Hoy en Twitter: La curiosa respuesta de la embajada de Israel con un gif de 'Chicas malas'

Para aquellos que cogieron 'Chicas malas' en plena adolescencia y tenían a Lindsay Lohan como referente entonces, no se podrán olvidar de la famosa rivalidad con otra de las "drama queen" del momento: Hilary Duff. La turbulenta relación que tuvo Aaron Carter con ambas artistas hizo que las jóvenes no perdieran el tiempo y hablasen mal la una de la otra siempre que pudiesen. Aunque esta vez Duff no estuvo contemplada para entrar en la película de Mark Waters, su mala relación llegó a plató.

Lohan se desahogó en varias ocasiones con miembros del reparto, en concreto con Tina Fey y Amy Poehler. No es extraño que poco tiempo después la pelirroja realizara una pequeña parodia realizando las paces con la protagonista de 'Lizzie McGuire' en 'Saturday Night Live'. Esta dramatización cómica no gustó nada a la cantante, por lo que no dudó en declarar que no entendía la obsesión de Lohan por ella. Tiempo más tarde, las dos hicieron las paces y todo quedó en una anécdota.

El resultado de 'Chicas malas' es indudablemente brillante y una de las películas adolescentes referentes de toda una generación. Aun así, la realización tampoco fue un campo de rosas y no por los problemas personales de Lindsay Lohan. Esta vez, la actriz dificultó el rodaje por su edad. Recordemos que la pelirroja todavía era menor de edad cuando grabó la película, lo que hizo que tan solo tuvieran nueve horas para trabajar con ella. Esto hizo que el ritmo de trabajo fuera diferente al ser la protagonista.

Otra de las dificultades que se encontraron fue los ataques de risa que tenían Lohan y Jonathan Bennett, que interpretaba a Aaron Samuels, al rodar la escena donde Cady le confiesa que Regina le está poniendo los cuernos. Otra de las partes que fueron complicadas fue la conversación a cuatro, donde hubo que ralentizar algunas de las acciones para que encajasen a la perfección. Para terminar, como anécdota, en la secuencia donde el chihuahua de la madre de Regina está mordiéndole el pecho hubo que colocarle un cóctel sobre el sujetador para que fuera una acción real.

Aunque no lo creáis, en el guion de Tina Fey basado en el libro 'Queen Bees and Wannabes: Helping Your Daughter Survive Cliques, Gossip, Boyfriends and Other Realities of Adolescence' de Rosalind Wiseman no hay nada a la ligera. La humorista de 'Saturday Night Live' supo crear una gran comedia con gags de lo más inteligentes, pero incluso los nombres de algunos de sus personajes tienen una historia detrás. La propia protagonista, Cady Heron, es llamada así en honor a Elizabeth Cady Stanton, un icono del movimiento feminista estadounidense.

Por otro lado, el personaje interpretado por Lizzy Caplan, Janis Ian, recibe ese nombre por la famosa cantautora norteamericana del mismo nombre que triunfó durante la década de los 60 y 70. Además, fue la primera invitada del mundo de la música a 'Saturday Night Live'. Por último, Fey utilizó algún que otro nombre real en el film, entre ellos el de Glen Coco. Este nombre pertenecía a un editor de Los Angeles, muy amigo del hermano de la humorista.

En Hollywood la edad es algo bastante relativo, en especial con las películas de adolescentes, donde a las productoras no les importa poner a un treintañero en la piel de un jovencito de 16 años. 'Chicas malas' no iba a ser diferente y aunque su protagonista, Lindsay Lohan, sólo tenía dos años más que su personaje, la realidad es que Rachel McAdams le sacaba 10 años a Regina George. Para más inri, Amy Poehler, que daba vida a la madre de Regina, sólo tenía 33 años, es decir, siete años más que McAdams.

Tina Fey ya confesó alguna vez que realmente la elección de Poehler como madre de Regina fue algo que le costó, dado que veía demasiado joven a su compañera de 'Saturday Night Live'. El resto de las "chicas malas" conservó una edad más o menos decente para hacer de una chica de 16 años. Amanda Seyfried tenía un año más que Lohan, mientras que Lacey Chabert y Lizzy Caplan contaban con 21 años durante el rodaje del film. Por su parte, tanto el director Duvall como los padres de Cady nacieron en la década de los 60 y estaban apegados a su edad real.

Han pasado ya más de 10 años desde que el color rosa los miércoles y no llevar coleta más de dos días a la semana se han convertido en reglas fundamentales del instituto, pero la verdad es que hay mucha gente que pide con ansias volver a ver en la gran pantalla a Las Divinas y a Cady Heron. En 2011 llegó a la televisión 'Chicas malas 2', una secuela que fue considerada tanto por la crítica como por los fans como un despropósito y sin ningún sentido con respecto a la película original.

Lindsay Lohan ha declarado en muchas ocasiones que no considera esa secuela como oficial y que estaría encantada de volver a dar vida a Cady Heron en una hipotética segunda parte. La "chica mala" de Hollywood confesó durante una entrevista que se encuentra escribiendo ella misma un guion para esta segunda parte del instituto North Shore. En una entrevista con eCartelera.com, Rachel McAdams compartió con nosotros que se uniría a una reunión cinematográfica de 'Chicas malas', siempre y cuando estuviera Tina Fey de por medio.

Lo que hace especial a 'Chicas malas' con respecto a muchas películas adolescentes es el contenido, el humor, el guion y sobre todo, el mensaje que hay detrás del largometraje. Pese a ello, cuando se tuvo que decidir qué tipo de calificación llevaría a la gran pantalla, estuvo a punto de convertirse en un film no recomendado para menores de 18. La Motion Picture Association of America consiguió que Paramount cambiase algunas líneas de diálogo para que finalmente obtuviese el famoso PG-13 que tuvo la cinta.

