'La vida sexual de las universitarias' fue uno de los éxitos sorpresa de HBO Max en 2021. Detrás de ese título tan llamativo se encontraba una irreverente y refrescante comedia juvenil creada por Mindy Kaling y Justin Noble (responsables de otro éxito adolescente reciente, 'Yo nunca'), que conquistó al público gracias a su sentido del humor, su forma honesta de abordar el sexo y, sobre todo, su cuarteto protagonista, un grupo de actrices con una química de esas que traspasan la pantalla.
La serie fue una revelación y HBO Max no tardó en anunciar una segunda temporada, que llega por fin a nuestras pantallas. Las estudiantes de la universidad ficticia de Essex vuelven para una nueva etapa llena de nuevas relaciones y problemas, pero sobre todo mucha amistad. En eCartelera hemos tenido la oportunidad de charlar con las cuatro actrices que conforman el elenco principal, Pauline Chalamet (hermana mayor de Timothée Chalamet), Amrit Kaur, Renée Rapp y Alyah Chanelle Scott, que repasan las claves principales de la nueva temporada y qué nuevos retos esperan a sus personajes al regresar al campus después de las vacaciones.
Porque aunque para nosotros ha transcurrido exactamente un año desde la primera temporada, para Kimberly, Bela, Leighton y Whitney ha pasado solo el puente de Acción de Gracias. "Retomamos la serie no mucho más tarde que la primera temporada y fue muy natural volver a los personajes y la historia", dice Scott sobre su regreso al rodaje. "Las cosas se complican mucho en la serie, pero volver fue simple". Para Rapp, que da vida a Leighton, esta segunda temporada también fue una experiencia mucho más orgánica y relajada: "Sentí menos ansiedad en lo que se refiere a mi trabajo. No le di tantas vueltas a cada pequeña decisión que tomaba. Simplemente era leer los guiones y adelante. Solo tenía que ser yo misma y un poco de ella".
"Actuando, soy de lanzarme y ver qué pasa", continúa. "Para mí [interpretar a Leighton en la segunda temporada] fue más fácil porque pasan muchas cosas y siente mucha ansiedad. Me siento más conectada emocionalmente a ella porque aparenta ser muy relajada y segura de sí misma, pero en realidad está ansiosa todo el tiempo. Ahora mismo estoy ansiosa. Me encantó que estuviera atravesado su 'era de putilla'". El cambio es la tónica general para todos los personajes, que tras lo vivido en la primera temporada, afrontan sus problemas desde otra perspectiva, especialmente Bela, que ve el trauma como un catalizador para contraatacar. Kaur lo explica así: "Mi personaje evoluciona mucho entre la primera y la segunda temporada. Tomé muchas decisiones consientes como actriz. A Bela le pasaron muchas cosas en la primera temporada, sufrió agresión sexual, lo denunció, dejó The Catullan. Así que la única manera inteligente de volver era perdiendo algo de su ingenuidad. Por eso no regresa de la manera más noble en la segunda temporada, sino que como venganza por ser rechazada y condenada al ostracismo, decide objetificar a los hombres, ser el alfa y empezar su propia revista".
Sale Nico, entra Jackson
"Kimberly también atravesó un cambio dramático", añade Chalamet. "Al final de la primera temporada no sabe si va a poder volver a Essex. Y si es que sí, no sabe si va a poder pagarlo. Lidiar con con un problema tan serio la fuerza a dejar de ser naif muy rápido, al menos hasta cierto punto. [...] En el tiempo que transcurre entre la primera y la segunda temporada, que son las vacaciones de Acción de Gracias, volvió a casa y tuvo que poner su vida en perspectiva como no había hecho antes. En la segunda temporada, hay más profundidad en sus problemas y los dilemas que está explorando".
