'Veronica Mars' nunca fue una serie con un gran número de seguidores, pero estos siempre se caracterizaron por hacer mucho ruido y por su fidelidad semana tras semana. Cuando The CW decidió no continuar con la historia de la joven detective, muchas fueron las quejas y muchas las movilizaciones que todos los fans llevaron a cabo; pero no sirvió de nada. La serie terminó con gran cantidad de tramas abiertas y muchos cabos por atar.
Parece increíble que siete años después, una serie tan minoritaria como esta, resucite en la gran pantalla gracias a una campaña de crowfunding. Desde luego, las cifras son apabullantes: 91.585 backers y 5'7 millones de dólares recaudados, que convirtieron esta película en el proyecto de Kickstarter con más colaboraciones de la historia y el que más rápido alcanzó su objetivo. Ahora bien, ¿se ha visto recompensado el esfuerzo y las donaciones de los fans? La respuesta es un rotundo sí.
Una historia para los incondicionales
'Veronica Mars' supone un gran salto temporal respeto a la tercera temporada de la serie -siete años para nosotros, nueve años en la ficción-. Veronica está inmersa en su vida como abogada, acudiendo a las mejores firmas de Nueva York en busca de un puesto de trabajo. Después de una de las entrevistas, recibe la llamada de su ex novio Logan: ha sido acusado de asesinato y necesita su ayuda. Este es el punto de partida de la cinta, y la excusa perfecta para volver a ver a la protagonista en Neptune. Una vez allí, acudirá también a una reunión-aniversario de su instituto, donde se reencontrará con todos sus antiguos compañeros.
El filme, después de un genial prólogo que nos recuerda la historia de Veronica, se estructura como cualquiera de los capítulos de la serie. El primer gran logro de Rob Thomas es haber conseguido que nada resulte forzado: la inmersión en la historia es inusualmente rápida, teniendo en cuenta que no veíamos nada del universo de 'Veronica Mars' desde hace siete años. Lejos de crear una atmósfera diferente y mostrarnos unos personajes totalmente cambiados, vemos en pantalla una evolución natural de todos los protagonistas, que no desentona y que consigue que la gran elipsis temporal sea prácticamente inexistente.
Desde el comienzo de la trama, la cinta ya deja ver gran cantidad de menciones a todos los arcos argumentales que compusieron la serie en su día. La relación de Veronica con Wallace y Mac sigue siendo extraordinaria, las escenas con su padre todavía muestran el cariño que los une sin perder un ápice de carisma, y los diálogos con continuas referencias pop consiguen tener la misma frescura que antaño. Todo esto compone una obra que será un verdadero deleite para los fans; quienes se reencuentran con todos los personajes, con las armas de la joven detective, con los lugares más emblemáticos de Neptune o incluso con algunos complementos que Veronica llevaba en la tercera temporada. Todos los detalles han sido cuidados al máximo para dar a los seguidores el final que merecían.
Este, sin embargo, se convierte en el gran problema de 'Veronica Mars'. Si bien es un verdadero placer para todos los que disfrutaron de la ficción televisiva, será percibido como un producto ligeramente "soso" para un espectador que no conozca la historia de Veronica. Al fin y al cabo, debemos tener en cuenta que ha sido un argumento rescatado y financiado por los fans, por lo que no tendría sentido crear una pieza para todos los públicos. Es una película creada por y para los más incondicionales, que no agradará del mismo modo a quienes no sepan qué es Neptune.
Aun así, si algunos teníamos miedo de que se convirtiera en una versión extendida de alguno de los capítulos, podemos estar contentos. El resultado es muy satisfactorio y, pese al escaso presupuesto, la fotografía y la producción final no chirrían en absoluto, y dotan al producto final de una calidad muy superior a la de la serie. Pero como decimos, la estética visual va a seguir intacta y no perderemos ninguna de las señas de identidad de 'Veronica Mars'. Aunque existirá una trama dramática con una investigación de fondo, tampoco faltarán los momentos cómicos -impagable la escena del "pintalabios"-.
Pero sin duda, el gran atractivo de la cinta es ella: Veronica Mars, Kristen Bell. La actriz ha interiorizado tan bien su personaje que en ningún momento resulta artificial, cansino o repetitivo. Es un personaje lleno de detalles e imperfecciones, que iremos conociendo en parte gracias a la genial inclusión de la voz en off. Quizás uno de los puntos más curiosos de la película en el apartado interpretativo sea el protagonismo de Krysten Ritter, quien tuvo una pequeña trama en la segunda temporada pero aquí se convierte en un personaje imprescindible. Tampoco podemos olvidarnos del cameo de James Franco -haciendo de sí mismo-, que protagonizará uno de los mejores gags.
Y ahora, ¿qué?
A pesar de que el filme es un cierre digno y casi perfecto a la historia de Veronica, vuelve a resultar difícil despedirnos de ella. Los 107 minutos de metraje sirven para confirmar que este es uno de los mejores personajes que se han creado recientemente, y que Kristen Bell no puede estar más adorable en su papel. Además, da la sensación de que la trama deja las puertas abiertas a una futura continuación, y provoca en el espectador unas inmensas "ganas de más" que en muchas ocasiones conducirán al visionado de la cinta una segunda vez.
Bell y Thomas ya han dicho que no descartarían hacer una segunda película, mientras que algunos hablan incluso de una continuación en formato serie. Que prácticamente todo el elenco de actores que ha pasado por la serie esté presente en la cinta, demuestra el interés que existe por esta historia y por estos personajes, y el cariño y la dedicación presentes detrás de este trabajo. Quizás Warner se interese por el proyecto al ver el considerable éxito que la película ha tenido en su estreno en las salas -a nuestro país solo ha llegado a través de plataformas streaming-. Sea como fuere, nosotros estaremos encantados: nunca nos vamos a cansar de nuestra marshmallow.