¿Son los grandes actores una especie en extinción? Hace medio siglo emergían las estrellas que encarnaron el nuevo rumbo de Hollywood: Al Pacino, Dustin Hoffman, Robert De Niro, Gene Hackman... Rostros auténticos, poco habituales en la gran pantalla, que pasaron por el innovador y maleable molde de Lee Strasberg. En esa misma época, Bobby Cannavale (Nueva Jersey, 1970) tomaba su primera bocanada de aire, y sus pulmones debieron quedar impregnados por el talento de aquellos genios de la interpretación, porque décadas más tarde podemos calificarle como uno de sus potenciales herederos.
En su torrente sanguíneo cohabitan dos cálidos temperamentos: el italiano paterno y el cubano materno. En su ciudad natal, Union City, manifestó desde que era un imberbe monaguillo su interés por el oficio de actor, ya que se implicó en los musicales que preparaba su escuela católica. El primero de ellos fue 'Guys and Dolls', en el que interpretó a un mafioso, haciendo buena la máxima de Martin Scorsese como cineasta de ser medio cura y medio gangster. Su carrera como actor comenzó a despegar sobre las tablas teatrales en los años noventa, ambiente que nunca ha abandonado. Poco después, Sidney Lumet, su suegro en aquellos tiempos, contó con él para su esperado regreso a la televisión, 'Los juzgados de Centre Street', que dio visibilidad a Cannavale tras su largo paso por 'Turno de guardia'.
Desde entonces ha recalado en los tres medios: cine, televisión y teatro. En el primero todavía no ha interpretado un papel que le permita dejar huella, pero en la pequeña pantalla y en producciones teatrales ha dado vida a potentes personajes. Tras dos nominaciones a los premios Tony, en 2012 el teatro le brindó uno de los grandes hitos de su carrera. Cannavale encarnó a Ricky Roma en una nueva adaptación de 'Glengarry Glen Ross', que también contó con Al Pacino -nominado al Oscar en 1993 por su interpretación de Roma en la producción cinematográfica- como Shelley Levene. De esa manera el testigo pasaba de un gran actor a un colega en camino de llegar a ese estatus.
A Cannavale todavía le falta un Michael Corleone, aunque él encajaría más en el perfil de Sonny -al igual que pensó Pacino en primera instancia-, para consagrarse, pero esfuerzo invierte a espuertas. Este año le veremos en la tercera temporada de 'Mr. Robot'; en 'Going Places', el regreso del enorme Jesús de 'El gran Lebowski'; y en el remake/reboot de 'Jumanji' que lidera Dwayne Johnson. Además, formará parte del elenco de 'The Irishman', el esperado encuentro de Pacino y De Niro en un film de Scorsese que puede ser la oportunidad perfecta de Cannavale para exhibir su gran talento entre las estrellas que le han precedido. Pero por si todavía no te suena su nombre, te recordamos unos cuantos proyectos en los que probablemente te hayas topado con él:
Tu cara me suena: Bobby Cannavale
'Vías cruzadas' (2003)
La primera película de Tom McCarthy fue un gran escaparate para el carisma de Cannavale. 'Vías cruzadas' arrasó en el Festival de Sundance de 2003 y también recibió cariño en Donosti. Este personal debut contó con sobresalientes actuaciones de Patricia Clarkson y Peter Dinklage, pero Cannavale no se quedó atrás con su gran manejo del drama y la comedia como elementos que respiran en sintonía; habilidad que le ha definido desde entonces como actor. Un necesario faro ante la agria soledad del protagonista.
'Will & Grace' (2004-2006)
A lo largo de quince capítulos, distribuidos entre las tres últimas temporadas, Cannavale formó parte del elenco de la longeva 'Will & Grace'. Su personaje, Vincent, se incorporó a la serie en el tramo final de la sexta temporada y estableció un especial vínculo con Will, que se reafirmaría en el desenlace de la serie, en el que jugó un especial papel. Antes le pudimos ver en varios episodios de 'Ally McBeal' o 'A dos metros bajo tierra', pero fue Vince el personaje que le valió su primer premio Emmy en 2005.
