Todo lo que tienes que recordar de 'Westworld' antes de empezar la tercera temporada

Como en la anterior tanda de episodios, en esta hemos conocido cuatro nuevos conceptos sobre el parque. El primero de ellos es la Cuna, el lugar donde se encuentran los servidores en los que están alojados los anfitriones y sus historias. Gracias a la presencia de estos, es posible que resuciten tras matarlos una y otra vez. El segundo concepto es la Puerta, la cual permite que los robots puedan llegar a la tercera idea, el Valle de Allende. Este es un Edén virtual creado por Ford para que los anfitriones puedan pasar su eternidad sin que la mano del hombre les alcance. En este lugar descansa, por ejemplo, Teddy después de que Dolores, en un gesto de misericordia, deposite su "cerebro" en la Forja. Este último concepto se refiere al servidor en el que están alojados los huéspedes que han ido al parque y cuyas mentes han sido escaneadas. Hay un total de cuatro millones de personas y están custodiadas por un sistema personificado en Logan Delos, conformado por los recuerdos de su padre. Gracias al permiso de Bernard, los anfitriones podían visitar la biblioteca donde se encontraban las mentes y aprender los comportamientos de los visitantes.

Ya habíamos visto al final de la primera temporada que la combinación de ambos personajes daba lugar a una Dolores que jamás habíamos visto antes. La luz y la oscuridad acercaban a Abernathy a la humanidad que tanto odiaba (y la cual la hizo a su imagen y semejanza). En la segunda temporada se terminó de convertir en una dictadora total en la que nadie la podía toser y cuya elección se alzaba como la única válida. Esto le llevó a manipular el código de Teddy y posteriormente a perderlo. Pero gracias a su empeño, Dolores consiguió lo que finalmente quería: salir del parque que la vio nacer.

Llegar hasta el mundo real, ese que tantas ganas tiene de conquistar y ver arder por partes iguales, no iba a ser nada fácil teniendo su apariencia. Después de que Bernard la matara por ese choque de ideas sobre los seres humanos, este decidió traerla de vuelta para que su especie, los huéspedes conscientes y despiertos, pudiesen sobrevivir. Sin embargo, no lo hizo en su cuerpo, sino en el de Charlotte Hale (Tessa Thompson), una de las responsables de Delos Incorporated. De esta manera nadie descubriría que es ella y podría salir sin problema de Westworld.

Teddy, el mejor y más veloz pistolero de Westworld, se convirtió en el perrito faldero más fiel que Dolores jamás había tenido. A pesar de que ella intentó que su amor tuviese el mismo nivel de consciencia que ella, supo enseguida que no sobreviviría al ser "demasiado compasivo y buena persona". De esta manera, tras al final consumir su amor, Dolores tomó la decisión de cambiar el código de Teddy y convertirle en alguien más rudo y sin escrúpulos. Pero eso no duró para siempre. Finalmente, el vaquero sacó a relucir su verdadera naturaleza, la misma que le quisieron modificar. A pesar de su amor por Dolores y su promesa de protegerla hasta su último respiro, Teddy decidió suicidarse y acabar con la manipulación que estaba sufriendo. Sin embargo, en un acto de misericordia, Dolores deja que el amor de su vida termine en el Valle de Allende.

El personaje de Tessa Thompson se nos presentó como una trabajadora de Delos Incorporated con una agenda muy, muy clara: rescatar a Peter Abernathy, un huésped que había sido retirado hace años y en el que nadie iba a reparar. Con el paso de los episodios conocimos a una mujer todoterreno a la que nada ni nadie iba a parar y que iba a conseguir salir con vida de aquel terrible lugar llamado Westworld. A eso se sumó el ser casi despiadada y velar por los intereses de la empresa independientemente de su coste. Eso nos lleva a que ella matase a Elsie al ver que esta se podría ir de la lengua al descubrir el plan secreto de la compañía.

A pesar de sus esfuerzos, Hale terminó encontrando la muerte de mano de sí misma, o al menos su cuerpo, dado que quien llevaba las riendas era una Dolores resucitada por Bernard. Por el momento su cuerpo sigue vagando por el mundo real, aunque todavía se desconoce de quién es el cerebro que tiene implantado.

