Aunque parece que fue ayer cuando se estrenó su magnífica primera entrega, perdón por el spoiler, pero todavía hoy la mejor de todas ellas, hace ya diez años que descubrimos el Universo Warren. Casi nada. Una década en la que, más allá de algún que otro cortometraje complementario, nos ha dejado hasta el momento un total de ocho películas repletas de sobresaltos, suspense y, sobre todo, escenas y personajes que son ya iconos del terror contemporáneo.
Un género que encuentra en la saga liderada por el maestro James Wan, enorme cineasta que ojalá se animara a regresar con alguna nueva entrega próximamente, aunque parece poco probable, una de sus fuentes de ingresos más potentes. Y es que, además de críticas generalmente positivas en casi todos los casos, el Universo Warren logró reactivar la pasión por el terror entre el gran público. Cuesta imaginar una meta más valiosa.
Así que, ahora que recibimos 'La Monja 2' y que ya está confirmada 'Expediente Warren 4' para el próximo año, parece un momento ideal para repasar, de peor a mejor, las cintas que dan forma a esta saga tan aclamada como querida. Y sufrida.
Todo el Universo Warren, de peor a mejor
'La Monja'
El principal y más grave problema de 'La Monja' es que, bueno, no da miedo. Nada, ni un poco. Cada sobresalto o momento de impacto, sin excepción, está tan teledirigido que resulta sorprendentemente fácil anticiparse a él, resultando así una experiencia sin ningún tipo de emoción. Si a esto le sumamos un acabado visual cercano al telefilm más soso, un ritmo perezoso, un primer tramo soporífero y un (muy) pobre desenlace, el resultado parece claro: 'La Monja' es el punto más bajo hasta el momento del Universo Warren.
'La Llorona'
Lo que salva a 'La Llorona' de no caer hasta el último puesto de este especial es su prólogo y un clímax final apañado. El resto, lástima, no deja de ser una sucesión de sustos tremendamente previsibles, un guion abrazado a la rutina y una descafeinada puesta en escena donde cuesta horrores encontrar algo destacado. Se olvida un segundo después de que los títulos de crédito cierren estos noventa minutos de terror fallido y aburrido.
'Annabelle'
Entre los elementos inolvidables con los que contaba 'Expediente Warren', múltiples y variados, hubo uno que se instaló con especial intensidad en la memoria colectiva: Annabelle, la perturbadora muñeca que necesitaba las escenas justas para pasar a la posteridad. Un impacto terrorífico que, para los siempre atentos y hambrientos estudios de Hollywood, justificaba por completo una película centrada exclusivamente en su historia.
O algo parecido, porque la cinta resultante, 'Annabelle', parecía más empeñada en ser una revisión tosca y aburrida de 'La semilla del diablo' mezclada con 'Poltergeist' que una propuesta con una entidad propia y atractiva. Puede que la crítica se pasara con su linchamiento, al menos su primera mitad era correcta, pero no deja de ser, hasta la fecha, uno de los peores productos estrenado bajo la marca Warren.
'Annabelle vuelve a casa'
Estrenada el mismo año que 'La Llorona', coincidencia que empuja inevitablemente a la comparativa automática, 'Annabelle vuelve a casa' fue la película buena que ofreció el Universo Warren aquel año. Y es que, sin tampoco ser nada del otro mundo, esta cinta dirigida por Gary Dauberman cuenta con algunas grandes escenas de tensión, una historia que se sigue con interés desde sus estupendos compases iniciales y un reparto entregado a la causa del grito a pleno pulmón. Insisto, no hay nada excepcional en 'Annabelle vuelve a casa', pero hablamos, sin ningún tipo de duda, de un recomendable y terrorífico entretenimiento.
'Expediente Warren: Obligado por el demonio'
Aunque no fue un desastre que haga que perdamos cualquier tipo de ilusión por el regreso de estos personajes en 'Expediente Warren 4', está claro que esta 'Expediente Warren: Obligado por el demonio' es una entrega bastante decepcionante respecto a sus dos ilustres predecesoras. La ausencia de James Wan en la silla de director es bastante acusada, aunque el trabajo de Michael Chaves tiene algún destello de inspiración más que notable, y la historia va perdiendo interés a medida que se va desarrollando, generando una tremenda sensación de piloto automático activado. Tan efectiva como discreta.
'Annabelle: Creation'
Puede que sea por el listón tan bajo que dejó 'Annabelle' o por la sensación de pereza absoluta que despertaba una secuela de aquella fallida cinta, pero lo que está claro es que en 'Annabelle: Creation', un título que ya tira para atrás con contundencia, no creía prácticamente nadie. Benditas (malignas) sorpresas. La película dirigida por David F. Sandberg, responsable de la lamentable 'Nunca apagues la luz', no alcanza el nivel de las dos entregas Warren firmadas por James Wan pero supera, con creces, a la primera entrega de las historias protagonizadas por la célebre muñeca cinematográfica.
Aquí, directamente, funciona todo lo que fallaba en la propuesta de 2014, desde el ritmo narrativo al terror, pasando por el reparto y terminando en un guion mucho más medido de lo que pueda parecer. No es una gran película, le falta algo de garra y fuerza, pero es una historia de terror bien contada, efectiva y muy entretenida. Más que una sorpresa agradable.
'Expediente Warren: El Caso Enfield'
Con una primera hora cercana a la perfección, 'Expediente Warren: El Caso Enfield' se volvía a servir de una historia real para proponer un auténtico tour de force en el que la taquicardia mantenida era de nuevo la protagonista principal. James Wan, sobresaliente otra vez, apostaba por mantener la fórmula que hizo grande a su predecesora pero aumentando las dosis en todo. Y aquí radica el único 'pero' que se le puede poner, un metraje excesivo al que un buen recorte en su tramo central le habría venido mejor que bien. 133 minutos de sustos son demasiados incluso para los amantes del género. Un pequeño lastre que hacía que esta secuela estuviera ligeramente por debajo de su primera entrega. Por centésimas, eso sí.
'Expediente Warren'
Cuando uno se acerca a una película intenta desprenderse de todas las expectativas que se haya podido crear para, primero, no perder la opción de descubrir un entusiasmo genuino e inesperado, o, segundo, no llevarse una decepción de las que duelen de verdad. Con 'Expediente Warren' era casi imposible no sentarse en la butaca con las manos preparadas para aplaudir ya que, desde su estreno en los cines estadounidenses, la película de James Wan se había dedicado a coleccionar críticas entusiastas. Y, todo eso, siendo una película de terror, ese género que necesitaba con urgencia una película a la altura de sus grandes clásicos.
Efectivamente, 'Expediente Warren' era esa película que nos habían vendido. De hecho, puede que fuera más. Siempre es bueno encontrarse con una cinta de terror que asuste, que te haga dar saltos en la butaca y volver a casa encendiendo todas las luces que encuentres por el camino, pero es que, además, Wan consiguió todo eso a través de la nostalgia, del homenaje honesto y entregado a algunos de los grandes clásicos y referentes del género. Al final, resulta que el truco no estaba en la sangre, las tres dimensiones o los remakes, no, el triunfo estaba en conseguir que todos los miedos universales y los viejos trucos, puertas que se abren, ruidos desconocidos o muñecas inquietantes, parecieran nuevos. En definitiva, un clásico contemporáneo.