Desde la Comic-Con de Nueva York nos llega el primer tráiler de 'Castle Rock', la nueva serie de terror psicológico de J.J. Abrams que girará en torno al universo de las novelas de Stephen King. La serie llegará en 2018 al canal Hulu, el que el año pasado alcanzó gran repercusión gracias a su adaptación en forma de serie de 'The Handmaid's Tale', aunque sin embargo, todavía no tiene una fecha concreta de estreno fijada.
'Castle Rock', viene dispuesta a convertirse en uno de los platos fuertes del próximo año, contando con Melanie Lynskey, André Holland, Jane Levy, Sissy Spacek y Bill Skarsgård, prometiendo una buena dosis de terror a los espectadores además de un gran homenaje a todo el universo creado por King en sus novelas.
El tráiler no nos deja entrever gran cosa, mostrándonos una serie de enigmáticas imágenes donde se pueden apreciar ciertas referencias a Stephen King que nos dejan con bastantes ganas de hincarle el diente a esta nueva serie producida por Bad Robot. Durante su presentación en la Comic-Con de Nueva York, parte de su reparto presente durante el panel, como Sissy Spacek, también la definió como "Un homenaje a Stephen King", afirmando también sentirse muy agradecida por haber participado en esta serie por deberle mucho al autor. Puedes ver el tráiler a continuación:
Castle Rock en el universo de King
El pueblo de Castle Rock es la localización ficticia donde transcurren gran cantidad de novelas escritas por Stephen King, entre ellas 'Cujo', 'La zona muerta' o 'La mitad oscura'. Además, el pueblo también aparece mencionado en muchas otras obras del autor como 'It', 'La cúpula', 'Doctor sueño', 'Cementerio de animales' o 'El juego de Gerald'.
La serie, no tomará como referencia ninguna de esas novelas de King, sino que se centrará en ofrecer una historia original con referencias a dichas obras a lo largo de los 10 capítulos de los que dispondrá esta primera temporada.
Las mejores adaptaciones de novelas de Stephen King
'Cujo'
Lo primero que nos ofrece 'Cujo', la adaptación cinematográfica de la novela de Stephen King dirigida en 1983 por Lewis Teague, es una persecución por las praderas protagonizada por un perro y un conejo. Precaución. El aspecto visual es más similar al de un anuncio televisivo que a una cinta de terror, una sensación que se mantiene incluso en el momento clave en el que un murciélago hambriento hace acto de presencia. Tampoco ayuda un tramo inicial en el que la presentación de personajes humanos parece dirigirse de manera contundente al melodrama más anodino.
Afortunadamente, la historia evoluciona hacia un terreno mucho más interesante durante su desarrollo para finalizar a lo grande con una última parte de pura supervivencia en la que destaca, con mucho, la interpretación de Dee Wallace-Stone, sobresaliente como inesperada madre coraje/heroína de acción. Ella es la virtud más destacada de una película que acusa demasiado el paso del tiempo desde un punto de vista formal pero que consigue generar en sus momentos más inspirados un potente aura de asfixia y claustrofobia. Lástima que sus responsables no tuvieran la misma valentía que King para cerrar el relato con el dramatismo de la novela original.
'Los chicos del maíz'
Relato corto incluido en el esencial 'El Umbral de la Noche', 'Los chicos del maíz' partía de una idea inicial brillante al más puro estilo Stephen King para terminar en un festival de sangre, monstruos y gritos en el que la religión juega un papel más que destacado. Y es que, por mucho que los espectadores acudieran en masa a los cines en busca de un terror clásico representado a la perfección en ese conjunto de rostros infantiles capaces de helar la sangre, esta adaptación cinematográfica es tan consciente de su naturaleza de serie B como de su potente subtexto.
El fanatismo y las creencias llevadas hasta el extremo como método de supervivencia y estupidez, la educación fundamentada en el exceso y la violencia, la incoherencia siempre en el filo de un cuchillo manejado por un niño con la misma fuerza que un discurso apocalíptico. Un fondo aterrador que, en la gran pantalla, se mezcla con el entretenimiento demostrando bastante soltura. No es perfecta, y ocasionó secuelas horrorosas, pero 'Los chicos del maíz' sigue funcionando por encima del aprobado.
'La zona muerta'
Contar en la silla de director con alguien como David Cronenberg hace que los miedos se relajen bastante a la hora de enfrentarte a una adaptación para la gran pantalla de una de las novelas más complejas e interesantes de la carrera de Stephen King. Afortunadamente, el cineasta no falla a la hora de trasladar la esencia y el tono de 'La zona muerta' al cine, mostrando una conexión esencial con el escritor, entendiendo su universo, comprendiendo sus intenciones y cumpliendo sus objetivos. Liderada por un impecable Christopher Walken, nada nuevo bajo el sol, estamos ante una cinta claramente dividida en dos partes, una primera de intriga clásica y una segunda abrazada al thriller político, en las que ambas funcionan de manera individual a pleno pulmón.
