En 'Un lugar tranquilo' la familia protagonista tenía que vivir sin realizar ni un solo ruido para evitar ser asesinados por unas criaturas alienígenas. Su director John Krasinski y su montador Christopher Tellefsen llevaron esto hasta las últimas consecuencias: en las primeras cinco semanas de montaje de la película pusieron los ordenadores en modo silencio para montar las imágenes sin nada de sonido.
"El primer y el segundo corte de la película fueron realizados sin sonido. Necesitaba poder conectar con estos personajes sin necesidad de nada más", ha comentado John Krasinski en una entrevista en The New York Times. Además, afirma que la película funciona "al cien por cien" sin el sonido: "Hay mucha comunicación incluso en el silencio".
La película entró en la temporada de premios sin grandes esperanzas, pero tras la nominación de Emily Blunt a mejor actriz secundaria en los premios del Sindicato de Actores, ha conseguido un impulso importante. No sería raro que fuera nominada a ambas categorías de sonido y, viendo las declaraciones de su director, parece que también busque la propia a edición.
'Un lugar tranquilo 2'
En la misma entrevista, Krasinksi, su actor y director, asegura que, una vez terminada la película no quería tener nada que ver con la anunciada secuela: "Pero tuve una pequeña idea que le puede venir bien a este mundo, Paramount me pidió si podía escribirla y eso estoy haciendo". Asegura que le encantaría dirigirla también, pero que si no puede, encargará la dirección a alguien en quien confíe. "Me siento como un padre para 'Un lugar tranquilo' y no quiero que la secuela se convierta en una película de acción donde 400 personas vayan armadas".
Curiosidades de Jon Krasinski
Audición inolvidable
La historia fue así: John Krasinski esperaba 'tranquilamente' su turno para participar en la audición de 'The Office' cuando, a su lado, se sentó un tipo que le preguntó si estaba nervioso. Entonces, el actor le respondió que un poco sí, pero que le ponían mucho más nervioso los productores de la serie ya que, en su opinión, siempre tenían la costumbre de destrozar con sus remakes algunos productos televisivos magistrales llegados de Inglaterra, como era el caso.
En ese momento, el desconocido le dijo a Krasinski que se llamaba Greg Daniels y que era uno de los productores ejecutivos de la serie. A continuación, el actor le preguntó si entraba a la prueba o se iba directamente a casa. Daniel se rió y le dijo que probara suerte. Y la tuvo. Una historia con final feliz.
Guionista inesperado
Para su participación en 'Jarhead - El infierno espera', la fallida propuesta bélica de Sam Mendes, John Krasinski terminó escribiendo su propio diálogo al completo. En la escena en cuestión, el actor escribía una carta que debía leer el personaje interpretado por Jake Gyllenhaal, quien termino riendo a carcajadas con el texto de Krasinski. Una reacción que le encantó al director de la película, lo que hizo que terminara formando parte del montaje final.
Capitán Krasinski
Es una de sus curiosidades más conocidas, pero es inevitable recordar que John Krasinski fue una de las opciones más serias para protagonizar 'Capitán América: El primer vengador'. Un personaje que habría cambiado por completo su trayectoria, pero que ya no podemos imaginar con otro rostro que no sea el de Chris Evans. Nuestro Capi.
Experiencia televisiva
Entre sus trabajos más destacados como guionista se encuentra su participación en el Late Night del legendario Conan O'Brien, un programa donde John Krasinski entró en contacto con comedia del más alto nivel. Una experiencia que le marcó a nivel profesional para siempre.
Lección en inglés
El futuro de John Krasinski, si no hubiera terminado formando parte del mundo del séptimo arte, habría sido el de la enseñanza. Para ser más específicos, la primera gran aspiración profesional del actor fue la de ser profesor de inglés. Siempre le quedará tiempo para volver a intentarlo en sus ratos libres.
Conexión Beatle
Uno de los compañeros de clase más ilustres de John Krasinski durante su etapa como estudiante en la Brown University fue Dhani Harrison, el hijo del inolvidable y añorado George Harrison.
Amores infantiles
Cuando era adolescente, los amores platónicos de John Krasinski tenían nombres y apellidos: Molly Ringwald y Vanna White. Luego apareció Emily Blunt y todo cambió para siempre. Y para mejor.
Impacto físico
El primer impactado por su transformación física para '13 horas: Los soldados secretos de Bengasi', la cinta bélica de Michael Bay, fue el propio John Krasinski. Y es que, como confesó en una entrevista posterior al estreno de la película, cuando se vio en pantalla no podía parar de repetirse que lo que estaba ante él no era real y que no tenía ni idea de quien era el tipo que estaba interpretando a su personaje. Comprensible.
Pasado publicitario
Antes de dedicarse al mundo del cine, John Krasinski trabajó como publicista en la agencia Hill Holliday, una entidad que le permitió colaborar con una de sus cuentas más representativos: Dunkin 'Donuts. Otro nivel.
Ideas claras
Aunque la espléndida 'Un lugar tranquilo' le haya situado como un cineasta al que seguir la pista, John Krasinski tiene claro que, por encima de cualquier otra cosa, lo que él quiere es interpretar. En sus propias palabras: "Es lo que hice desde el principio. Todas esas otras facetas como guionista, director o productor han sido caminos fascinantes, pero, desde luego, actuar es lo más divertido". Nada más que añadir.