Tom Felton, el inestimable Draco Malfoy en la saga 'Harry Potter', publica su primer libro, 'Beyond the Wand: The Magic and Mayhem of Growing Up a Wizard'. Se trata de una autobiografía donde Felton describe con humor y honestidad cómo fue crecer "siendo mago" mientras debía conciliar su vida normal fuera de la ficción, desde sus tiernos inicios hasta las dificultades posteriores.
Felton se adentra con total franqueza en la década de sus veinte, donde pasaba mucho tiempo en los bares de Los Ángeles, donde comenzó a beber como método de escape. "El alcohol no era el problema. Era el síntoma", escribe, a la par que describe cómo "beber se convierte en un hábito en los mejores momentos", y como poco a poco el hábito no se limitaba a los bares, sino que también estaba en plató. "Llegó un punto en que no se planteaba nada a la hora de tomar una copa mientras trabajaba. Me presentaba sin estar preparado, no era el profesional que quería ser", admite el actor.
Su vida dio un cambio cuando las personas a su alrededor hicieron lo llamado una "intervención", que reúne a las personas cercanas (en este aso, sus agentes, managers, abogado y su novia de entonces, Jade Olivia) para intentar que convencerle de ir a rehabilitación. "Todos los que estaban en la habitación me habían escrito una carta", recuerda Felton. "Escuché a Jade y a los demás mientras me decían lo preocupados que estaban por mi comportamiento, por mi forma de beber y por mi abuso de sustancias". Sin embargo, reconoce que "no estaba en condiciones de escucharles".
Sorprendentemente, la carta que más impacto le causó vino de la persona que menos conocía: su abogado, que hablo con total honestidad. Le dijo: "Tom, no te conozco mucho, pero pareces un buen tipo. Lo único que quiero decirte es que ésta es la decimoséptima intervención a la que asisto en mi carrera. Once de ellos ya están muertos. No seas el duodécimo". Fueron estas palabras las que hicieron mella en Felton.
A partir de ahí, el camino hacia la sobriedad no fue fácil. Ingresó en una clínica de rehabilitación de Malibú, donde le preguntaron si, debido a la fama mundial por su papel como Malfoy en 'Harry Potter', prefería usar un alías en la etiqueta de su nombre. Pero el actor sabía que serviría de poco: "Si la gente me reconoce de las películas de Harry Potter serán por mi cara", añadiendo que aunque escribieran "Puto Mickey Mouse" en su pecho todos sabrían quién es. Felton llegó a escapar de la clínica el primer día que ingresó, y de otra fue expulsado porque le encontraron en la habitación de otra paciente.
Romper tabúes
Tom Felton admite que ya no tiene miedo de pedir ayuda. "Ya no me da vergüenza levantar las manos y decir: No estoy bien". Defiende, además, la necesidad de hablar de ello. "A día de hoy nunca sé con qué versión de mí mismo voy a despertar. Lo que nos lleva de nuevo al concepto de rehabilitación y al estigma que conlleva la palabra", dice. Recalca que ir a terapia es un primer paso muy difícil de dar, y que quiere "aportar mi granito de arena para normalizarlo". Concluye afirmando que "todos la necesitamos de una forma u otra, así que ¿por qué no sería normal hablar abiertamente de cómo nos sentimos?". No es ningún secreto que el mundo del espectáculo tiene grandes altibajos, pero el enorme tabú al respecto sigue precisando de testimonios tan importantes como el de Felton para romperlo.