'Win Win' (2011)
McCarthy no se olvidó de aquel actor que arrojó luz sobre su ópera prima y volvió a llamarle para un rol hecho a su medida en 'Win Win'. El tercer film del director de 'Spotlight' volvió a presumir de interpretaciones impecables, y aunque Cannavale quedó de nuevo en un rol secundario, el actor fue el detonante cómico de todas las escenas en las que estaba involucrado, ya fuera metiendo la pata con sus comentarios o mostrando su vulnerabilidad tras un divorcio que le había dejado marcado.
'Boardwalk Empire' (2012)
El segundo Emmy llegó a su estantería gracias a la que es probablemente su mejor interpretación hasta la fecha. Cannavale arrasó cual huracán con 'Boardwalk Empire' en la tercera temporada de la ficción de HBO, probablemente la mejor de las cinco con las que contó la serie. Gyp Rosetti era un antagonista con tintes napoleónicos y agresivos gustos sexuales que dislocó la moral de Nucky desde su potente llegada. Cannavale finalmente tenía tiempo para desarrollar un personaje en condiciones, bajo la atenta mirada de Martin Scorsese y Terence Winter, que se apuntaron su nombre en mayúsculas.
'Blue Jasmine' (2013)
Era difícil aguantarle el pulso interpretativo a Cate Blanchett, pero Cannavale lo logró desplegando sus propios atributos. Su personaje, salido de la rutilante mente de Woody Allen, era un chulo de playa comparado con el pijerío que destilaba el de Blanchett, y Cannavale explotó ese contraste para encandilar a la quebrantada mujer y al público. En un reparto que también contaba con Alec Baldwin, Sally Hawkins o Louis C.K. (con quien protagonizó este maravilloso cortometraje promocional), destacar no era tarea sencilla, pero una vez más, como se dice en el mundo del fútbol, Cannavale aprovechó los minutos.
'Chef' (2014)
En el mismo año en que participó en el fatídico remake de 'Annie', Cannavale transpiró buen rollo en 'Chef', el efímero descanso de Jon Favreu de las grandes producciones. Esta comedia daba la sensación de ser una reunión de amigos más que una típica producción hollywoodiense por su ambiente distendido, al que Cannavale aportó su particular sonrisa y una actitud más alegre que nunca. Su papel no pasará a los anales de la historia, pero nos ofreció su cara más amable cuando todavía teníamos a Gyp en mente.
'Ant-Man' (2015)
Cannavale tampoco se ha resistido a Marvel, aunque sería más acertado decir que no se pudo resistir a trabajar con Adam McKay y Paul Rudd, que se encargaron de reescribir el guion tras la marcha forzada de Edgar Wright. Confió ciegamente en ellos, ya que poco sabía del guion, y firmó para sustituir a Patrick Wilson en el rol de policía y nuevo prometido de la exmujer de Scott. Compartió buena parte de su tiempo en pantalla con Wood Harris -Avon Barksdale en 'The Wire'- y la improvisación que caracterizó al rodaje permitió a Cannavale soltarse en un tipo de producción que no suele dejar mucho espacio para ese tipo de creatividades espontáneas.
'Vinyl' (2016)
Richie Finestra iba a ser su gran personaje, pero se quemó a una velocidad inesperada. HBO invirtió 100 millones de dólares en la primera temporada de 'Vinyl', de los cuales 30 fueron a parar al ambicioso piloto dirigido por Scorsese y firmado, entre otros, por Terence Winter. La cadena de pago renovó inmediatamente la serie por una segunda temporada, pero la marcha de Winter por diferencias creativas, los malos datos de audiencia y otras razones que HBO no dirá en alto, provocaron la prematura muerte de 'Vinyl' tras la emisión de su décimo episodio. Cannavale quedó tocado por la cancelación, pero ha sabido levantarse con fuerza y no cabe duda de que lo mejor está por venir. Si Finestra sobrevivió al derrumbamiento de un edificio, él no iba a ser menos.