Una maravillosa panorámica nocturna de Madrid aguarda ante nosotros. Nos encontramos en la elevada terraza de un piso del centro de la capital. Ante nosotros, unas inmejorables vistas y, sobre todo, una imponente Luna teñida de rojo que vigila con atención lo que ocurre en el interior de la estancia. Pero no estamos en el centro de Madrid, ni tampoco es de noche. Nos hemos introducido en el mundo de Álex de la Iglesia. Concretamente, en el set en el que se está desarrollando el rodaje de la nueva película del cineasta bilbaíno: 'Perfectos desconocidos'. En esa terraza, ubicada en el interior de una nave del polígono de Nuestra Señora de Butarque -o "Albucarque", como diría el presidente del Sevilla FC- en Leganés, nos recibe el equipo de producción del film para desvelarnos algunos detalles de este sugerente proyecto.
Con 'El bar' todavía pendiente de estreno, de la Iglesia recupera ocho años después de 'Los crímenes de Oxford' su alianza con Telecinco Cinema para sacar adelante su nueva película: "Este proyecto me llega directamente de manos de Telecinco. Recibo un guion como recibo docenas, y este es de los pocos que en cuanto lo leo digo, 'Hay que hacerlo'", afirma el director con semblante serio, que se va suavizando con la efusiva gestualidad con la que revela su pasión por el proyecto. A su izquierda se encuentra Ghislain Barrois, CEO de la productora cinematográfica propiedad de Mediaset España, que se muestra orgulloso por el equipo conseguido: "Esta película es a lo que aspiramos en Telecinco Cinema, porque lo tiene todo. Un director con el que llevábamos muchísimo tiempo queriendo volver a trabajar, un reparto absolutamente de lujo y un conceptazo brutal."
'Perfectos desconocidos' se trata de un remake de la película homónima italiana dirigida por Paolo Genovese, que se alzó este año con los premios David de Donatello en las categorías de Mejor Película y Guion, por lo que su potencial es indudable. La trama gira en torno a una cena de amigos en la que la dependecia de la tecnología juega un papel tan importate que lleva a exponer los secretos más profundos de los protagonistas al ofrecer sus teléfonos móviles. El propio de la Iglesia se ha encargado de adaptar el libreto junto a su asiduo colaborador Jorge Guerricaechevarría: "La labor que hemos hecho Jorge y yo es la de adaptar un guion soberbio, pero que se desarrolla en un contexto italiano, a un mundo de un Madrid burgués del centro", dice el realizador, que la define como "una comedia con un cierto estilo satírico, acerca del mundo en el que ahora nos movemos. Fundamentalmente porque ya no somos nosotros solos, somos nosotros y el móvil. Y eso está generando un cambio de conducta radical a todos los niveles. La película se basa precisamente en eso, en qué ocurriría si de pronto ese objeto preciado que ya es tan importante como un brazo o una pierna en un momento determinado lo compartes con todos." Pero al mismo tiempo resalta las diferencias con respecto a la versión original, a pesar del parecido de los personajes: "La diferencia no es tanto de espíritu nacional, sino personal del director. El director [Paolo Genovese] tiene una versión muy atractiva, pero muy diferente a la mía." Una visión que tiene clara: "A mí me apetece sentir la película. Me gustaría que el espectador cuando está viendo la película sintiese que está cenando. Y mezclar esa especie de batalla de sentimientos y contrariedades y los personajes con una cena real."
De la Iglesia reconoce que el guion le llegó de las manos de Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset: "Es una intervención directa de Paolo. Me llama y me dice, 'Tienes que hacer esto.' Y es verdad." Pero rechaza utilizar la delicada etiqueta de "encargo" para referirse a su implicación con el proyecto: "Desde el primer momento la película es mía. No es un encargo en absoluto. No sé hacer un encargo. Tengo que disfrutar con lo que estoy haciendo, si no nadie te cree", asegura con firmeza. De hecho, reconoce el reto que supone enfrentarse a una historia ajena: "El guion me encanta y es una labor de defender las ideas de otro, que las defiendes casi con más hincapié que las propias. Las propias son tuyas e igual no las respetas tanto, pero cuando trabajas con el material de otro eres más estricto y exigente."
En la palma de la mano
El director no esconde su pasión por la serie 'Black Mirror' y su admiración por Charlie Brooker, su creador: "Vi 'Black Mirror' en la temporada uno y me impactó muchísimo. No puedo decir que estemos influenciados porque no tiene nada que ver. Pero sí es cierto que hay una preocupación de que ya no somos nosotros solos, sino que somos nosotros y una red que de alguna manera está incorporada en el cuerpo. Todo iría bien si el teléfono lo tuviéramos en la cabeza. Nadie nos robaría las ideas. Ahora vivimos en ese extraño momento de transición en el que el móvil sigue siendo un objeto y sin embargo para nosotros ya no lo es. Cualquiera de nosotros pierde el móvil y está hundido", sentencia que podemos comprobar si levantamos la mirada de nuestro móvil y nos fijamos en el mundo que nos rodea. En cuanto a esa preocupación añade lo siguiente: "En este momento estamos viviendo una situación de angustia, en la que pasamos de una manera muy brusca de relaciones normales entre 10 personas, que son las que podemos mantener físicamente, a un entorno infinitamente más amplio. Complicándolo todo muchísimo."
