¡Cuidado SPOILERS!
*Si no has visto 'Vengadores: Endgame', este artículo te destripará algunos detalles de la trama.
He visto dos veces 'Vengadores: Endgame'. La primera fue en el pase de prensa que Disney organizó en Madrid al principio de la semana, un momento que ya se vivió como el evento cinematográfico del año entre los periodistas. Que más que periodistas, estábamos ahí, en gran parte, en calidad de fans; y así se vivió en la sala, con aplausos y lágrimas en los momentos más emocionantes del metraje. Si el público lleva 21 películas y 11 años viviendo el Universo Cinematográfico Marvel, imaginad lo que es trabajar informando sobre él, desgranando todos sus detalles, entrevistando a sus responsables y sobreanalizando cada tráiler y rumor.
La segunda vez que vi la película de los Russo fue en la noche del jueves, en un céntrico cine de Madrid repleto de espectadores. Con amigos, palomitas y la sala llena, la deliciosa experiencia completa que tiene que rodear a una superproducción de proporciones épicas como esta. La emoción que sentí en el pase de prensa se multiplicó esta vez, con un público más desinhibido y entregado sin concesiones a la conclusión de un fenómeno cinematográfico sin precedentes. 'Vengadores: Endgame' es la celebración de un milagro de narrativa a largo plazo, la conclusión de una ficción seriada hecha para la pantalla grande, el emplatado final de un banquete cocinado a fuego lento. Historia del cine, le pese a quien le pese.
Pero además, salí de ambos visionados con una sensación algo abstracta: 'Vengadores: Endgame' representa un momento social muy importante. Aunque los grandes protagonistas de la función son los Vengadores originales, encabezados por Robert Downey Jr., Chris Evans y Scarlett Johansson, la película termina dejando un paisaje mucho más amplio. Un paisaje que no solo da pistas de cómo será el UCM en el futuro (un Capitán América negro y un plantel de superhéroes con más presencia femenina), sino que además deja claro que el público desea y celebra fenómenos como 'Black Panther' o 'Capitana Marvel': la sala recibió con gritos y aplausos al personaje interpretado por Chadwick Boseman o ese plano protagonizado por Brie Larson, Gwyneth Paltrow (cuya Pepper Potts obtiene un merecido protagonismo en este último capítulo de su historia) y el resto de superheroínas de la franquicia. Un momento gratuito, sí, pero tan empoderador y satisfactorio que ya se menciona como una de las escenas más emocionantes de la película. El público quiere un UCM (y por extensión, un cine) más diverso y representativo.
Pero no todos teníamos invitación a la fiesta. Marvel ha seguido dejando de lado al público LGTB+, una cuenta pendiente en una franquicia que ha hecho esfuerzos por alejar su centro del hombre blanco ('Black Panther', los secundarios que acompañan a Spider-Man, 'Capitana Marvel' y la importancia de la Avispa junto a Ant-Man son unos ejemplos), pero que sigue teniendo una homogénea panorámica de personajes cisheterosexuales. Excepto algunas migajas, como la supuesta bisexualidad de la Valquiria de Tessa Thompson, totalmente ignorada en 'Vengadores: Endgame'. A los que argumentarán que no hay lugar para esa visibilización en un cargado espectáculo como este, que no hay tiempo para esas minucias, les recordaré las tramas románticas de Tony y Pepper y Quill y Gamora, la referencia a la "novia" de Thor, la tensión entre Hulk y Viuda Negra o ese (precioso) último plano. Sí hay sexualidad en 'Vengadores: Endgame', pero más allá de algunas bromas sobre el trasero del Capitán América (el culo de América y si quieren el culo del planeta Tierra), es flagrantemente hetero. Excepto, claro, ese personaje.
Un hombre gay en el universo
Un poco como aquel personaje de 'Little Britain' que aseguraba ser "el único gay del pueblo", sí que hay un hombre gay en 'Endgame'. Es un secundario en una de las primeras escenas, que cuenta explícitamente su cita con otro hombre en una sesión de grupo "capitaneada" por Steve Rogers. A favor de la escena: que, como muchas otras de la película, es calmada, se toma su tiempo para establecer una atmósfera emocional y humana, y que el personaje cuenta su experiencia como hombre gay de forma natural, sin aspavientos, y esta es recibida por los demás personajes con naturalidad.
Hay otro detalle: este personaje está interpretado por uno de los directores, Joe Russo. Los directores han comentado a Deadline por qué era importante para ellos este momento: "Era importante para nosotros que hubiera un personaje gay en algún lugar de las cuatro películas que hemos hecho [para Marvel: 'Capitán América: El soldado de invierno', 'Civil War', 'Vengadores: Infinity War' y 'Endgame']", aseguran. "Sentíamos que era importante que uno de nosotros lo interpretara, para asegurarnos de la integración y mostrar que es importante para los directores".
En el colectivo LGTB+ estamos demasiado acostumbrados a conformarnos con pequeños ejemplos de representación en el cine comercial, y este es solo uno más. Pero también es una especie de declaración de intenciones por parte del jefe de Marvel, Kevin Feige, y los Russo, que se despiden ya de la franquicia con 'Endgame'. Parecen estar diciendo: sabemos que podemos hacerlo mejor, y vamos a hacerlo mejor.
Ya se rumorea que una de las primeras películas que veremos en la Fase 4 del UCM, 'The Eternals', podría estar protagonizada por un hombre homosexual. Sería un gran paso en este avance por la diversidad en el que parece que Kevin Feige y su compañía están centrados. Lo cuenta en GQ la periodista Yolanda Machado, que pudo hablar con Feige en el preestreno de la película sobre el momento protagonizado por todas las superheroínas en la batalla final de la película. Machado le digo a Feige que era un momento que representaba el cambio que está viviendo la saga en los últimos años y el futuro que le espera a las películas de Marvel, y confiesa que gritó y lloró cuando lo vio. La respuesta de Feige es muy elocuente: "Me lanzó una gran sonrisa, asintió con su cabeza y simplemente dijo «yo también»".
He compartido sala de cine con mujeres y personas de color que han gritado y llorado al ver a personajes empoderados que les representaban en la pantalla grande. Yo mismo me he emocionado con ellos, no solo por empatía sino porque me conmueven la diversidad y la justicia. Hemos gritado "Wakanda forever!" y vitoreado cuando Bruja Escarlata decía "You will know me". Puedo imaginar cómo me sentiré cuando vea a un hombre explícitamente homosexual con capa salvando al mundo. Supongo que sentiré que yo mismo, con todo el rechazo y los complejos que he sentido en mi vida, puedo salvar al mundo.
Pero estoy deseando dejar de imaginarlo. Estoy deseando vivirlo.
