Si 'Avatar' es una excepción, lo ha sido siempre, 'Avatar: El sentido del agua' ya se percibe prácticamente como un milagro, exactamente como la industria cinematográfica ha vivido la tremenda carrera en cines que se marcase 'Top Gun: Maverick': como un sorprendente fenómeno. La película, dirigida por Joseph Kosinski y con guion de Ehren Kruger, Eric Warren Singer y Christopher McQuarrie, basado en una historia de Peter Craig y Justin Marks, cuenta con McQuarrie y los legendarios Don Simpson y Jerry Bruckheimer a la producción, tarea en la que, por supuesto, también se involucrase su estrella: Tom Cruise.
Este intérprete tan conocido por encarnar a icónicos personajes como por su faceta de especialista en la gran mayoría de las escenas de acción que encabeza, es una pieza central, vital e infravalorada del mágico puzzle que ha catapultado a la secuela de 'Top Gun. Ídolos del aire' a una cima hollywoodiense desde la que ha hecho historia. Junto a la mencionada segunda entrega de 'Avatar', este film que marcase un antes y un después en la trayectoria cinematográfica de los blockbuster también ha derribado barreras en los prestigiosos Oscar: nunca dos continuaciones habían estado nominadas a la vez en la categoría de Mejor película. Mejor película, reconocimiento inaudito para un producto como 'Top Gun: Maverick', film construido en torno a los caprichos y tribulaciones de un cineasta cuyo arte raramente se aprecia o se toma en serio.
Pero el caso es que detrás de una de las últimas estrellas de Hollywood hay mucho más de lo que popularmente se conoce. Tom Cruise insiste: "no quiero que la gente vea el trabajo que hay detrás, solo busco que experimenten el mundo [que construimos]". Un mundo que en el caso de Maverick arrancó hace 37 años con el estreno de una de las películas más recordadas de los 80, un film que, como dice Bruckheimer, "cambió a toda una generación" y fichó a su protagonista, un veinteañero "precoz y engreído" (según el propio Cruise), prometiéndole un hueco en las reuniones de producción. Ya por aquel entonces Cruise quería saber más sobre la artesanía cinematográfica, labor que después llevase a su terreno. Entonces, según afirma el propio actor, antes del estreno de 'Top Gun', el estudio ya quería hacer una secuela. "No me sentía preparado", recuerda Cruise.
"Durante años me planteé cómo podíamos desarrollar la película en cuestión de historia y estructura. Me llegaban ideas terribles, propuestas que simplemente no funcionaban en absoluto. Y yo solo decía: 'Esto nunca va a funcionar. No me interesa'". Dicho sentimiento es algo que Cruise proyectó a lo largo de tres décadas: no me interesa. Su negativa era tan profunda que cuando Kosinski voló a Paris para tratar de venderle el argumento de 'Top Gun: Maverick' en una de las pausas del rodaje de 'Misión Imposible: Fallout', se encontró a un Cruise de brazos cruzados con pose de "voy a tener que pensar cómo decirle a Joe que no", recuerda el director. "Todo empezó cuando Jerry Bruckheimer me envió una primera versión del guión. Sabía que Tom se iba a mostrar reticente a la hora de volver a ese personaje a menos que hubiera un ancla emocional muy fuerte. La idea de que Maverick tuviera que enmendar su relación con Rooster, el hijo de su copiloto y amigo, me pareció una excelente forma de arrancar el pitch. Fue lo primero que le conté y pude ver cómo su mente comenzaba a cambiar, a ver la manera de recuperar al personaje. Tom básicamente dio luz verde a la película al final de esa reunión".
"Había suficientes elementos para ponernos a ello", recuerda por su parte Cruise. "Y pensé que si alguna vez lo iba a hacer, tenía que ser en ese momento". Esto después de pasar "años planteando el proceso mediante el cual rodar la película, todo mientras simplemente me decían que me lanzase 'eres Tom, vamos a estar de tu lado'. Y yo reaccionaba en plan, 'No, no, hay que pensarlo bien'". Esa insistencia por encontrar una estructura narrativa impecable, una historia merecedora, sólida, adaptada a la mirada del espectador actual y con el punto ideal de nostalgia, ha demostrado ser clave, uno de los ingredientes imprescindibles para catapultar a 'Top Gun: Maverick' hacia un inesperado triunfo en cines. ¿El otro puntazo? Todas las escenas se rodaron 'de verdad'.
