"Yo lo supe. Nunca dudé", aseguró Ilia Topuria, luchador de artes marciales mixtas, tras coronarse como Campeón Mundial de la UFC en la categoría Peso Pluma en febrero de 2024. Quienes tampoco dudaron de él fueron los productores de Señor Mono, que en abril de 2023, antes de que el deportista se convirtiese en el primer español de la historia en lograr esta hazaña y tuviese la fuerza mediática que ha llegado a alcanzar, apostaron por grabar 'Topuria: Matador', una película documental sobre un nombre entonces desconocido que competía en un deporte también desconocido en España. Como confirmase el propio Topuria al noquear a Alexander Volkanovski en el segundo asalto, la apuesta no les pudo ir mejor.
Dentro de la dificultad que supone condensar en hora y media años de preparación de Ilia Topuria para combatir por el campeonato mundial, 'Topuria: Matador' recoge con dinamismo las claves de su viaje para que el público acabe con una idea bastante clara de lo que fue esta odisea para el protagonista, además de conocer a la persona detrás del artista marcial. Porque el viaje explora más allá de lo deportivo o, mejor dicho, subraya que en el caso de este luchador es difícil hablar de vida deportiva sin adentrarse en la personal, llegando por momentos a fundirse en una sola. Topuria tiene el éxito que tiene dentro del octógono por lo que tiene y es fuera de él.
"Mamba mentality"
Aunque se acuñó en el mundo del baloncesto a raíz del exjugador de la NBA Kobe Bryant, el término "mamba mentality" se ha extendido al resto de deportes para hacer referencia a aquellos deportistas que poseen una disciplina de trabajo duro única, una disciplina que empieza por fortalecer la mente. Uno de los aspectos más interesantes que aborda el documental gira precisamente alrededor de ello, de la importancia que Topuria otorga a lo mental. Entre todos los males físicos (deshidratación extrema, calores radicales, debilidad física, desnutrición...) que pudo tener durante las drásticas y peligrosas bajadas de peso que hacen los peleadores antes de los pesajes oficiales del combate, su primer comentario al respecto fue "sufrí mucho mentalmente". Tiene claro que la mitad de la batalla se libra en la mente, y cuando 'Topuria: Matador' lo trata, el documental gana.
A esta "mamba mentality" el luchador le añade su toque personal exteriorizando y verbalizando semejante confianza en sí mismo que da vértigo, una autoconfianza fascinante de escuchar a la vez que puede llegar a incomodar al casi rozar la arrogancia. Pero, ¿y si nos desconcierta porque en general tendemos a ser demasiado duros con nosotros mismos en lugar de darnos valor? Fuera como fuese, esta actitud arrolladora de Topuria, que explica que "muchos lo llaman soberbia, yo lo llamo fe", es un engranaje crucial de su maquinaria y plasmarla un acierto por parte del documental. No hacerlo por dar la imagen del héroe humilde que suele gustar más sería mentir a un espectador que ha confiado en el proyecto para conocer al protagonista.
Y, siendo sinceros, tuviese tan claro en realidad o no que iba a alzarse campeón, esta continúa y pública fe en su persona es otra forma de ver cómo Topuria valora el combate mental, sea para convencerse a sí mismo y no dudar en el ring (no puedes permitírtelo contra un rival letal que va a intentar tumbarte al menor despiste) o sea para desmoronar al contrincante. Da gusto ver el lado mental de un deporte tan físico.
De la mente al cuerpo
Pero no nos engañamos, por muy importante que sea, esta mentalidad de poco sirve en un deporte en el que te encierran en una jaula con otro hombre a pelearte hasta el desfallecimiento si no se acompaña de una preparación física a la altura. El otro gran pilar de 'Topuria: Matador' es reflejar estos entrenamientos. Es sobrecogedora la bajada de peso, que consiste en estrictas medidas a las que se someten los artistas marciales para perder hasta más de 10 kilos en cuestión de días para competir en categorías con rivales que pesan menos, es decir, que tengan menos fuerza, pero recuperando su peso original en el día y medio que separa al pesaje oficial del combate y así tener ventaja si el rival no logra ganar sus kilos.
También es emocionante el trabajo de estrategias de combate y análisis del rival. Da otra capa de profundidad al deporte ver a Topuria y compañía estudiando al resto de luchadores hasta el punto de suceder en el combate situaciones exactamente como las que comentaban meses antes.
No obstante, da la sensación de que se podría haber explorado bastante más este aspecto, incluyendo más intervenciones de expertos de este deporte en lugar de celebridades ajenas al mismo como futbolistas o youtubers, cuyas declaraciones no aportan mucho más allá de opiniones que podría tener cualquier persona que haya seguido mínimamente algo de Topuria. Cuando es el caso, como el círculo de Topuria abordando la importancia de ser mediático y dar show, ("si algo saben los americanos es hacer un negocio de todo") el interés del relato crece y conocemos más del personaje y de cómo funciona la UFC. Tampoco acaban de aterrizar ciertas intervenciones que se desvían demasiado de la materia para acabar en meras anécdotas personales que, si bien podrían haber encajado en un documental de mayor longitud, aquí entorpece el ritmo general y quita tiempo a profundizar o añadir temas más relevantes.
Es una pena, porque durante otros momentos 'Topuria: Matador' sí que sabe incluir temas personales que ayudan a profundizar en los deportivos. Por ejemplo, sus entrenamientos se entrelazan con enriquecedoras imágenes de archivo y declaraciones sobre su origen y familia que subrayan lo clave que ha sido el círculo cercano de Topuria en su transformación al Matador. Desde jugar a pelearse con su hermano en el salón siendo niños, abandonar este su carrera para convertirse en su entrenador principal, su adolescencia en España con sus primeros combates tras abandonar Georgia, incluir a su familia y amigos en momentos cruciales de la preparación para sentir su apoyo, el amor con el que Topuria habla de su gente, su fe religiosa... Todo aporta de alguna manera a entender su forma de trabajar lo deportivo.
A rasgos generales, 'Topuria: Matador' sintetiza con éxito en apenas hora y media años de preparación y de vida personal del luchador para plasmar su esencia y permite conocer a uno de los fenómenos más recientes del deporte español, tanto dentro del octógono como fuera de él. Un documental apto para entendidos y no entendidos del tema a tratar que no solo nos hará conformarnos con ver el éxito de terceros, sino que nos motiva a perseguir nuestros propios sueños. Y Topuria nos lo recuerda: "los sueños no son lo que ves cuando duermes, es aquello que no te deja dormir".
