Ahora que Kathlyn Bigelow se ha convertido en Reina del Mundo gracias al éxito cosechado por 'En tierra hostil', sin duda alguna las malas lenguas, o como mínimo las más escépticas o reticentes, comenzarán a dudar sobre la valía de uno de los principales cambios que ha habido en la presente gala de los Oscar.
Estamos hablando, por supuesto, del hecho de que haya diez títulos nominados a mejor película en lugar de los cinco habituales. En primera instancia, dicha decisión no es más que un reclamo que aumenta la competividad y, por ende, las recaudaciones en los cines. Por otro, algunas voces discordantes ya han puesto el grito en el ciel, si bien no por el aumento de nominaciones, sí por el nuevo sistema de votación que éste implica.Y es que, si con cinco nominaciones los votantes tan solo debían elegir el film favorito, con diez candidatas deben ordenar del uno al diez los títulos según sus preferencias, por lo que, técnicamente, podría obtener el Oscar a la Mejor Película un film sin ninguna votación en el primer puesto.
No me gusta este sistema para nada porque, en teoría, podrías tener a un filme con ninguna votación en primer lugar ganando el premio a la mejor película, se pronunciaba esta madrugada un miembro de la Academia.
En fin, la polémica está servida.