Lástima que el conjunto, pese a mantener un mismo ritmo narrativo, preciso de inicio a fin, noté demasiado la diferencia de calidad e inspiración entre una primera mitad sobresaliente y una segunda parte algo monótona y previsible. El desenlace, sin embargo, arregla la ligera decepción y vuelve a colocar a 'La zona muerta' a la altura que uno puede esperar de la combinación entre dos mentes tan brillantes como las de Cronenberg y King.
'Verano de corrupción'
'Apt Pupil', traducida al mercado español con el perezoso título de 'Verano de corrupción', supone una de las adaptaciones cinematográficas más interesantes que ha sufrido una novela de Stephen King debido más a su argumento que a sus resultados puramente artísticos. Es decir, lo brillante ya estaba en la obra literaria por lo que solamente había que respetar y cuidar un material altamente complejo y delicado. Por suerte, el director Bryan Singer supo hacerlo y construyó un thriller de terror psicológico que te agarra por el cuello y no te suelta hasta un desenlace que duele como un golpe en el estómago.
Narrada con ritmo y talento, 'Verano de corrupción' se sirve especialmente del trabajo de sus dos protagonistas para alcanzar el máximo de sus posibilidades. El joven Brad Renfro se atreve a plantar cara a un inmenso Ian McKellen en uno de esos duelos interpretativos de primer nivel con la suficiente fuerza para mantener siempre a flote al resto de elementos. Si ellos fallaban es probable que todo se hubiera caído sin opción al rescate, pero su entrega y compromiso con la historia y sus personajes es tan deslumbrante que no queda más remedio que aplaudir con entusiasmo.
'Cuenta conmigo'
Tras entregar una de las comedias más redondas de los 80, 'This is Spinal Tap', y antes de dirigir dos de las cintas más recordadas y emblemáticas de la década, 'La princesa prometida' y 'Cuando Harry encontró a Sally', Rob Reiner se estrenó en el mundo de las adaptaciones cinematográficas de novelas de Stephen King con 'Cuenta conmigo'. Y lo hizo con el mismo éxito y más talento que con las películas citadas anteriormente.
Historia protagonizada por cuatro adolescentes que observan con una mezcla encantadora de inocencia y melancolía sus últimos pasos antes de entrar al mundo adulto, algo realmente terrorífico, 'Cuenta conmigo' funcionaba a todos los niveles que se proponía. Aventuras, dramas, toques de humor efectivos y siempre adecuados que no estropeaban el tono y el ritmo de la película, estamos ante un conjunto de virtudes en constante movimiento coronado por un trabajo de guión y dirección especialmente inspirado. Incluso el propio King, siempre tan crítico en lo que respecta a las adaptaciones cinematográficas de sus obras, se mostró entusiasmado con el resultado final. No era para menos.
'El resplandor'
Palabra de Stephen King: "Había admirado durante muchísimo tiempo a Stanley Kubrick y tenía grandes expectativas en el proyecto, pero sentí una gran decepción con el resultado final. Algunas partes son escalofriantes, cargadas de una claustrofobia genial, pero otras son lo peor. A Kubrick le cuesta entender lo sobrenatural y, pese a ser tan escéptico y visceral, no pudo entender todo el mal que había en ese hotel. Por momentos, 'El resplandor' parece una tragedia familiar en 'La casa de la pradera'". ¿Habíamos dicho ya que el escritor nunca se ha mordido la lengua a la hora de criticar las adaptaciones cinematográficas de sus novelas?
En esta ocasión, puede que le pudieran las formas y que la contundencia con la que destroza el trabajo de Kubrick no sea del todo justa, pero está claro que 'El resplandor' tiene mucho más de (espectacular) fondo que de (decepcionante) fondo. Y no es que la historia no tenga potencial, que lo tiene, sino que Kubrick está mucho más interesado en conseguir la más fiel y tangible representación de una pesadilla explotando en la pantalla que profundizar en la trama o en la psicología de sus personajes. Incomprendida en el momento de su estreno y celebrada posteriormente como un clásico del género de terror, estatus que mantiene hoy en día intacto, 'El resplandor' sigue siendo una deslumbra propuesta visual. Y poco más.
'La niebla'
Ignorada en su estreno, infravalorada desde entonces y prácticamente olvidada en la actualidad, 'La niebla', maravillosa adaptación de la novela de Stephen King llevada a cabo por el gran Frank Darabont, va mucho más allá de su aspecto de película de monstruos, para descubrirse como una reflexión profunda y delicada sobre la familia, la religión, el miedo y el valor en situaciones de desesperación absoluta. No es poca cosa. Una niebla llega hasta un solitario pueblo de Maine para descubrir el verdadero rostro de unos vecinos que deben aprender a vivir entre ellos, soportar el paso del tiempo y de las circunstancias que los mantienen encerrados sobre cuatro paredes que huelen a apocalipsis.
