La gran noche del cine español vuelve a cambiar de destino en la gira nacional que lleva años haciendo. En su siguiente parada la gala se dirigirá hacia el norte, territorio inexplorado para los Goya. Valladolid acogerá a las mejores producciones "made in Spain" de la temporada 2023 el próximo 24 de febrero en la gala de los Goya 2024.
Los anuncios no acaban ahí, no contentos con el anuncio la Academia adelanta la que será sede en 2025, donde la 39ª edición de los premios regresará a territorio andaluz, concretamente a Granada.
Valladolid suma a su popular Seminci la 38ª edición de los Goya. El alcalde de la ciudad, Óscar Puente, reacciona al anuncio destacando la viabilidad del trabajado proyecto: "Esta vez sentimos que hemos llegado con un proyecto maduro, con varios planes posibles para que el auditorio del Recinto Ferial acoja a los más de 3.000 invitados", adelanta Puente la ubicación exacta del escenario.
Puente no es el único de los alcaldes que comenta la noticia. El granadino, Francisco Cuenca, también habla del honor de que la ciudad de Granada acoja este acto. A pesar de que para su edición haya que esperar casi dos años, el alcalde adelanta el emplazamiento de la entrega de premios: el Palacio de Congresos granadino.
Era traición que, desde su inicio en 1986, los premios se realizasen en Madrid. Esta regla no escrita cambió en 2018 para acercarse a otras provincias del territorio nacional. Ese año los cabezones viajaron hasta el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla, el llamado Fibes. En 2019 y 2020 la gala se quedó en Andalucía, concretamente en la Costa del Sol malagueña. En su primera edición post-pandemia (2021) la organización decidió sacar la noche del territorio andaluz para visitar a la vecina Valencia, donde el Palacio de las Artes Reina Sofía fue testigo del triunfo de 'El buen patrón' de Fernando León de Aranoa. La visita a la Comunidad Valenciana fue fugaz, solo un año de permanencia, para una gala que volvió a la capital andaluza en su última edición, la presentada por Clara Lago y Antonio de la Torre.
La excepción catalana
1999 fue un año de excepción para una gala que por estos momentos se encontraba inamovible en la capital madrileña. Hasta el Auditorio de Barcelona se trasladó el cine español y Antonia San Juan, quien tras su éxito con 'Todo sobre mi madre', película catorce veces nominada en esa misma gala, se encargó de amenizar una edición donde la única pena para San Juan fue no poder sumar su Goya revelación a los seis que recogió la oscarizada película de Pedro Almodóvar.