Otro elemento vital de este rodaje es el propio espacio en el que se desarrolla. Este piso repleto de libros, cuadros y diversas obras de arte. En el que destaca una mesa cuadrada, cubierta por un mantel marrón con detalles dorados, sobre el que reposan siete teléfonos móviles. Esos dispositivos pertenecen a los personajes que colisionarán durante esta cena. Y ese piso es prácticamente el único espacio en el que tiene lugar la acción, utilizando de nuevo el recurso del espacio cerrado que de la Iglesia ya aplicó en 'El bar' y 'Mi gran noche': "Dramáticamente me resulta mucho más atractivo. Tampoco es una idea mía", recordando 'Un dios salvaje' como referencia de este recurso. Reflexiona acerca de lo que puede aportar atrapar a los personajes tan solo consigo mismos: "Se van a notar más las tensiones si estás encerrado en un espacio. Y por otro lado conviertes ese espacio en un mundo, que es algo que ya había hecho en '800 balas' y en 'La Comunidad'. Pero perfectamente podemos hacer todo lo contrario en la siguiente película." Y explica cuáles han sido las razones que le han llevado a encadenar tantos rodajes en un tiempo poco habitual, haciendo referencia a los representantes de las productoras Nadie es Perfecto y Pokeepsie Films que le acompañan: "Antes estaba más solo y me costaba más llevar los proyectos. Pero ahora tengo a Kiko [Martínez] y Carolina [Bang] que están haciendo una labor para superponer tareas que antes llevaba yo por mi cuenta."
Banquete de tensiones
Los personajes en cuestión son Alfonso (Eduard Fernández) y Eva (Belén Rueda), cirujano plástico y psicóloga que componen el matrimonio anfitrión de la cena; Eduardo (Eduardo Noriega) y Blanca (Dafne Fernández), pareja formada por un taxista con gran éxito entre las mujeres y una inocente joven cuya inocencia parece ir disipándose a medida que avanza la trama; Ana (Juana Acosta) y Antonio (Ernesto Alterio), abogados también casados, y con grandes secretos entre ellos; y Pepe (Pepón Nieto, luciendo un irreconocible pelo largo), un profesor de gimnasia "con problemas de adaptación". Ante ese abanico de personajes, de la Iglesia expresa palabras de elogio a su elenco, a la vez que expone los grandes desafíos de la cinta: "Al trabajar con unos actores tan increíblemente buenos como los que tengo en esta película, es tan interesante para el director tanto lo que se dice como la reacción de las personas que están en ese momento recibiendo la información. Eso genera técnicamente una película de las más complejas en las que he rodado nunca. Normalmente ruedas diálogos, aquí hay que rodar esos diálogos y las reacciones que provoca ese diálogo en todos los personajes. Y es un bosque de miradas. De pronto te genera un mundo de planificación más complejo del que pensábamos. Y eso como director me resulta muy apasionante. Una cena se puede convertir en una película de acción."
Entre esos nombres tan destacados, el director tuvo uno en mente desde la primera vez que leyó el guion: "Sin duda Pepón Nieto estaba en mi cabeza porque el personaje de Pepe me remitió a él. El personaje es una especie de álter ego. Utilizo mucho a Pepón de álter ego, no solo por lo gordo que está, sino por los problemas que tiene", comenta entre risas. Mientras que la química existente entre sendos matrimonios también ha jugado un papel esencial: "Ernesto y Juana son pareja y en la película también lo son. Ellos hacen esfuerzos increíbles para que no se note, pero ayuda mucho. Se entienden de maravilla y pueden llegar a ser mucho más crueles que dos actores que no se conocen. Porque conocen los mecanismos de pareja." Algo de lo que también parecen estar cerca Belén Rueda y Eduard Fernández, que vuelven a enlazarse en la ficción tras el estreno este mismo año de 'La noche que mi madre mató a mi padre', lo cual ha consolidado su relación en pantalla: "Notas que ya se conocen mucho y que se tienen muy calados. Es fantástico para la película. Ha sido un gran hallazgo tenerles juntos. Cuando terminamos de grabar siguen funcionando como un matrimonio."
Aunque si algo deja claro Álex de la Iglesia acerca de estos personajes es que "desde luego para los personajes la película no es una comedia", pero por lo que promete la película, cuando la veamos en los cines los espectadores sí que sucumbiremos a unas risas de las que también seremos víctimas. 'Perfectos desconocidos' se trata de una producción de Telecinco Cinema, Nadie es Perfecto y Pokeepsie Films, con la participación de Movistar+ y Mediaset. Universal Pictures International se encargará de su distribución, con un estreno previsto para otoño de 2017.