Atmósfera asfixiante, ritmo pausado pero seguro y un control absoluto sobre una historia que se reserva para sus últimos minutos uno de los desenlaces más brutales y desoladores de los últimos años. Una escena rodada con suma elegancia, con pulso de hierro. Un punto y final valiente en su visión del horror, contundente en no ceder ni un atisbo de piedad ante su protagonista. La guinda de un pastel de culto que, con el paso del tiempo, sigue escondida como una mina de oro por descubrir.
'La milla verde'
Nadie mejor que el autor de la obra literaria original, Stephen King, para ofrecer la clave más precisa de 'La milla verde': "Aunque la historia está ambientada en el corredor de la muerte, realmente es una 'feel-good movie' que alaba el sentimiento de la condición humana". Tal cual. Frank Darabont, director esencial a la hora de entender y celebrar la relación entre King y el séptimo arte, volvía a dar en el mismo centro de la diana con esta maravillosa película que se permitía los riesgos justos, respetando en la inmensa mayoría de momentos a la estupenda novela a la que adaptaba, aunque eso implicase una duración que peca de excesiva.
Sin embargo, Darabont tiene claro que necesita sí o sí esos 180 minutos para construir sin prisa pero sin pausa una historia en la que el drama y lo fantástico se unen a la perfección, combinando elementos propios y ajenos con precisión quirúrgica. Si a todo esto le sumamos un reparto en permanente estado de gracia, especialmente sus dos protagonistas, inolvidables Tom Hanks y un Michael Clarke Duncan que conmueve hasta la lágrima, el resultado no puede ser otro que el de una película admirable de inicio a fin.
'Misery'
Bienvenidos a 'Misery', o lo que es lo mismo, al recital interpretativo de Kathy Bates. De acuerdo, la dirección de Rob Reiner es estupenda, especialmente en lo que se refiere al manejo de la tensión y la capacidad para mantener al espectador al borde del infarto, al igual que el trabajo de un brillante James Caan, pero la Annie Wilkes de Bates es algo llegado directamente de las entrañas, de la grandeza, del talento más inmenso explotando en su forma más pura y sangrienta.
Ella coloca sobre sus hombros todo el peso de una historia que, pese a no guardar tantas sorpresas en su interior como podríamos desear, no necesita más que la presencia de Bates para convertirse automáticamente en una de las mejores películas basadas en un libro de King hasta la fecha. Una interpretación que le sirvió a la actriz para ganar un indiscutible Oscar y que continúa arrasando con todo a su paso. Una bestia incontrolable que nunca nos cansamos de volver a ver en acción.
'Carrie'
"El acercamiento de Brian De Palma al material de la novela es mucho más inteligente y hábil que el mío, además de mucho más artístico." Si lo dice el propio Stephen King, ¿quiénes somos nosotros para llevarle la contraria? Olvidemos ese remake infame protagonizado de 2013 y dirijamos nuestras miradas a 'Carrie', la brillante adaptación que realizó el director de, entre otras, 'Atrapado por su pasado' y 'El precio del poder', de una de las novelas más interesantes y (sorprendentemente) conmovedoras del escritor.
Una historia en la que, pese a estar presentes los característicos elementos fantásticos con el sello King, destacan los aspectos más dramáticos relacionados con la humillación y posterior venganza del personaje interpretado por una inolvidable Sissy Spacek. Una trama que parte de uno de los mejores prólogos que nos ofreció el cine de la década de los setenta para llegar a un desenlace absolutamente memorable en el que la intensidad narrativa del propio relato se combina de manera impecable con la fuerza técnica de un De Palma que muestra aquí su mejor versión. Todo un baño de sangre y de cine.
'Cadena perpetua'
Señalada por Stephen King como "un grandísimo trabajo y no sólo como adaptación", 'Cadena perpetua' sigue siendo, a día de hoy, la mejor película surgida de una de sus novelas. Y eso que aquí tenemos muy poca intriga y ni una pizca de terror, siendo dos de los elementos más característicos de sus obras literarias, pero tampoco los echamos de menos. La grandeza de la obra maestra firmada por Frank Darabont reside, esencialmente, en la fuerza de sus dos personajes protagonistas, Andrew Dufresne y Red, interpretados de manera magistral por Tim Robbins y Morgan Freeman, respectivamente.
Su amistad, basada en el respeto y la admiración mutua, se aleja rápidamente de los códigos más tópicos del cine carcelario para profundizar en valores humanos tan esenciales como la honestidad, la confianza o la generosidad. Todo ello, contado con una elegancia arrebatadora y un manejo primoroso de la narración por parte de un Darabont que elevó y mejoró la novela de King hasta convertirla en un clásico cinematográfico imprescindible. Imposible conseguir un mérito mayor.