Abernathy termina consiguiendo su objetivo, salir del parque como sea. Tras comprender todos que eso no iba a ser posible con su verdadero cuerpo y despertar en la réplica del de Hale, sabemos que Holores (Hale + Dolores) se marcha de Westworld con cinco "cerebros" más. Al final de la segunda temporada conocemos que uno de ellos es Bernard, pero ¿quiénes son los cuatro restantes? La nueva Hale lleva uno de esos "cerebros", pero la identidad del dueño o dueña no se ha desvelado. El resto son carne de teorías.

Al final de la primera temporada vimos tanto nosotros como el propio Lowe cómo descubría que, en realidad, era un huésped, que su historia era una mentira y que estaba basado en Arnold, el socio de Robert Ford. En la segunda temporada su memoria estaba muy tocada para que nadie pudiese escarbar en ella y conocer la verdad. En este caso nos referimos a que nadie supiese de su identidad ni de lo que había hecho en la Forja, uno de los nuevos conceptos que nos habían sido introducidos en estos episodios.

Tampoco lo ha pasado muy bien. Bernard se encontraba con la sorpresa de que Elsie había desaparecido por su culpa o, mejor dicho, porque Ford le había obligado a hacerlo, por lo que ni él mismo estaba en control de sí mismo. Elsie le ha ayudado durante estos episodios a conocer algunos rincones secretos, como la sala en la que estaba la versión robótica de James Delos, o para qué quería realmente Hale a Peter Abernathy. Sin embargo, el dúo no terminó demasiado bien. Bernard optaba por dejarla en la estacada después de librarse de Ford, quien había vuelto como un programa (o un virus) dentro de su código que le guiaba en su camino. Posteriormente, Elsie también le traicionaba al decirle a Hale dónde podría encontrar al resto de anfitriones que se dirigían al Valle de Allende y terminar con todos ellos. La propia Elsie acabó muerta a manos de Hale, lo que llevó a Bernard a resucitar a Dolores para que su especie pudiese sobrevivir.

Aunque parezca que la presencia de Ford haya sido más perjudicial que beneficiosa para Bernard, sí que le proporcionó algo que no había descubierto antes, su propia voz. Lowe descubría por fin su consciencia y autonomía, lo que le llevaba a salirse del código que habían escrito para él y crear su propia historia.

La temporada terminaba con ya Dolores en el mundo exterior, en concreto en la casa a la que Arnold ya la había llevado en una ocasión. Allí se encuentra con Bernard, a quien le está poniendo al día con todo lo que ha pasado y al que le deja las cosas muy claras: ambos se necesitan para que los anfitriones puedan sobrevivir en este nuevo medio, pero no estarán juntos. No serán aliados ni tampoco amigos. Cada uno se encuentra en un lado del cuadrilátero en una batalla en la que buscan cosas opuestas: Dolores la supremacía de su especie y la destrucción de los humanos; Bernard, la convivencia de ambos. El último episodio se cerraba con una nota agridulce en la que dos personas, que habían convivido durante tanto tiempo estudiándose la una a la otra, estaban dispuestas a tirarse al cuello de la otra por conseguir sus objetivos.

Otra a la que no le importaba llegar hasta la muerte por cumplir su misión era a Meave. En la primera temporada, la exmadame se bajaba del tren con destino a su libertad para rescatar a su hija. Esto le ha llevado a reunir a un grupo variopinto de gente que le ha resultado ser bastante leal. Héctor, el bandolero; Armistice, su compinche; Félix y Sylvestre, los operarios de Delos; y Lee Sizemore, el creador de las historias del parque, se juntaban para ayudarla con más o menos reticencias, sobre todo en el caso de Sizemore. La búsqueda de la niña llevó al equipo a pasar por Shogun World, el segundo parque de los seis que conforman Delos Destinations. Basado en la época Edo de Japón, allí Maeve descubría que su voz interior se hacía cada vez más poderosa y que podía dar órdenes al resto de anfitriones sin pronunciar una sola palabra, además de ver que el guionista había plagiado sus historias para plasmarlas en este mundo de samuráis.

