Un estudio revela por qué nadie reconoce a Clark Kent como Superman

La pregunta que todos nos hemos hecho alguna vez cuando hemos visto a Clark Kent salir corriendo por un callejón, dejando atrás su ropa y sus gafas, para salir volando enfundado en su inconfundible traje azul y rojo, ha recibido una respuesta. ¿Cómo es posible que nadie en Metrópolis sea capaz de relacionar al reportero del Daily Planet con el Hombre de Acero, sólo por que uno lleve gafas y el otro no? Sin embargo un elemento que ha sido a menudo causa de ridículo para este personaje podría no ser tan descabellado.

Un estudio de la Universidad de York ha sometido a 59 personas a una prueba en la que tenían que reconocer a sujetos fotografiados y saber distinguir si, entre parejas de fotos, se trataba del mismo o no. Las personas, fueran las mismas o no, presentaban ligeros cambios de aspecto y se trataba de identificarlas. Se presentaron tres categorías de fotografías: una con personas sin gafas, otra con ellas y un tercer grupo en el que se mostraba al sujeto con y sin gafas.

El nivel de acierto de las personas encuestadas ascendía al 80% en el caso de que ambas fotos fueran con o sin gafas, pero este porcentaje descendió al 74% cuando se enfrentaban a imágenes en las que la persona llevaba las gafas y en la otra no. Aunque no es una caída masiva, los responsables del estudio señalan que en proporción es algo a considerar especialmente si tenemos en cuenta la cantidad de personas que podrán, con simples modificaciones de su aspecto, pasar controles aeroportuarios y aduanas sin ser identificados.

Cambio de imagen radical: edición Kal-El

En conclusión, el estudio indica que nos cuesta bastante distinguir a personas a las que no conocemos personalmente cuando estas alteran su aspecto de forma moderada. Añaden , en tono irónico, que aunque Clark Kent es inteligente por incluir las gafas en su disfraz para evitar ser reconocido como Superman, sigue resultando muy poco creíble que sus más allegados, sus compañeros de trabajo y (¡esto es más grave!) su novia no sean capaces de ver a Kal-El detrás de esos anteojos.

Si bien es cierto que no sólo de gafas vive el alienígena, sino también de un peinado, una ropa y e incluso una voz distintas, todavía muchos se preguntan si el caso del superhéroe de DC más expuesto no ha resultado siempre un esfuerzo excesivo de "suspensión de la incredulidad", fenómeno por el cual los espectadores dejamos a un lado la racionalidad, los principios básicos de la física o el idioma para disfrutar de la ficción. De momento parece que Kent no tiene demasiado de qué preocuparse en lo relativo a su identidad.