La Berlinale ya tiene película inaugural para su próxima edición en 2018. El director Wes Anderson, conocido realizador de cintas como 'El Gran Hotel Budapest' o 'Fantástico Sr. Fox', será el encargado de abrir el certamen con 'Isle of Dogs', su nueva película rodada mediante animación en stop-motion.
La presencia de 'Isle of Dogs' en el festival supondrá la tercera participación de Anderson en el mismo y la segunda vez que una película suya es encargada de inaugurarlo, después de la participación de 'Los Tenenbaums. Una familia de genios' y 'Life aquatic' en las ediciones de 2002 y 2005 y la inauguración de 'El Gran Hotel Budapest' en 2014 con la que, además, consiguió hacers con el Oso de Plata. Además, será la primera película de animación de la historia en abrir el certamen alemán.
La Berlinale tendrá lugar el próximo mes de febrero de 2018, celebrándose desde el 15 al 28 de dicho mes, contando con el director Tom Tykwer, el conocido realizador de 'Corre Lola, corre' y codirector de 'El atlas de las nubes', como presidente del jurado. En palabras del director del festival, Dieter Kosslick, 'Isle of Dogs' se trata de una película "fascinante" que "capturará los corazones del público con el encanto de Wes Anderson", según se recoge en el comunicado oficial.
¿De qué va 'Isla de perros'?
'Isle of Dogs' será una película de animación en stop-motion que nos narrará la historia de Atari Kobayashi, un niño japonés de 12 años que es acogido por el corrupto alcalde de la ciudad de Megasaki. Sin embargo, el malvado político deportará al perro de Kobayashi y al del resto de habitantes de Megasaki, lo que hará el joven niño se embarque en un épico viaje al rescate de sus queridos animales.
Bryan Cranston, Edward Norton, Liev Schreiber, Bill Murray, Jeff Goldblum, Scarlett Johansson, Kunichi Nomura, Tilda Swinton, Ken Watanabe, Greta Gerwig, Frances McDormand y Harvey Keitel serán los encargados de poner las voces a los personajes en la versión original de la película. Su estreno en España está previsto para el 20 de abril de 2018.
Wes Anderson, de peor a mejor
'Ladrón que roba a otro ladrón' (1996)
La extravagancia que más adelante quedaría elegantemente confirmada a lo largo de su carrera ya estaba patente en su primer largometraje, que tomaba su título del corto que realizó dos años antes con los mismos protagonistas. Lo mejor de la película es verle colaborar por primera vez con los hermanos Wilson, sobre todo con Owen (co-guionista de la misma), que se ha mantenido como uno de sus actores predilectos. El resultado final de la película no era para tirar cohetes, pero sí que había indicios de lo que no tardaríamos en descubrir: la peculiar genialidad de Wes Anderson.
'Academia Rushmore' (1998)
En cambio, 'Academia Rushmore' destila el talento inconfundible de Anderson de principio a fin. Su forma de contar historias ha evolucionado a medida que ha ido experimentando, pero la organización por capítulos está omnipresente en sus obras. En este caso, esa exhaustiva ordenación tenía como protagonista al joven Max, que trata de ser el líder de las actividades extraescolares. Jason Schwartzman lo borda y se apunta a la nómina de Wes Anderson, a la que también se sumó automáticamente el legendario Bill Murray. A un director como este le venía como anillo al dedo una historia "coming of age" y aquí le sacó buen provecho para expresarse.
'Viaje a Darjeeling' (2007)
A los dos sospechosos habituales que protagonizaron sus dos primeras películas se sumó Adrien Brody para componer uno de los repartos más fascinantes de la carrera de Anderson. Este trío de dispares hermanos se embarcaba en un viaje espiritual por la India tras la muerte de su padre, y esa premisa le sirvió a Anderson para demostrar de nuevo su buen hacer en la tarea de escritura, en esta ocasión junto a Roman Coppola y el propio Jason Schwartzman, un equipo creativo en clara sintonía. Los colores de la India quedaron reflejados con el pulcro manejo de la imagen del director de forma muy atractiva. Y es imprescindible ver también el cortometraje 'Hotel Chevalier', complemento de esta película, combinación entre largo y corto que se convirtió en costumbre en Anderson.
'El Gran Hotel Budapest' (2014)
Estamos prácticamente en el ecuador de la lista y a partir de aquí la obras maestras se cuentan a pares, algo que denota el nivel de la filmografía de su autor. Su último trabajo hasta la fecha, que supuso el primer reconocimiento de Anderson en la categoría reina de los Oscar como nominado, combina a la perfección una paleta cromática elaborada meticulosamente, una historia que engancha de principio a fin y un humor e interpretaciones simplemente magníficas. Todos los elementos funcionan, pero hay varias películas suyas en las que funcionan aún mejor.
'Los Tenenbaums' (2001)
Tocar el cielo cinéfilo y su primera nominación al Oscar es lo que le valió su tercera película, que, como es costumbre, contaba con un insuperable reparto. Anderson trasladó sus frecuentes inquietudes a una familia de lo más extraña, pero a la que no costaba nada cogerle cariño y hacerse testigo en primera fila de sus dramas y desventuras forjadas con humor. De nuevo Owen Wilson firmaba junto a él el magnífico guión, que nos dejó escenas para la memoria como el recorrido en kart de Gene Hackman junto a sus nietos por las calles de Manhattan.
'Moonrise Kingdom' (2012)
El Anderson más romántico nos regaló este pedacito de gran cine hace pocos años, ya que una vez más las coloridas y elaboradas imágenes conjugadas con una historia tan real como idílica y fantástica nos dejaron prendados. Anderson tomó como escenario un campamento infantil para dar alas a ese espíritu heredado del romanticismo más extasiado: el del primer amor. Como es habitual, llevó al límite el planteamiento, aprovechando cada uno de sus detalles sin tropezarse al recurrir a lo más inverosímil.
'Life Aquatic' (2004)
Disfrazándose de Herman Melville, Wes Anderson nos embarcó en una odisea marítima en la que vimos al mejor Bill Murray. Ha pasado más de una década desde su estreno y nadie ha conseguido sacar tanto partido a este rey de la comedia. Aquí se introduce en el juego cómico característico de Anderson, con tintes de drama que no convierten la propuesta en un sopor detallista monolítico, sino en un canto al cine de aventuras, basado en personajes salidos de la mente de un genio y una puesta en escena tan original que nos permite ver la película a través de ese caleidoscopio que es la mirada de Anderson.
'Fantástico Sr. Fox' (2009)
La realidad se quedaba pequeña para Wes Anderson. Al menos el mundo real. Por eso su incursión en la animación fue otra bocanada de aire fresco en su filmografía, porque pudo dar rienda suelta a la imaginación que destila la sinapsis de sus neuronas. Para ello adaptó un relato de uno de los autores del siglo XX que mejor concuerda con su forma de ver el mundo, Roald Dahl, y co-escribió el guión con otro narrador extraordinario, Noah Baumbach. Una delicia de historia, que pasa de los más salvaje a lo más humano a partir de unos personajes antropomórficos que cobran vida con el stop-motion, la música de Alexandre Desplat y la buena mano de Anderson y su equipo para dar forma a un mundo totalmente inmersivo. El lanzamiento de piñas ardiendo nunca fue tan divertido.