores graves en una filmografía marcada de manera definitiva por la comedia.
Las películas de Todd Phillips, de peor a mejor
'Starsky y Hutch'
Si la intención de Todd Phillips y su equipo era llevar a cabo un sentido homenaje a los personajes creados por William Blinn y protagonistas de una de las series más queridas de la década de los sesenta, 'Starsky y Hutch' fracasaba en la práctica totalidad de los sentidos.
Ni un dúo protagonista tan fiable como el formado por Ben Stiller y Owen Wilson consigue salvar esta comedia fallida de inicio a fin en la que, exceptuando algún gag suelto con cierta gracia, todo hace aguas. Falla el tono, el ritmo y, claro, los resultados. Queda a su favor algo tan inesperado como un Snoop Dogg en modo roba escenas total. Algo es algo.
'Hated'
El estreno de Todd Phillips llegó a mediados de la década de los noventa con 'Hated', un documental basado en la polémica vida de GG Allin, 'cantante' de los Murder Junkies. Es decir, todo lo contrario a lo que posteriormente representaría su carrera, esa comedia dividida en furia y calma.
Y es que, a lo largo de estos noventa minutos, la personalidad del cineasta brilla por su ausencia, eso sí, de forma plenamente consciente, ya que se trata de ceder el protagonismo absoluto a su estrella musical, un tipo delirante capaz de llevar el exceso a otro nivel, catedrático en la ruptura de límites y normas. De esta forma, el foco de 'Hated' se centra de forma exclusiva en Allin, convirtiéndole en una especie de antihéroe imposible tan sorprendente como incomprensible. Un primer paso diferente a todos los demás en el que Phillips prefirió pasar desapercibido.
'Escuela de pringaos'
Lo que ocurre con 'Escuela de pringaos', título nada esperanzador que cumple con los peores pronósticos, es algo tan sencillo y terrible como que, siendo una comedia, no provoca más que aburrimiento. En esta ocasión, Todd Phillips no consigue rascar ni una sonrisa cómplice, apostando, por razones incomprensibles, a favor de la mezcla de un humor entre desagradable e inofensivo, marca de la casa, y el azúcar empalagoso de una historia que, además, no tiene ni pies ni cabeza.
Al frente, pobres, Billy Bob Thornton y Jon Heder hacen lo que pueden, pero termina siendo inútil. En definitiva, una película tan fallida como irrelevante. Por suerte para Phillips, su siguiente trabajo, un viaje a Las Vegas, resucitaría su carrera a lo grande.
'Salidos de cuentas'
¿Dónde se debería situar una comedia dirigida por Todd Phillips y liderada por Robert Downey Jr. y Zach Galifianakis? En el terreno del notable. ¿Dónde se sitúa finalmente 'Salidos de cuentas'? En una decepcionante y extraña tierra de nadie.
Y no es que la siguiente película del director estadounidense tras el espectacular éxito de 'Resacón en Las Vegas' no tenga alguna virtud, empezando por el citado dúo protagonista, sino que todo se queda a medio gas, ninguna situación con potencial termina de despegar y, lo que es peor, el bostezo aparece mucho más de lo que nos hubiera gustado. Y de lo que habríamos esperado. No es mala, pero tampoco buena. No es graciosa, pero tampoco aburrida. Lo dicho, ni frío ni calor. Aunque, pensándolo bien, esa conclusión sea de las peores a las que puede llegar una comedia.
'R3sacón'
'R3sacón' es diferente a sus predecesoras en forma y contenido, se distancia de la locura imprevisible y se acerca a la práctica de la comedia de acción de manual. Lo que en otras sagas es síntoma de evolución, el tratar de ofrecer algo diferente, cambiar las reglas de un juego propio, aquí se convierte en un lastre. No hay alcohol, no hay resaca y del viaje a Las Vegas metido con calzador mejor ni hablar.
El director Todd Phillips y su equipo se reunían de nuevo con la clara intención de inyectar épica a una película que, en su modelo reconocible, la encontraba a base del 'más es más' progresivo y que, en esta ocasión, solamente lo conseguía en determinados momentos. Y es que, si las anteriores entregas habían triunfado por ser un todo de comedia excesiva y carente de todo atisbo de vergüenza, 'R3sacón' es una película de momentos, carcajadas aisladas que dejan el sabor agridulce de lo que podría haber sido y no fue.