Un cambio importante en la trama viene marcado por la ausencia de Nico, su interés amoroso en la primera temporada, que no aparecerá en la segunda tras la marcha de Gavin Leatherwood. Al público le sorprendió que el actor dejara la serie, pero como Kaling ha expresado anteriormente, y ahora también Chalamet, su historia terminó en la primera entrega. Para ocupar el vacío que dejó Leatherwood (aunque insistan en que no es un sustituto), llega Mitchell Slaggert como el nuevo estudiante de Essex, Jackson, cuya trama también está vinculada a Kimberly, y cuyo tiempo sin camiseta en pantalla probablemente sea incluso mayor que el de Leatherwood en la primera temporada.
"Pasaron varios meses entre el rodaje de la primera y la segunda temporada, así que no fue aparecer un día y decir '¿Dónde está mi compañero?'. Tuvimos un tiempo de adaptación", explica Chalamet sobre el cambio en el reparto. "Sigo en contacto habitualmente con Gavin, así que siento que los cambios en la serie no han afectado a la huella que dejó en mi persona, como Pauline. En cuanto a la historia, su trama concluyó y creo que Justin y Mindy, los guionistas, hicieron un gran trabajo con ella. Cuando Mitchell aparece, no sabemos muy bien hacia dónde se dirige esa trama durante un tiempo. No se enfocó como 'Este es el tío con el que está ahora Kimberly'. No es ese tipo de historia, es muy diferente a la de Nico. No los comparé en mi cabeza".
Generando conversación
'La vida sexual de las universitarias' ha sido aplaudida no solo por lo divertida que es y lo afinadísimo de su reparto, sino también por tratar temas serios e importantes en torno al sexo y la sexualidad, sin remilgos y con una perspectiva empoderadora y femenina. "Lo más brillante del estilo específico de Justin y Mindy es que abordan los problemas presentándoselos a la audiencia de forma que puedan digerirlos, por eso es una dramedia", apunta Kaur sobre ese equilibrio que se sigue explorando en la segunda temporada y que las actrices esperan que siga concienciando sobre problemas a los que se enfrenta la juventud y generando conversación
"Me encantaría que los temas que se tratan en la segunda temporada, donde las protagonistas se embarcan en viajes personales muy diferentes, provoque conversaciones sobre algunas de las cosas que pasan durante los años de universidad, algunas prácticas, otras muy personales y otras completamente locas", dice Chalamet. "Me interesaría que los problemas de los personajes generasen preguntas de los padres a los hijos o de los hijos a los padres". "Gracias a interpretar a Bela he tenido la suerte de tener conversaciones que no pude tener de pequeña, o incluso en la universidad, porque mi padre viene de un pequeño pueblo de India (Bompatti), donde todo el mundo es muy conservador", añade Kaur. "Gracias a la serie, pudimos hablar por primera vez del sexo y de las mentiras a su alrededor. Así que espero que viéndola, surjan esas conversaciones con los padres".
'La vida sexual de las universitarias' es un ejemplo perfecto para ilustrar cómo ha cambiado la representación del sexo femenino y la mirada en las series en los últimos años. Scott considera que ella y sus compañeras son jóvenes como para haber vivido plenamente esa transición, pero reconoce que ahora las cosas son de otra manera: "Para cuando nuestra capacidad crítica se desarrolló, la televisión ya había empezado a hacer ese cambio a una representación de la sexualidad menos masculina o centrada en los hombres".
Por su parte, Rapp aporta la perspectiva queer a través de Leighton, un personaje que se ha convertido en todo un referente para la comunidad sáfica, y que según su compañera, ya es "un icono". "Definitivamente hay dos formas de verlo", reflexiona Rapp. "Como mujer queer, me encanta que una mujer mantenga relaciones sexuales en la serie de forma tan abierta, y el sexo nunca es vulgar. Pero por otro lado, seguramente habrá otras mujeres queer como yo a las que les encantaría ver sexo más vulgar o intenso. Es tan personal que no sé si podría hablar desde un punto de vista general. [...] Pero estoy muy orgullosa de cómo lo estamos llevando las cuatro, y de cómo lo lleva todo el equipo, adaptándose a lo que es cómodo para nosotras". Sobre este tema, las actrices insisten en que ellas tienen todo el control sobre hasta qué punto están dispuestas a llegar con sus personajes, sobre todo en lo que se refiere a las escenas de sexo y desnudos: "Podemos decir 'no quiero que se me vea el culo'. O quizá algún día [me quiera quitar el sujetador], pero hoy no", dice Rapp. "Elegimos lo que queremos hacer", corrobora Scott.