Una de las escenas que cambió fue cuando Cady Heron se encuentra por primera vez con el exnovio de Gretchen Winners, Jason, y le pregunta: "¿Te han comido la breva?", en la versión en español. Originalmente, en el libreto la cuestión que hacía el joven era: "¿Te han reventado la cereza?", algo que era demasiado explícito y por lo que al final se cambió, algo que también pasó con el famoso "se lo montó con una salchicha", que en verdad era "se masturbó con una salchicha". Por suerte, pudo mantener gran parte del lenguaje ácido que hace tan característico al film.

No se puede hablar de 'Chicas Malas' sin mencionar a su protagonista, Lindsay Lohan y cómo afectó esta película a su fama. La entonces estrella Disney adolescente pasó a convertirse en toda una celebridad, aunque más tarde su prometedora carrera artística fuese en descenso. En el film de Mark Waters, hay ciertos detalles que estaban relacionados con la vida de la pelirroja. Por ejemplo, el chico que le gusta, Aaron Samuels, era el nombre de su primer novio oficial: Aaron Carter y motivo de disputa con Hilary Duff.

La famosa frase de "Es 3 de octubre" también coincidía con el cumpleaños de una de sus mejores amigas de entonces, Ashlee Simpson, la hermanísima de Jessica Simpson. Por último, este pequeño detalle no se fraguó antes de rodarse la cinta, por lo que fue una especie de premonición. Durante la escena del baile de fin de curso, cuando Cady con Damian y Janis hablan de una canción, la música pertenece a Samantha Ronson. Años más tarde, Ronson se convirtió en la pareja sentimental de Lohan durante un largo período de tiempo.

Para los que no lo sepan, en España decidimos llamar al grupo de Regina George como Las Divinas, pero la realidad es que en el resto del mundo y en la versión original se llamaban Las Plásticos. Parece que eso fue algo que se tomaron al pie de la letra también durante algunas grabaciones, ya que por ejemplo, el pelo de Rachel McAdams era una peluca, eso sí, muy trabajada y que parecía totalmente real en la cabeza de la actriz de 'Doctor Strange'.

Otro momento donde el plástico fue el protagonista fue durante la famosa secuencia de baile del 'Jingle Bell Rocks' del Festival de Navidad del instituto. La dirección de arte se decantó por utilizar faldas de plástico para dar todavía mayor enfásis en este aspecto en las chicas, en especial porque se trataba del número musical de Las Divinas en pleno proceso de cambio de Cady. Muchos pasaron este detalle de forma inadvertida, pero sí, es cierto que no todo el traje fue de plástico.

Si decimos el nombre de Rajiv Surendra muchos no sabréis ni de quién hablamos, pero si decimos Kevin G. y su equipo de matemáticas ya todos podemos ponerle cara. El actor hizo muy buenas migas con sus compañeros, en especial con Rachel McAdams. La actriz le pidió ayuda con la decoración del apartamento de Martha Stewart, dado que Surenra había trabajado con ella antes de 'Chicas malas'. También cosechó una buena amistad con Amy Poehler, la cual le ayudó con su número musical de la película.

Entre las "chicas malas" también surgió la amistad, Lacey Chabert y Amanda Seyfried se convirtieron en grandes amigas durante el rodaje. Para Seyfried era su primera película de toda su vida, mientras que Chabert ya había realizado algún que otro proyecto. Nuestra Gretchen ayudó a la actriz de 'Los Miserables' y fue una especie de hermana mayor para ella. Además, también le enseñó como hacer un pastel de pacana.

Además de ser un icono feminista y adolescente, 'Chicas malas' también consiguió a lo largo de estos años ser toda una imagen para el colectivo LGTB. En la película cuenta con un personaje abiertamente homosexual, Damian, que fue interpretado por el actor Daniel Franzese. El propio artista admitió años más tarde que el film le ayudó para poder públicamente vivir su sexualidad de una forma libre, en especial consigo mismo. También agradeció haber podido comenzar su liberación a partir de interpretar a Damian.

Aaron Samuels, el bombón de la clase de matemáticas de Cady Heron, se debatía en el amor entre dos mujeres, pero en la realidad, Jonathan Bennett, el actor que daba vida a Aaron, se hubiera debatido entre dos hombres. El actor, conocido en especial por este film, ha hablado abiertamente sobre su homosexualidad, sin esconder en ningún momento este aspecto de su vida, como también pasó con la relación de Lindsay Lohan con Samantha Ronson durante dos años. De esta forma, el equipo artístico siempre se ha mostrado muy unido al colectivo LGTB y su normalización y visibilización en la industria.

Hubiera sido interesante ver un famoso "basado en hechos reales" o "inspirado" en 'Chicas malas', pero aunque no tuvimos esa satisfacción, sí que hay que mencionar que hay varios elementos relacionados con la vida real. La película se basó en el instituto New Trier, ubicado en la costa norte de Chicago. Esta escuela secundaria iba dirigida a estudiantes adinerados de cinco pueblos distintos. Aun así, New Trier es considerada una de las mejores escuelas secundarias en Estados Unidos.

Otro dato interesante es que la actriz Ana Gasteyer, la cual interpretó a la madre de Cady, en la vida real es alma máter de la universidad Northwestern, la cual es mencionada al terminar la película, ya que es el destino elegido por Aaron Samuels y en el que próximamente estará Cady. Por último, la mano de Tim Meadows sí estaba rota en el momento de rodar el film, por estas razones se justificó en el film con un accidente al señor Duvall, para proseguir con la producción de la cinta.