Cuando Disney España lanzó el tráiler en castellano de 'Toy Story 4', pronto los fans de los juguetes animados percibieron un cambio en el personaje de Woody: su voz había cambiado y no sonaba al Woody de siempre.
No podía sonar como siempre porque el actor de doblaje habitual, Oscar Barberán, había sido sustituido por otro intérprete. ¿La causa? Barberán aún no ha firmado el contrato para participar en la película que llegará a los cines este junio.
En declaraciones a El País, el actor ha compartido las mejorables condiciones laborales de los dobladores en España. La profesión se rige por un convenio que recoge unos salarios alrededor de 1.000 euros brutos por ser voz principal en una superproducción de este tipo: "Por participar en ese tráiler, recibiríamos menos de 100 euros", señala el intérprete. Unas cifras que contrastan con los ingresos de estas películas. Por ejemplo, 'Toy Story 3' recaudó más de 30 millones de euros solo en nuestro país.
Tensas negociaciones
Óscar Barberán ha relatado su relación con la compañía, a la que hizo una propuesta salarial para trabajar en la película y que no obtuvo respuesta. Ahora, varios meses después, Disney le ha contactado para estudiar su participación en el filme. Y es que es el propio actor el que tiene que negociar su contrato: "Es eso o nada. No tenemos representantes que protejan nuestros intereses", se lamenta un Barberán que no busca el enfrentamiento con Disney, sino que quiere luchar contra la precariedad de su profesión.
Ahora la pelota está sobre el tejado de Disney, que tendrá que lidiar no ya solo con el intérprete, sino con la multitud de seguidores disgustados por el posible cambio de un personaje que significa tanto para ellos. A quien sí han conseguido ya es a José Luis Gil, que ya ha firmado para volver como Buzz Lightyear.