[AVISO: Este artículo contiene SPOILERS de 'Westworld']
La nueva apuesta de HBO 'Westworld' solo ha emitido dos capítulos, pero han sido suficientes como para que a la audiencia le expolte la cabeza varias veces. La premiere de la serie reveló que algunos habitantes eran más conscientes de su entorno de lo que mostraban mientras que el segundo capítulo, 'Chestnut' tuvo otro giro de tuerca muy curioso en su final.
Ya se sabe que 'Westworld' no es una idea original de los guionistas de HBO. De hecho, está basada en la película homónima dirigida por Michael Crichton, el creador de 'Parque Jurásico'. La película no congenió correctamente con la audiencia en su época, no al menos como lo está haciendo ahora la serie. 'Almas de metal (Westworld)' se convirtió más bien en una película de culto que se hacía más célebre a media que la tecnología avanzaba.
Cómo conecta la serie con la película
La serie tiene cierto parecido con la película original, aunque la versión televisiva intente tomar otro rumbo. En la película hay tres parques que puedes visitar. Además de Westworld, también existe el Mundo Medieval y el Romano (época romana). Los visitantes podían asistir a los diferentes espacios y obtener experiencias completamente distintas. Y lo más curioso es que el Mundo Medieval y Westworld podían conectar al mismo tiempo.
En la serie, el guionista de los parques (Simon Quarterman) propuso al Dr. Robert Ford (Anthony Hopkins) una nueva experiencia en Westworld, un espacio llamado Odyssey On The Red River. No obstante, el doctor rechazó de inmediato la propuesta. Ford siempre tiene un as en la manga y dejó muy claro que quiere algo más para los visitantes, algo muy sorprendente.
Al final del segundo episodio Ford acompaña a Bernard (Jeffrey Wright) en una de las aventuras y de pronto se paran en una zona desierta dentro del parque, en el que solo hay lo que parecía una torre para extraer petróleo, pero que tenía una cruz cristiana en el punto más alto. Probablemente ese sería el espacio que conectara con el Mundo Medieval en el que "ha estado trabajando un tiempo". Esta teoría aún no está confirmada, pero ya ha indicios de que será precisamente así como continue la serie. ¿Qué otros mundos podría albergar este parque temático?
El único problema de esta teoría es que ya fue medianamente desmentida hace unos días por el encargado del diseño de producción Zack Grobler, que explicaba: "Para la primera temporada, solo exploraremos Westworld. Hay conversaciones sobre para futuras temporadas, si hay más, de que habrá un mundo diferente. Pero no estamos seguros de cuál será todavía". Aunque esto no quiere decir que no vayan a insinuar otras zonas durante esta temporada...
La serie está protagonizada por Anthony Hopkins, Ed Harris, James Marsden. Evan Rachel Wood, Thandie Newton, Jeffrey Wright, Rodrigo Santoro, Ingrid Bolsø Berdal y Tessa Thompson, entre otros.
8 westerns que demuestran que el género sigue muy vivo
'El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford' (2007)
Si buscamos una fecha concreta para identificar el punto de ruptura, el salto al vacío que demostró que el riesgo del salto al vacío a veces se salda con victoria, debemos viajar hasta 2007, año en el que Andrew Dominik estrenaba la excelsa 'El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford'. La particular visión que proponía el cineasta sobre dos de las figuras más memorables de aquella América de forajidos y leyendas, suponía un soplo de aire fresco con suficiente poder y calidad como para resucitar, una vez más, a un género que nos empeñamos en enterrar con demasiada facilidad. Con dos interpretaciones antológicas de Brad Pitt y Casey Affleck, la película no conquistó a la taquilla y dividió a gran parte de la crítica, pero sirvió para iniciar una nueva corriente en la que sobresale, especialmente, 'Valor de ley'.
'Valor de ley' (2010)
Nieve. Un hombre asesinado frente a su casa. Tan cerca, tan lejos de su refugio, del abrazo de su mujer, del calor de su familia. Un borracho cabalga solitario, manteniendo como puede su figura entre la niebla oscura de la noche, difuso, inconsciente, quién sabe si arrepentido. La voz de una niña nos cuenta el valor de la venganza, del sacrificio, del perdón. Y una melodía de piano, entre épica y triste, daba comienzo a un western que se estrenaba en 2010, pero que perfectamente lo podría haber hecho en 1940, 1950, 1960.
La película de los hermanos Coen, muchísimo más el remake de la simpática cinta de 1969 con John Wayne al frente, no solamente reunía los códigos más característicos del conocido western crepuscular, como pueden ser la soledad del héroe o las reflexiones sobre la moralidad y ética de las acciones y decisiones de cada personaje, sino que se impregnaba de un maravilloso aroma tradicional. Una manera de reinterpretar el género desde el homenaje. Un clásico.
