Parece que, por fin, tras treinta y cinco años, estamos ante la versión definitiva de 'Blade Runner'. Al menos así lo ha confesado Denis Villeneuve, director de la nueva cinta 'Blade Runner 2049' que se estrena el 6 de octubre. La secuela, que retoma la historia treinta años después de los eventos evocados en el clásico de Ridley Scott , parece venir a cerrar el círculo de versiones alternativas que se han sucedido en las últimas décadas.
En esta ocasión, Villeneuve parece haber gozado de total libertad creativa. No es de extrañar porque, pese a tratarse de su primera gran superproducción, el director acumula en su historial títulos como 'La llegada', 'Sicario' o 'Prisioneros'. Una buena racha creativa que explica que los productores hayan confiado en su criterio y no le hayan cortado las alas. Es decir, no, no habrá "montaje del director" de 'Blade Runner 2049' porque la versión que veremos en cines ya será el montaje del director. Por otro lado, confiar en el criterio del director, en esta ocasión, serviría de catarsis respecto a la primera película (recordemos el "poco acertado" final feliz impuesto por los estudios en la versión original).
Así, esta nueva versión encontramos algunas "licencias poéticas". Una duración más extendida (2 horas y 32 minutos), escenas cañeras no recomendadas para menores de diecisiete años y un predominio de las escenarios reales con efectos especiales por encima de los efectos visuales. Una elección que la actriz Ana de Armas (Joi en la película) ha señalado como un punto a favor, por no dejar "nada a la imaginación" y facilitar el rodaje. Matices que marcan, en cierta forma, la diferencia; y es que, como ha señalado el director: "no hace falta haber visto la película original para entender o disfrutar de la secuela".
¿Será ésta versión la definitiva de Blade Runner?
'Blade Runner' ha tenido siete versiones diferentes en las últimas décadas. Si bien sabemos del universo creativo desbordante y sorprendente del director Ridley Scott, también es de sobra conocido el interés económico de tirar de archivo y versionar éxitos cinematográficos. ¿Podemos confiar en que será ésta la versión definitiva del clásico, o seguirá Scott explotando la gallina de los huevos de oro?
'Blade Runner' se estrenó en cines de Estados Unidos en 1982. Una versión comercial que no era, sin embargo, la primera. Ese mismo año una versión prototipo inicial había sido proyectada en Denver y en Dallas (marzo de 1982) y otra diferente fue presentada preestreno de prueba en San Diego (mayo de 1982). La mala acogida del público en ambas muestras, forzó a la modificación de algunas escenas para una versión más comercial. Una "dulcificación" que consistió en la eliminación de ciertas escenas difíciles de comprender y de aquel "final feliz" que todos recordamos con la voz en off de Harrison Ford. Una narración metida un poco con calzador y que el mismo actor reconoció como "poco natural en la película", por no decir "sobrante", vaya.
A nivel internacional, la película se liberó del filtro light americano para recuperar escenas de acción más violentas, que después serían incluidas en la "versión final" (con muchas comillas). Todo lo contrario a la versión recatada de radiodifusión estadounidense, donde rebajaron considerablemente las escenas de violencia, los desnudos femeninos y las blasfemias.
Y llegamos, por fin, a las versiones más genuinas. En 1992, una vieja copia de la versión prototipo, encontrada unos años antes en los sótanos de una compañía de postproducción, fue resctada y proyectada por Warner a bombo y platillo como "Versión del director". Algo que no gustó demasiado a Scott quien, pese a que había autorizado esta versión, negaba que se tratase de su versión predilecta. Un desacuerdo que obligó a Warner a cancelar las proyecciones, pero que propició el lanzamiento de una nueva versión, esta vez, construida mano a mano con el director. No hace falta aclarar que, por supuesto, el "final feliz" se fue a la porra. Ridley Scott tomó las riendas y no quiso soltarlas. Así, en 2007 aparecía 'The Final Cut', la única versión en la que Scott tenía el control artístico completo, y que coincidía con el veinticinco aniversario de la cinta. Una edición de coleccionista, compuesta por cinco discos, que contaba, entre otros, con todas las escenas eliminadas en las sucesivas versiones, diversos documentales y las 1.982 representaciones teatrales originales.
Cuando creíamos que lo habíamos visto todo de esta cinta, llega esta nueva versión en forma de secuela, para volver a seducirnos y desconectarnos, sembrando en nosotros la duda de si ésta, por fin, será la definitiva.