"Si vamos a hacerlo, vamos a volar en los F-18". Cruise lo tenía claro y en su caso, siendo piloto, no era algo tan descabellado, pero todo el reparto debía seguir su estela. "Tom diseñó un completísimo entrenamiento aeronáutico para los actores", dice Monica Barbaro, Phoenix en la película, porque "las secuencias de aviación tenían que ser reales", añade Bruckheimer asegurando que los actores entrenaron durante tres meses para poder encarnar a sus personajes desde la cabina. Además del entrenamiento que Cruise trazó para sus compañeros, "también tuvieron que aprender a manejar las cámaras porque, esencialmente, cuando están arriba tenían que dirigir ellos mismos", apunta Kosinski. Elementos que después debían converger en un todo lo suficientemente sólido como para alcanzar su objetivo: que los actores pudieran transmitir de la forma más potente posible lo que es pilotar un F-18 y despegar desde un portaviones, y que la audiencia se sintiese en el aire.
A la hora de alcanzar dicha meta, el planteamiento práctico era esencial, pero aquel enfoque supuso que, como revela Kosinski, para una sola escena con los cazas se llegasen a utilizar 23 cámaras captando la acción a la vez. 23 puntos de vista diferentes entre los que se encontrasen los recursos grabados por los propios intérpretes. Esto después se traducía en 13 horas de metraje que caían en el regazo de Eddie Hamilton, editor que tras dar forma a las dos últimas misiones imposibles, ha logrado por fin que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas reconozca su trabajo con una nominación.
Sin duda tantísimo esfuerzo y todos esos quebraderos de cabeza que el proceso supuso para Cruise y el resto del elenco, mereció la pena porque la secuela cerró su fin de semana de estreno habiendo recaudado 300 millones de dólares en todo el mundo y batiendo su primer récord: 160,5 millones de dólares a lo largo de los cuatro días del puente del Memorial Day. Esta festividad norteamericana, popular entre los distribuidores cinematográficos a la hora de fijar las fechas de estreno de sus blockbusters, llevaba 15 años con 'Piratas del Caribe: En el fin del mundo' en la cima de las más taquilleras en salas, hasta que llegó 'Maverick'.
Por supuesto aquello fue solo el principio y lo que verdaderamente robó el aliento hasta al más escéptico fue: su mantenimiento. 'Top Gun: Maverick', como tantas otras películas proyectadas para lanzarse en el pandémico 2020, sufrió numerosos cambios de estreno y tuvo que vivir varios meses con la alargada sombra del streaming amenazando con aplastar sus planes de un glorioso regreso en pantalla grande. "Eso nunca iba a pasar", dice un Cruise que, según Kosinski, tuvo que cerrar filas junto a Bruckheimer para evitar que Paramount se subiese al carro de los estrenos en plataformas. Con aquellos primeros días en cines, Cruise y su defensa a ultranza de la experiencia cinematográfica, ya calló muchas bocas, pero nadie vio venir los meses de liderazgo imbatible.
Tres semanas se mantuvo líder en aquel primer mes de mayo, puesto que perdiese en favor de 'Elvis'. Tras aquello, 12 semanas después de su estreno en cines, esta secuela se colaba en el top 3 doméstico, y al paso de unas semanas más, 15 semanas después de su estreno, 'Maverick' volvía al número uno de la taquilla norteamericana que liderase las primeras semanas tras su lanzamiento. Aquel regreso al trono de las mas vistas en salas, más de tres meses después de su estreno, coincidió con su arranque en plataformas, medio en el que también ha arrasado.
