Nacido en Nueva Jersey en 1959, si hay un cineasta que ha podido mantener sin un ápice de duda su propia esencia desde los inicios de su carrera, ese ha sido Todd Solondz, quien empezase en los ochenta haciendo algunos cortos que acabarían haciendo que pudiera debutar en el largometraje al cumplir los treinta años.
El suyo bien podría unirse al de otros directores de alma indie como Spike Jonze o Jim Jarmusch, cuyos trabajos siempre son recibidos con tota expectación por parte de la crítica y sus fieles seguidores. Sin embargo, el nombre de Solondz vendría más ligado al de otro de los que han apostado siempre por la irreverencia como John Waters, cambiando la tendencia al humor absurdo de este por la sátira y humor negro con el que el director ha conformado su sello personal.
Al límite
Considerado por muchos como un mero provocador con ganas de levantar polémica con cada una de sus propuestas, sigue siendo 'Happiness' (estrenada en 1999) la que muchos consideran su obra maestra, con la que logró tener una ventana internacional al mundo y que demostraba que tras esas supuestas ganas de provocar, se escondían un cinismo y ganas de hacer sátira social como pocas veces hemos visto.
Hasta el día de hoy, son ocho los largometrajes con los que Todd Solondz se ha creado una imagen de cineasta al margen de la industria, pues lejos de que las suyas sean ideas que vayan más allá de lo moral para los más conservadores, la dureza que se esconde tras las premisas de la gran mayoría de sus títulos (el último de ellos fue 'Wiener-Dog', que llegó en 2017) es algo que pocos se atreven a reflejar en pantalla.
A continuación, hacemos un repaso a toda su trayectoria, la cual está repleta de joyas de la comedia negra que harán ruborizar al más valiente.
Todd Solondz, de peor a mejor
'Dark Horse'
Selma Blair, Christopher Walken y Mia Farrow, entre otros, protagonizaban en 2011 'Dark Horse', la séptima película de Todd Solondz.
En ella, el cineasta recurre a la familia y la forma de interacción entre sus miembros para ironizar en torno a la falsa moral y las ansiedades propias de la depresión, en uno de los títulos más flojos de su carrera donde lo poco a destacar es el sello personal con el que se ve impregnada la historia.
'Fear, Anxiety & Depression'
Escrita, dirigida y protagonizada por el propio Todd Solondz, en 1989 el cineasta daba el salto al largometraje con un título con el que pretendía demostrar su valía como director y que ya dejaba clara su visión sarcástica e irónica del mundo.
En ella, Solondz se convertía en el claro ejemplo de outsider fracasado y nos mostraba cómo su vida sentimental era un horror digno de estudio, y del cual el propio realizador utilizaba como catarsis personal para reírse de la sociedad actual y las comedias románticas.
'Palíndromos'
Estrenada en 2004, 'Palíndromos' fue la quinta película de Solondz, en la que volvía a tomar a un personaje adolescente como elemento conductor de una historia no exenta de polémica, la cual hizo que el público más conservador se llevase las manos a la cabeza.
¿El motivo? Su premisa partía de cómo Aviva Victor, una chica de doce años que quiere quedarse embarazada sea como sea, huye de su casa con el fin de cumplir su sueño.
'La vida en tiempos de guerra'
En 2009 Todd Solondz presentaba su sexto largometraje, 'La vida en tiempos de guerra', con el que conseguía ganar el guion en Venecia y volvía a validar su título como el cínico por antonomasia del cine indie USA.
En ella, y volviendo a meter el dedo en la llaga en el sueño americano, dinamitaba una vez más la institución de la familia de clase media a través de una historia sobre el perdón y la redención tras un escándalo de pedofilia. Nadie mejor que Solondz para tratar un tema tan escabroso sin caer en el saco de la provocación porque sí.
'Wiener-Dog'
Hasta el día de hoy, 'Wiener-Dog' es la última producción de Todd Solondz, en la que de nuevo vuelve a utilizar el formato de las vidas cruzadas, utilizando como elemento de cohesión a un perro salchicha.
Este, se convertirá en impasible espectador de las vidas de las personas con quienes conviva, dejando patente que los animales suelen ser mejor que los humanos, entre los que veremos los rostros de Danny DeVito, Julie Delpy, Greta Gerwig o Ellen Burstyn, entre otros.
'Cosas que no se olvidan'
En 2001 Solondz contaba con Selma Blair y Paul Giamatti para protagonizar 'Cosas que no se olvidan', film que volvía a utilizar las historias de diferentes personajes para hablar de aspectos puramente sórdidos.
En ella, y con la acidez que ha marcado siempre su filmografía, el cineasta nos presentaba a una aficionada al BDSM, un paralítico y demás personajes propios de su universo, se veían las caras en un tour de force interpretativo que merece la pena recuperar como una de las mejores comedias negras del nuevo siglo.
'Happiness'
El tercer largometraje de Todd Solondz fue el que acabará consagrándole del todo como maestro de la irreverencia, atreviéndose a plasmar en pantalla lo que muchos ni se plantearían, aunque haciéndolo siempre bajo una capa de cinismo y comedia negra, algo que dejó patente en 'Happiness'.
Ganadora del FIPRESCI en Cannes y del premio a la Mejor Película en el Festival de Toronto, en esta comedia de historias cruzadas protagonizada por Philip Seymour Hoffman, Lara Flynn Boyle, Jane Adams, Ben Gazzara y Cynthia Stevenson, entre otros, el cineasta nos presentaba a una familia de New Jersey cuyos trapos sucios se irán desvelando para manchar el aparente halo de perfección en el que viven.
'Bienvenidos a la casa de muñecas'
Triunfó en Sundance, se convirtió en título de culto y pasó a formar parte de la lista de películas de cabecera para toda una generación.
Con 'Bienvenidos a la casa de muñecas', Todd Solondz despuntaba como cineasta indie a tener en cuenta, y todo fue gracias a la total entrega de Heather Matarazzo, la joven protagonista víctima de bullying que planteará su drama personal a modo de irónico, cruel y sarcástico coming-of-age que nadie debería perderse.