Tras volver a Westworld y encontrar a su hija, quien ya no la reconocía, ambas tuvieron que huir ante la presencia de los nativos americanos, más conocidos como la Ghost Nation. Unos ecos del pasado que se tornaban más presentes que nunca. En su huida se encontró con el Hombre de Negro, con quien tuvo un enfrentamiento y en el cual nadie salió bien parado. Ambos recibían varios disparos y Maeve fue finalmente rescatada por Lee en un esfuerzo para que no muriese. Sin embargo, tras obtener su código con los privilegios que posee, la exmadame estuvo más cerca que nunca de la muerte, pero terminó salvándose a sí misma y reencontrándose con sus amigos. Maeve retomó la búsqueda de su hija y logró despedirse de ella después de que Clementine, quien había sido una de sus chicas en El Mariposa en Sweetwater, llegase y crease el caos al ordenar con el código que ella tenía que los anfitriones se matasen los unos a los otros. Como toda una madre coraje los detuvo para que su hija pudiese entrar al Valle de Allende. Junto a Héctor, Armistice y Sizemore, quienes se terminan sacrificándose por ella, Maeve moría con una sonrisa en los labios al haber cumplido su objetivo.

En la primera temporada conocimos a William, quien estaba a punto de entrar en la familia Delos y que disfrutaba junto a su cuñado de un nuevo mundo que se postraba ante él. Allí encontró el coraje que le había faltado toda su vida y dio paso al "Hombre de Negro", una nueva identidad que reunía toda la oscuridad que estaba creciendo en él. En la segunda tanda de episodios hemos visto cómo se enfrentaba a su suegro, James Delos, y a quien sucedía en la empresa familiar. También hemos podido comprobar hasta dónde llegaba la ambición de William, quien quería vencer a la muerte a golpe de tecnología.

Durante muchos años el juego que encontraba en Westworld no le parecía justo debido a que los anfitriones estaban en desventaja. Ahora, con ellos pudiendo matar a los huéspedes, la cosa cambiaba y William empezaba a ver en el parque un verdadero reto, una lucha por la supervivencia real. Ante él comenzaba la partida que Ford le había preparado y que le ha llevado a sucumbir a una paranoia total sobre si lo que se iba encontrando a su paso era real o no. La presencia de su hija Emily le permitió abrirse y que nosotros conociéramos un poco más de su vida familiar, la relación con su esposa Juliet y el final trágico de esta al suicidarse. Este hecho une a padre e hija en un dolor y una culpa insoportables y a que ambos abran sus heridas. Emily está dispuesta a conocer el porqué tras la decisión de su madre de quitarse la vida y podría hacerlo con el proyecto de su padre. Pero William no se fía de que esta Emily sea la verdadera y termina matándola.

Este hecho es el que va a definir su vida y el que parece estar abocado a repetir sin cesar como todo buen anfitrión. En una escena postcréditos en el último episodio se revela ante nosotros que William es un robot, aunque no sabemos en qué tiempo concreto es esto. Una copia de Emily es quien está al cargo de que esta versión mejorada de William sea fiel a la humana. Al final, el Hombre de Negro se ha convertido en lo que más odiaba, un robot que está esclavizado por su código.

Después del regreso de William de Westworld, este le vende el parque a James Delos como una manera precisa y silenciosa de estudiar a sus visitantes, conocer quiénes son realmente y qué les impulsa a seguir viviendo. La vigilancia pasa de simples cámaras por todo el territorio hasta escáneres cerebrales dispuestos en los sombreros que tienen que llevar, los cuales analizan, copian y codifican la mente humana. Gracias a esto podrán crear copias mejoradas, inmortales, de los huéspedes sin que estos lo sepan. Este proyecto comienza realmente con el propio Delos, quien es diagnosticado con una enfermedad degenerativa y que le lleva a pensar que todavía es demasiado joven para morir. William trabaja en una réplica fiel, pero no hace más que dar problemas y no parece que el paso del tiempo y los estudios vayan a solucionarlos. El nuevo presidente de Delos Incorporated finaliza la construcción de esta última copia y deja que el nuevo James Delos se degenere hasta su posterior muerte, gracias a Elsie y Bernard, quienes le encuentran y lo queman.

Pero el proyecto en el parque no termina y siguen codificando mentes hasta llegar a los cuatro millones de ellas, las cuales se almacenan en la Forja. Estos datos son esenciales para la compañía, un arma de doble filo que le podría reportar miles de millones de dólares si decidieran venderlos al mejor postor. Peter Abernathy, el padre de Dolores, se convierte en una pieza clave al tenerlos en su "cerebro". De ahí que Hale esté tan interesada en rescatarle y llevarle al continente. Posteriormente, se pierde la pista al "cerebro" de Abernathy.