'Cowboys & Aliens' (2011)
Por desgracia, no todos los experimentos han salido tan bien. Un año más tarde, 2011, Jon Favreau presentaba una idea tan absurda que terminaba despertando la curiosidad. ¿Qué pasaría si mezcláramos el western más clásico con el cine de invasiones alienígenas? El resultado, 'Cowboys & Aliens', se estrelló en taquilla y se mantiene, a día de hoy, como un rara avis con la que terminaron ganando aquellos que, desde el principio, avisaron de la estupidez de la propuesta. Sin embargo, las razones del fracaso puramente artístico, se deben achacar más al respeto que al delirio. Ante un punto de partida así, lo mejor hubiera sido apostar por la extravagancia completa, algo que sus responsables evitan por completo a lo largo de dos horas empeñadas en otorgar solemnidad a una película que termina hundida en el clasicismo impostado. Un desastre que parecía condenar al género a una nueva muerte. Hasta que llegó la hora de Quentin.
'Django desencadenado' (2012)
Muchos soñábamos con un western con la firma Tarantino. Después de todo, casi todas su películas, a pesar de ser un puzzle de influencias variadas, tenían el espíritu y la forma del cine del Oeste de toda la vida, especialmente en la vertiente Leone. Por eso, cuando en 2012, llegaba a las carteleras 'Django desencadenado', la expectación era máxima.Y el resultado justificó la espera. A medias. Para resumir, nos encontramos con una película que es, en su 90% de metraje, una obra maestra, pero que en el 10% restante, puede que por esperanzas desmedidas de encontrar la perfección, no termina de funcionar. Pero vamos a quedarnos con lo bueno. Violencia brutal, humor descacharrante, impecable factura técnica, apabullante banda sonora y diálogos de levantarse y aplaudir, todo está en 'Django desencadenado', en especial en su primera hora y media, donde se tiene la sensación de estar presenciando un clásico atemporal, lírico, descubriendo una poética tarantiniana desconocida por controlada y dosificada hasta la excelencia. Un festival de diversión, tensión, acción y romanticismo, hacia el cine y hacia sus personajes, que volvía a reconciliar al público con el género.
'El llanero solitario' (2013)
Un fenómeno del que Jerry Bruckheimer tomó buena nota. El productor sintió como la bombilla se encendía en su cabeza y llamaba a su tándem mágico, el formado por el director Gore Verbinski y el actor Johnny Depp, responsables de la saga 'Piratas del Caribe', para proponer la resurrección de 'El llanero solitario', adaptación de las aventuras del héroe del serial radiofónico del mismo título. ¿Qué podía fallar? Si nos fijamos en sus resultados críticos y comerciales, TODO. Somos pocos, muy pocos, los que nos empeñamos en defender una película con la que Verbinski continuaba experimentando con el género al igual que había hecho dos años antes con 'Rango', fascinante homenaje animado al western desde la psicodelia. Una aventura empeñada en convertir la tradición en parque de atracciones, plagado de set pieces deslumbrantes en su ejecución y de una ambición incomprendida. Una obra que ha quedado como fracaso absoluto y que, por desgracia, no parece que el tiempo vaya a ubicar en un lugar mejor. Seguiremos disfrutándola en silencio.
'Deuda de honor' (2014)
Afortunadamente, en 2014 las cosas fueron mejor. Tommy Lee Jones dirigía y protagonizaba 'Deuda de honor', película que, pese a llegar a nuestras carteleras un año más tarde, se convertía en uno de los trabajos más interesantes del pasado ejercicio cinematográfico. Western extraño, irregular, por momentos fascinante, por momentos fallido. Con destellos de genialidad inesperados, Lee Jones cuenta una historia de muerte y redención, soledad y liberación, locura y lírica. Un trabajo perfecto para disfrutar junto a 'Los tres entierros de Melquíades Estrada', estupendo postwestern fronterizo con el que el actor se estrenaba como director en el largometraje en 2005.
'El viaje de Arlo' (2015)
Pixar se lanzó al western en su intento de salvar lo que parecía un proyecto maldito. Reformaron toda la historia, empezaron de cero y nos trajeron esta conmovedora historia sobre la amistad con muchísimos guiños al western clásico. Desde los tiranosaurios vaqueros a los escenarios áridos, pasando por escenas en las que no hacen falta palabras.
Por desgracia, el público no respaldó este experimento, que ha pinchado en taquilla y se ha convertido en la película con menor recaudación del estudio. Una pena, porque no solo es una historia muy emotiva, es uno de los mejores westerns de los últimos años.
'Los odiosos ocho' (2016)
¿Y cómo empezamos 2016? De nuevo, