La familia se reúne de nuevo para acudir al velatorio del gran patriarca. El silencio y el duelo por el fallecido brilla por su ausencia en esta película convirtiéndolo en 'Un funeral de locos'. Si ya los encuentros familiares suelen ser poco atractivos, aquí el secreto bien guardado del difunto pone todo patas arriba en la que invitados y familiares serán testigos de una sucesión frenética de acontecimientos.

Esta cinta, como su propio nombre indica, es una locura de principio a fin, pero Manuel Gómez Pereira tenía claro una cosa como director: conseguir un tono verosímil para que funcione la comedia y que el espectador se sienta identificado con los personajes y las situaciones. A ello ha contribuido y mucho el reparto estelar, como el propio Gómez Pereira admite en una entrevista para eCartelera con él y con todo el elenco:
"Son todos actores superdotados para la comedia [...] No ha habido nada que desafine porque todos han entendido sus personajes, cuál era el tono y el trabajo desde la puesta en escena. Ha sido maravilloso para que todo fluya", asegura el director. El compromiso ha sido que tal que, Gorka Otxoa incluso decidió ponerse a dieta para su escena de desnudo: "No era la idea, sino para estar más cómodo y no estar agobiado con el michelín [...] Me lo autopropuse y adelgacé ocho kilos en un mes, fue una locura", comentaba Otxoa.
A lo largo de la película vemos cómo los personajes van digiriendo el secreto del aita. Sus hijos Daniel (Quim Gutiérrez) y Rober (Ernesto Alterio) son los primeros en enterarse, y sobre ese momento revelador, Gutiérrez nos explica la importancia de mantener el sentido en la escena:
"Como los primeros en ser conocedores del contenido somos Ernesto y yo, para mí era importante que en esa gradación de perplejidad tuviera sentido [...]. También cómo los personajes, a medida que lo van contando, cómo se van metabolizando, cómo reaccionas primero y se lo cuentas al otro, luego se hace público y no quieres. Es un elemento muy peculiar e inusual que da muchísimo juego. Está bien mantenerlo en la incógnita, pero era algo con lo que había que jugar bien y medirlo bien".
Comedia física
A pesar de no ser el mensaje central de la historia, el director nos ha dado una pequeña reflexión sobre la importancia de encontrar una vía de entendimiento: "Con ese descubrimiento en vez de distanciar a la gente lo que hace es unirla". Pero unión no es precisamente lo que parece haber entre los personajes de Belén Rueda y Carlos Eduardo Zacu, que protagonizan uno de los grandes momentos de la película:
"Lo que ha montado el director quedó muy agresivo, muy bestia. Me decía: 'Tienes que conseguir que no se levante', y como teníamos mucha fuerza los dos ha quedado una pelea muy poderosa. Incluso dentro de la situación que estamos contando en la película de alguien que hace que tu vida no tenga sentido, te tiras a por ella como loco. En mi caso, mi personaje se tira a por él como loca diciendo: 'Me has destrozado la vida que me queda aquí'".
Un mar de golpes, secretos, lucha de egos y chantajes de esta familia del que ya podemos disfrutar en cines.