Dirigida por Peter Cattaneo, quien se diera a conocer hace ya más de diez años con Full Monty, y protagonizada por Rainn Wilson, Josh Gad, Christina Applegate, Emma Stone, Jane Lynch, Aziz Ansari y Jeff Garlin, 'The rocker', traducida aquí como 'Un rockero de pelotas', llega a nuestras pantallas el próximo fin de semana.
La película narra las peripecias de Fish, el batería de una emergente banda de los ochenta llamada Vesubius que es apartado del grupo justo antes de su salto hacia el estrellato, quedando marcado por el fracaso. Tras años y años de rencor e inmadurez que han terminando con Fish sin empleo y viviendo en casa de su hermana, el destino le dará una segunda oportunidad junto a la banda de su sobrino, con la que iniciará una nueva carrera en pos de la fama.
Lo cierto es que el cine no ha sido demasiado benévolo con el Hard Rock, el Heavy Metal y todas sus vertientes, ofreciéndonos una extraña mescolanza de títulos que, pese a contadas excepciones como 'Velvet Goldmine', '24 hour party people' o 'Muerte a 33r.p.m', nos ha ofrecido productos bastante triviales -por no decir ofensivos- en torno a este género musical: títulos como 'Escuela de Rock', 'Rock Star', 'Cabezas huecas', 'Cero en conducta', 'Little Nicky', 'Wayne's world' o 'Tenacious D: dando la nota' ahondan, ya sea como mero trasfondo o bien de manera abierta, en un género musical satanizado particularmente durante los años ochenta, en especial desde el puritanismo norteamericano, que llegó a brindarnos imágenes tan surrealistas como las de un jovencísimo Al Gore sentando en los tribunales al cantante de Twister Sister.
Ver para creer.
Sexo, drogas y pelo encrespado
Como decíamos algo más arriba, desgraciadamente el celuloide jamás se ha tomado demasiado en serio dicho género musical (eso sin tener en cuenta ciertos documentales más que reivindicables), centrándose en la búsqueda de la fama y el exceso a base de clichés ya añejos, por no decir rancios, del Rock'n'Roll, y 'Un rockero de pelotas' se encuentra claramente afincada en dicho lado de la línea. Con no pocas influencias de fondo de Escuela de Rock, la película de Peter Cattaneo nos ofrece una versión gamberra y esperpéntica del viejo rockero con tendencias (y estética) más propios del blandengue histrionismo encrespado del glam y el A.O.R que del Hard Rock o el Heavy Metal eminentemente europeo.
De este modo, Un rockero de pelotas nos narra una historia prototípica con trasfondo adolescente bajo el ritmo de canciones de Europe, Motley Crue o Twisted Sister, centrándose en la inmadurez del rockero encarnado en la figura de Rainn Wilson, a quien todos conocemos por su rol de Dwight en la serie 'The office', en una película bastante deleznable si la miramos de manera objetiva, carente de originalidad alguna, pero que a un servidor, no me pregunten por qué, le ha hecho cierta gracia.
Reconozco que como seguidor de este género musical (si bien en otras vertientes mucho más próximas a la Bay Area), la película de Peter Cattaneo resulta insultante, mostrando una sucesión de dogmas hoy por hoy inverosímiles aunque, por desgracia, todavía reconocibles en los sectores más 'conservadores' de la fauna rockera, que no dejan en muy buen lugar a los devotos del género. Por contra, la estupidez de los gags de 'Un rockero de pelotas' resulta inocentemente graciosa, tanto por parte de un desquiciado Rainn Wilson como de un Jason Sudeikis que da vida al -cómo no- también prototípico manager, quien nos brinda algún que otro gag -¿sabes lo que significa MILF?- bastante reivindicable.
Así pues, en resumidas cuentas podríamos finalizar diciendo que 'Un rockero de pelotas' no es una película excesivamente recomendable, graciosa tan sólo puntualmente y predecible hasta la saciedad, pero como personalmente no me ha desagradado, no puedo hacer otra cosa sino aprobarla.