'Road Trip (Viaje de pirados)'
Tras su segunda obra documental, una estupenda 'Frat House' en la que estuvo acompañado en la dirección por Andrew Gurland, Todd Phillips se estrenó en la comedia con 'Road Trip (Viaje de pirados)', una propuesta claramente influenciada por el brutal éxito de 'American Pie' con la que el cineasta se lanzaba de lleno al humor (adolescente) más absurdo, zafio y estúpido. Y, sorpresa, funcionó.
De acuerdo, al igual que ha ocurrido con sus compañeras de espíritu y forma, este trayecto sin pies ni cabeza protagonizado por un conjunto de personajes imposibles no ha envejecido especialmente bien, pero eso no significa que alguno de sus diálogos o, sobre todo, situaciones no sigan funcionando de manera más que digna. Un viaje que sigue mereciendo la pena revisar aunque solamente sea para recordar aquellos años de adolescencia.
'Juego de armas'
Partiendo de un artículo escrito por Guy Lawson, Todd Phillips intentó con su última película estrenada hasta la fecha, 'Juego de armas', construir su trabajo más ambicioso y, en cierto modo, adulto.
Apartando ligeramente la comedia a favor del thriller en una historia basada en hechos reales protagonizada por dos amigos que decidieron montar una empresa para vender armas, el cineasta muestra su mejor versión tras la cámara, ofreciendo la dirección más arriesgada, interesante y completa de su trayectoria. Sin embargo, es la trama la que se encuentra con más problemas de los deseados a la hora de mantener su notable ritmo inicial, cayendo en numerosas ocasiones en una irregularidad que termina lastrando de forma definitiva el conjunto.
'Resacón 2: ¡Ahora en Tailandia!'
Un tigre por un mono. Cambia el lindo felino de 'Resacón en Las Vegas' por un simio drogadicto y tienes, en gran medida, 'Resacón 2 ¡Ahora en Tailandia!'. Aunque, siendo honestos, existe una diferencia más entre una de las comedias estadounidenses más taquilleras de la historia y su primera secuela: Tailandia. Una vez variado las compañías animales y el destino, no busquéis más, el resto de personajes, esquemas narrativos y argumento es idéntico.
Tratado de segunda parte que ofrece más de lo mismo, 'Resacón 2', seguimos obviando el inevitable y absurdo acompañamiento que en España se le ha dado a su título; hace de este elemento una virtud, de la reiteración un logro y del exceso su mejor baza. Si algo funciona, no hay porque cambiarlo, debieron pensar sus responsables y, a la vista de los resultados, tuvieron razón. Nada nuevo bajo el sol, sí, pero con las mismas risas.
'Aquellas juergas universitarias'
La crisis provocada por la inevitable entrada al mundo adulto, aunque sea por la puerta de atrás, es lo que convierte a 'Aquellas juergas universitarias' en un modelo de comedia de esencia Judd Apatow ejecutada con precisión, equilibrio y, lo más importante, un equipo comprometido con la función.
Desde Todd Phillips en las labores de dirección y guionista, donde estuvo acompañado en la segunda de las funciones por Scot Armstrong, hasta un reparto especialmente inspirado, sobre todo en el caso de un Will Ferrell pletórico, la película se mantiene siempre en pie a base de gags memorables y situaciones en las que la comedia estalla desde el absurdo más brutal. Uno de los trabajos más inspirados de su director.
'Resacón en Las Vegas'
¿Quién tiene la culpa de que estemos ante una de las comedias más divertidas de los últimos años? Por un lado, el guion escrito por Jon Lucas y Scott Moore, el cual, tras caer en las manos de Todd Phillips, termina convertido en una sobresaliente sucesión de gags hilarantes y alocados en la que el cineasta consigue encontrar el tono perfecto para que las situaciones humorísticas se ubiquen en ese límite donde lo grosero no alcanza a ser ofensivo, pero si lo suficientemente irreverente como para despertar a la carcajada dormida.
Y por el otro, la segunda gran virtud de la película, sin lugar a dudas, es el trío de ases protagonista formado por un Bradley Cooper que demostró que se le daba mucho mejor el papel de amigo guaperas y chulito que el de héroe atípico de thrillers irrelevantes como, por ejemplo, 'Sin límites'; el brillante Ed Helms y, por encima de todo y todos, Zach Galifianakis, auténtico descubrimiento y estrella de 'Resacón en Las Vegas'. Suma de elementos a favor que terminan de coronar la mejor película hasta la fecha de Phillips.