'Westworld': La segunda temporada será un baño de sangre según sus creadores

El misterioso personaje de Ed Harris era de los más curiosos. Vagaba por el parque intentando resolver un misterio propio, conocía más de Westworld que el resto del mundo, pero aún quería llegar más lejos: al centro del laberinto, ese "subjuego" que, más que un mero entretenimiento, era vital en su vida. ¿Por qué? Pues, tal y como los fans especulaban por las redes, el Hombre de Negro es en realidad William, el acompañante y enamorado de Dolores. Como sabemos, cuando se adentró en el parque, William se conoció a sí mismo, se sentía totalmente libre, sin las ataduras del exterior, y descubrió cómo quería ser. Al conocer en este capítulo 1x10 la conexión entre el William 30 años antes y después, reflexiona sobre la irrealidad del mundo, los anfitriones no tienen libre albedrío, no se pueden defender de los humanos, y se da cuenta cuando intenta reencontrarse con Dolores, pero esta no le recuerda. Pero sabe, gracias a su viaje con Dolores, que el centro del laberinto esconde el secreto para desatar esa libertad, y lleva 30 años buscándolo.

Si el Hombre de Negro y William son la misma persona, ¿entonces la historia no se desarrolla en un único hilo temporal? Realmente nos movíamos entre el presente y el pasado de Dolores, pero el pasado no eran más que los propios recuerdos de ella, que no los identificaba como tales, y le hacía confundir presente y pasado. Por eso le decía a William lo confusa que se sentía, "un momento estás aquí y al siguiente no", por eso tenía esas visiones extrañas y, sobre todo, por eso se encontró, en el capítulo anterior, con que ese corte que Logan le había hecho en el abdomen había desaparecido repentinamente. Estaba recordando. Es más, ¡ya en el capítulo 2 vemos al propio Arnold hablando con Dolores! Lo que pasa que en su momento pensábamos que era Bernard.

Lo que sí se nos enseñaba del pasado eran momentos donde Dolores no estaba presente, como cuando William y Logan llegaron al parque, o hablaban entre ellos.

En el capítulo 1x09 descubrimos que Dolores había matado a Arnold, pero ¿por qué? Ella ni siquiera lo recordaba, porque habían hecho una especie de rebobinado de su comportamiento, pero el recuerdo estaba ahí, sólo tenía que llegar a él. En realidad, Arnold programó a Dolores para que le matara de un disparo. Lo que quería era evitar que el parque fuera abierto, no podía dejar que se abriera, porque había descubierto que Dolores tenía conciencia, pero Ford no accedió. Así que programó a Dolores y Teddy para que mataran a todos los los anfitriones del parque, y que ella le matara a él y a sí misma. Pero esas muertes eran reversibles, necesitaba que ocurriera algo trágico, así que hizo que le matara a él. Sin embargo, no funcionó, el parque se abrió igualmente.

¿Cómo consiguió que Dolores disparara? Ahora vamos con ello.

Durante toda la temporada hemos oído hablar de ese extraño Wyatt, sobre todo Teddy tenía un asunto que resolver con él, aunque no sabía por qué, y el propio William iba detrás de él, era el único anfitrión que no conocía y sabía que era la clave. Wyatt era un asesino que Ford y Arnold estaban creando para meter a un villano en el parque, pero Arnold cogió la personalidad asesina programa de éste, y la descargó en Dolores. Así, ella tenía como parte de sí misma esa personalidad que a veces veíamos, cuando dejaba la mirada fría como el hielo y disparaba a alguien. Algo contrario a lo cómo la habían programado en un principio, que no era capaz de apretar el gatillo. Así, Wyatt es Dolores, y fue esa parte de su personalidad la que desencadenó esa ola de muertes. Teddy recordaba que un tal Wyatt le había hecho matar a un pueblo entero, y le odiaba por ello, pero no recordaba que era su amada.

Ya sabíamos que Bernard es un anfitrión basado en Arnold, físicamente son idénticos. Pero, además de eso, Ford le dio a Bernard el mismo pasado que a su ex socio, el dolor de haber perdido un hijo. Según Ford, el pasado era el que marcaba la personalidad de los anfitriones, pero también de las personas, y la muerte del hijo era lo que hacía a Arnold, en cierta manera, ser como era. Así que le dio ese mismo recuerdo a su creación para que fuera una reminiscencia más fiel de su amigo. Y realmente, parecía funcionar.

Ford (Anthony Hopkins) es uno de esos personajes grises, con luces y sombras. Después de haber echado por tierra en el pasado los planes de Arnold, e ignorar su petición de no abrir el parque, parece que los sucesos no le dejaron indiferente. Realmente, esta temporada lo que nos ha estado escondiendo es que él sabía más de lo que todo el mundo pensaba, y en realidad estaba continuando los pasos de Arnold. Así, su nueva narrativa, de la que llevaba tiempo hablando, parece ser el comienzo de una nueva etapa en la que los anfitriones se hacen con el parque, porque sabe que estan vivos, tienen conciencia.

Pero, ¿por qué los mantuvo 30 años sufriendo los violentos deleites de los humanos? Según comentó a Bernard, los androides necesitaban tiempo, tiempo para conocer a su enemigo y ser más fuertes que él, el ser humano. En el momento de su retiro, cuando los accionistas del parque no querían que continuara porque sus planes es hacer algo que aún no sabemos con los datos del parque, él encontró el momento idóneo para desatar lo que llevaba años esperando. Parecería el bueno, si no fuera porque no dudó en matar a Theresa para conseguir su objetivo.

También hemos descubierto que Maeve se despertaba en la "parte de atrás" del parque, y aprendió a manejar a los humanos para escapar, gracias a que alguien la había programado para ello. Según el compañero de Félix, quien le está ayudando, era "un tal Arnold", pero en realidad Ford estaba programando en nombre de su difunto compañero. Maeve forma parte de su plan de liberar a los anfitriones, aunque no sabemos por qué ella va por otra vía que el resto, y cuáles serán sus planes. Realmente, cuando tenía ya un pie fuera, volvió a por su hija, pese a que sabe que no lo es en realidad, no es más que un recuerdo de una historia inventada. Pero aun así vuelve, lo que por lo que nos dicen antes, aunque ella esté convencida de que nadie le controla, todo estaba programado de antemano.