Unax Ugalde nació hace 34 años en Vitoria-Gasteiz, y a pesar de su juventud es un rostro bien conocido del cine, medio en el que ha trabajado en más de una veintena de películas, aunque sin descuidar la televisión.
Su asignatura pendiente es el teatro, pero mientras llega sigue haciendo cine. Lo último que ha estrenado, y motivo de la entrevista con eCartelera, es 'Somos gente honrada', ópera prima de Alejandro Marzoa que está en los cines desde el 14 de junio y en el que se mete en la piel de Luis, un joven policía que tiene un lado oscuro que no tardará en salir.
eCartelera:¿Cómo te llegó el papel?
Unax Ugalde: Me enviaron el guion, estuve viendo los cortometrajes del director y así fue. Me envió el personaje, estuve leyéndolo, tuve una conversación con Álex Marzoa en A Coruña; le conté como veía yo el personaje, el director me contó como lo veía él, decidimos llegar a un punto de acuerdo, y así fue.
eC: ¿Recuerdas que te pareció el guion cuando lo leíste por primera vez?
U. U.: Recuerdo que sentí que necesitaba ver los cortometrajes del director, porque realmente el guion estaba muy bien escrito y muy claro, pero depende de quien fuera a dirigir podía ser una película u otra; entonces cuando vi los cortometrajes de Alejandro Marzoa, que trabajan el drama y la comedia de una manera muy inteligente, vi que había posibilidades de construir algo muy bonito con él y ahí fue cuando lo acepté.
eC: ¿Te identificas con tu personaje?
U. U.: No, la verdad es que no. Este año no me identifico con ninguno de mis personajes porque son todos malos y corruptos y yo no tengo dinero para corromper.
eC: ¿Cómo construiste este personaje? Sobre todo su parte oscura...
U. U.: Hay varias fuentes de inspiración hoy en día en los telediarios pero la parte más importante del personaje es que es un chico muy joven, en contraposición con los demás personajes que son 'cincuentones' que tienen una vida más establecida, una familia, lo tienen todo hecho. Lo único que les falla es la situación económica, mientras que mi personaje tiene todo por descubrir, es joven y ambicioso y vive más alocado como la gente que somos más jóvenes, con más ambición. Ese era el contrapunto, marcar que es un chico que no es consciente de lo que tiene porque tiene al personaje de Manuela Vellés, que es una novia perfecta que lo tiene todo, pero él quiere más y se pierde en la ambición.
eC: ¿Qué ingredientes crees que tiene 'Somos gente honrada' para que atraiga al espectador?
U. U.: Creo que es una película honrada, como dice su título, sincera, directa. Yo como espectador pido que una película me entretenga y me emocione, y 'Somos gente honrada' arranca con una historia muy divertida, el planteamiento es muy alocado, dos tipos de 50 años que se encuentran una saca de cocaína, pero luego va entrando en verdades, en la familia, en relaciones personales y sobre todo en la amistad entre los dos protagonistas, que está por encima de cualquier cosa.
eC: ¿Qué es lo mejor y lo peor de ser actor?
U. U.: Lo mejor es el aprendizaje continuo al que estás expuesto y la investigación continua. Nuestro trabajo es 24 horas al día, que en todos los momentos estás trabajando y aprendiendo cosas nuevas. Lo que menos me gusta es la incertidumbre que te causa estar con proyectos cortos, como puede ser una película en la que puedes estar 4 o 5 meses, y una vez que termina tienes que volver a buscar... nunca sabes por dónde va ir, nunca sabes si una película va a funcionar o no, si va a gustar. Es un lugar incómodo en el que moverse, pero también ese vértigo ayuda.
eC: ¿Cuál ha sido el rodaje más difícil de tu carrera hasta el momento?
U. U.: Físicamente 'Cámara oscura', una película que hice en un barco hace bastantes años con Pau Freixas; era muy dura, estaba planteada para rodarse en 6 semanas y al final fueron 11, estuvimos todos los días mojados; empezamos en febrero metiéndonos en el Mediterráneo, bañándonos, trabajábamos 12 horas en el agua... físicamente fue una película complicada. Psicológicamente 'Rosario Tijeras', porque me tuve que enfrentar a una película en el extranjero, hablando con otro acento, con un equipo nuevo, mi primera película en Latinoamérica... fueron casi 5 meses de separación de mi familia y mi entorno.
eC: ¿Qué diferencias encuentras entre el cine que se hace en España y el que se hace en el extranjero?
U. U.: Ninguna. El idioma del cine es igual en todos los países. Tú cuando trabajas en un set con directores ingleses, americanos u holandeses o de donde sean, te das cuenta de que todos tenemos el mismo sistema de trabajo, por eso no he notado grandes diferencias; hombre, que el catering siempre está mejor en España. Si que notas diferencia con las producciones, si son mayores o menores, si estás trabajando en una película de 20 millones de euros o de un millón, pero a nivel de lo que es trabajo interno, que es el contacto con el director, el guion y el proceso, es básicamente igual.
eC: ¿Tienes más proyectos?
U. U.: Hay proyectos que se están confirmando, otros por confirmar... este no es el mejor momento para dedicarse a la interpretación y a la cultura en este país, y es un momento complicado, no solo para los actores, también para los educadores, los médicos... para todo el mundo. No te voy a decir que estoy en el mejor momento de mi carrera porque te mentiría, pero tampoco me puedo quejar.
eC: ¿Los proyectos van más por cine o televisión?
U. U.: Aunque me gustaría hacer teatro que no lo he hecho nunca, en estos momentos no sé por dónde va a seguir la cosa.
eC: ¿Tienes preferencias?
U. U.: Siempre me he sentido más a gusto en el cine. Siempre he estado muy a gusto porque mi proceso de trabajo siempre es con tiempo, preparándolo todo muy bien y construyendo un personaje de principio a fin y sabiendo a donde voy. En televisión muchas veces trabajas con personajes que no sabes hacia dónde caminan y te llevas más sorpresas que el espectador cuando te dan el guion; siempre estás salvando al personaje. Los actores no sabemos lo que va a pasar en ocasiones, alguien muere en una serie y no sabes si le has matado tú, y después a lo mejor descubres que sí; a veces son estrategias de productores o guionistas para que interpretemos sin saber nada; otras veces nos dan la oportunidad de hacer cine, que aunque sepamos que somos el asesino no lo decimos hasta el final, que al fin y al cabo es nuestro trabajo, la actuación. Aunque me muevo mejor con el cine, en 'Gran Reserva' con la productora Bambú he trabajado muy a gusto y con mis compañeros he aprendido mucho y ¿por qué no? La televisión es un lugar en el que se están haciendo cosas estupendas y me encantaría afrontar protagonistas; llevo ya muchos protagonistas en cine y podría hacerlo en televisión.