"Es un honor increíble que la gente esté dispuesta a escuchar lo que tengo que decir, en cuanto a mí misma o a lo queer en general", continúa Rapp retomando el tema de la representación y el impacto en la audiencia. "Es mucha responsabilidad, pero estamos muy agradecidas y orgullosas por la posición en la que estamos", apostilla Scott. "La gente está viendo la serie y aprendiendo de ella. Y hay tantas cosas que aun no hemos cubierto y que queramos que sepáis, tantas conversaciones que queremos tener con la gente". "Siento que la gente está creciendo con nosotras y eso es algo muy importante y muy emocionante para mí", concluye Rapp.
El futuro de las universitarias
La cálida acogida que tuvo la serie en su primera temporada pilló a Chalamet por sorpresa: "Fue muy raro empezar a escuchar a la gente hablar de la serie", recuerda la actriz. "Por supuesto, esperábamos que se viera, pero es un shock descubrir que gente que no te conoce la está viendo, es cuando te das cuenta de que has hecho algo que merece la pena". Para Scott, por el contrario, no fue tan sorprendente y lo achaca al talento de Mindy Kaling para crear productos atractivos: "Yo tuve un presentimiento cuando do leí el piloto. En todo lo que crea, Mindy sigue un algoritmo y sabe muy bien lo que le gusta a la audiencia. Lo leí y supe que iba a captar la atención de la gente y que se iban a sentir identificados con ella".
Si la serie continúa su éxito en su segunda temporada (y si la nueva directiva de Warner Bros. Discovery no nos juega una mala pasada), 'La vida sexual de las universitarias' tendría cuerda para rato. ¿Qué les gustaría a sus protagonistas explorar en hipotéticas futuras temporadas? Chalamet quiere seguir a Kimberly "mientras sigue rompiendo barreras y cometiendo errores. Es el tipo de chica que creció en un ambiente perfecto y las cosas no salen como quiere cuando llega a la universidad. Quiero ir más allá de esos límites". Kaur coincide y señala la importancia de seguir contando con un referente como Bela en televisión: "Es un personaje al que no le gustan las etiquetas o que la encasillen, que es algo con lo que se siente muy identificada la generación Z, así que espero que eso continúe, para que los adolescentes vean a un personaje que no le importan una mierda esas etiquetas".
Por otro lado, Rapp desea ver a Leighton "en una relación estable y que las chicas sean amigas de su pareja", mientras que Scott propone una temporada ambientada en las vacaciones de verano o en un curso en el extranjero y expresa curiosidad por cómo sería ver a las protagonistas las unas en las casas de las otras. "Liándose entre ellas, ¿por qué no?", añade Rapp, a lo que Scott responde entre risas: "Tú siempre forzando tu agenda". Eso sí, si la serie continúa, mejor no esperar temporadas más largas. Aunque muchos y muchas fans querrían más capítulos, las actrices están de acuerdo en que diez por temporada está bien. "Creo que diez es un buen número. Cubre un transcurso de tiempo corto, pero deja con ganas de volver y hay mucho mas que explorar", dice Scott, a lo que Rapp se suma: "Sí, diez está bien. Además, se tarda mucho en grabarlos".
'La vida sexual de las universitarias' estrena su segunda temporada en HBO Max el 17 de noviembre. La primera completa está disponible en la plataforma.