La segunda temporada nos ha permitido conocer un poco más a los Delos y a sus miembros. En la primera nos presentaron a Logan, la oveja negra a quien habían tildado de "inmaduro" y de "no tomarse en serio" la empresa familiar. Ahora conocíamos al dueño de la misma, James, el patriarca. Un hombre sin ética tanto en los negocios como con sus allegados. Ante el diagnóstico de una enfermedad degenerativa, James se presta a ser el conejillo de indias de William y convertirse así en el primer humano en ser replicado en un robot. Tras muchas pruebas, al final la versión robótica termina degenerándose hasta ser convertido en cenizas por Bernard y Elsie, quienes se lo encuentran.

Por otro lado, está su hija, Juliet, una de las víctimas de William. Ella sabe perfectamente que su marido no es una buena persona, que tiene un fondo oscuro que intenta ocultarle al mundo, pero ella lo nota. Lo que primero comienza como una suposición termina siendo una certeza al ver cómo ha sido hasta el momento su paso por Westworld gracias a una tarjeta que le da Ford y que ella encuentra. Al ver la verdadera cara de William, Juliet decide poner punto y final a su vida, una en la que se ha visto abocada a un abismo del que no ha podido salir.

También se encuentra Emily, la hija de la pareja. Ella se siente culpable del suicidio de su madre y quiere descubrir el porqué de su decisión. Para ello finge que le importa su padre y se acerca a él. De esta manera podrá participar en el proyecto que tiene entre manos (convertir a huéspedes en anfitriones). William, en cambio, cree que es una réplica construida por Ford y la mata. Tras comprobar que estaba equivocado, William se plantea terminar con su vida, pero Dolores se lo impide.

Por último, también hemos conocido algo más de Logan. Fue el primero en tomar contacto con la creación de Robert y Arnold y quien le dijo a su padre que apostase por esta nueva tecnología. Posteriormente hemos visto que fue él quien provocó que Akecheta, el líder de la Ghost Nation, tomara consciencia al encontrarse con él después de que William lo dejase tirado en los límites del parque. Pero el momento más emotivo de su historia es la última conversación con su progenitor antes de morir por una sobredosis. Logan no pasa por su mejor momento y recurre al alcohol y las drogas para evadirse. Después de su segunda desintoxicación acude a su padre a pedirle ayuda, pero este vuelve a rechazarle.

Uno de los personajes más misteriosos, con el permiso del Hombre de Negro, era Akecheta, el líder de la Ghost Nation. Lo que habíamos visto de él hasta el momento era bastante turbio, un hombre que se había dedicado a merodear por la granja de Maeve y su hija y que podría haberlas matado. Sin embargo, todo eso cambiaba con el octavo episodio en el que tenía la oportunidad de contar su historia. Akecheta fue uno de los primeros anfitriones en encontrar su propia voz gracias al dibujo del laberinto que ya habíamos visto anteriormente. Se obsesionó con él e intentó que el resto también encontrara su propia consciencia. Sin embargo, pronto le cambiaron su papel dentro del parque y perdió todo el progreso que había logrado. Tras mucho trabajo lo recuperó y le llevó a encontrar a Kohana, el amor de su vida. En su busca de la Puerta, los operarios del parque se llevaron a su mujer y no volvió a verla nunca más por Westworld. Pero le faltaba un sitio en el que buscar, la Meseta, donde se encuentra el apartado técnico del parque. Allí la encuentra, pero no puede hacer nada para llevársela. Como respuesta moviliza al resto de su pueblo para empezar a rebelarse.

Entretanto, Akecheta establece una amistad con la hija de Maeve, a quien le enseña el dibujo del laberinto. El nativo se convierte en su protector y por eso ha estado rondando por la casa de ambas. Akecheta le promete a la exmadame llevar a su hija al Valle de Allende, algo que finalmente cumple. Él también va a esta especie de Edén en donde se encuentra con Kohana.

Ahsley Stubbs (Luke Hemsworth) había sido casi un cero a la izquierda. Sabíamos que era jefe de seguridad y que se dedicaba a ir por el parque con Elsie para corregir problemas con los anfitriones. El campanazo lo ha pegado en esta segunda temporada donde, gracias a una conversación sutil entre él y Holores, Stubbs daba a entender que era un anfitrión consciente de ello. Aunque era una teoría que se barajaba en la primera temporada, al final obteníamos una certeza. El jefe de seguridad le recordaba que su misión era proteger a los anfitriones que se encontrasen dentro del parque, pero no a los que saliesen. Así que, de esta forma, Stubbs le daba su beneplácito a la Dolores encubierta para que saliese al mundo exterior y así empezase la revolución que parece que vamos a ver en la tercera temporada.