Finalmente más de seis meses de recorrido en cines se saldaron con una recaudación de 1.488 millones en todo el mundo, de los cuales 718 millones de dólares vienen del mercado doméstico y 10 millones de euros del español, cifras que la convertían en la película más taquillera del 2022. Solo 'Avatar 2' ha conseguido arrebatarle dicho puesto relegándola a la duodécima posición en el ranking de los films más taquilleros de la historia.
"Los críticos la aplaudieron, la audiencia se volcó y la industria la acogió. Todo el mundo nos ha apoyado", dice Kosinski subrayando cómo 'Top Gun: Maverick' ha escapado a ese esnobismo que tradicionalmente rodea a los blockbusters de acción. Con 460 reseñas de la prensa especializada y más de 50.000 de la audiencia, Rotten Tomatoes, reputada web que recoge las impresiones de crítica y público, coronaba a esta segunda entrega como la película mejor valorada del año con más de un ocho sobre 10 de media en el caso de la opinión profesional, y un 4,9 sobre 5 en el caso de la audiencia. Este cariño se palpó cuando el equipo recibiera una estruendosa ovación en pie tras su premiere en el Festival de Cannes, con Cruise llevándose la Palma de Oro honorífica por sorpresa, y ha alcanzado su máxima expresión con seis nominaciones a los Premios de la Academia.
Al caramelito, Mejor película, se unen Mejor guion adaptado, Mejor sonido, Mejor montaje, Mejores efectos visuales y Mejor canción original para el tema de Lady Gaga 'Hold My Hand'. Cruise y Kosinski, injustamente para muchos, se han quedado fuera de la categoría de Mejor actor y Mejor director, cuando, según Bruckheimer, "por supuesto que merecen ser nominados. Tom ha hecho que 'Top Gun: Maverick' sea posible, es el corazón de la película". Por su parte, después de décadas de éxitos, tras lanzar sagas míticas como 'Piratas del Caribe' o 'La búsqueda (National Treasure)' y películas inolvidables como 'Armageddon' o 'Flashdance', este productor se lleva su primera nominación. Tarde, pero justa. Como sería la estatuilla para Cruise que, a pesar de haber estado nominado en tres ocasiones como actor protagonista, no tiene pinta de andar cerca de alzarse con dicho galardón.
"Nadie le preguntó a Gene Kelly: '¿Por qué bailas? ¿Por qué coreografías tu propio baile?'", dice Cruise dejando entrever que no entiende por qué no se aprecia su labor. Por qué la forma en que se vuelca con las secuencias de riesgo se ve más como una locura que como un logro. Por qué todo lo que aporta en ese sentido no brilla lo suficiente como para ser premiado como actor. Será que sus esfuerzos por impulsar avances técnicos, en especial con la franquicia 'Misión Imposible', le empujan más hacia el papel de productor, que podría llevarle a recoger el Oscar por 'Top Gun: Maverick'.
Muchas virtudes justificarían ese hipotético instante, de hecho el prodigio pide un análisis sesudo de la estructura y beldades de esta secuela, pero se podría condensar en algunos elementos esenciales. 'Top Gun: Maverick' es de las pocas continuaciones que supera con creces a la película original y lo hace aprovechando el elemento emocional más importante de la primera entrega para impulsar un nuevo capítulo de su historia. Además saca partido a todas las herramientas de que dispone el cine para diseñar una experiencia pensada por y para la gran pantalla, con toda esa espectacularidad técnica de que se dispone actualmente, y encuentra el lado bueno de la nostalgia: ese sentimiento tan sobreexplotado hoy en día.
Como bien explica Kosinski: "Hay una especie de tendencia a suspirar por cómo eran las cosas y esta película tiene una intencional sensibilidad retrospectiva. Tampoco hay demasiado que la conecte con 2022 y todo drama emocional ocurre a través de conversaciones cara a cara. Es un poco un mundo de fantasía. Maverick puede ir por ahí sin casco y el sol siempre se está poniendo".
* Actualmente 'Top Gun: Maverick' se encuentra disponible sin coste adicional en Amazon Prime Video.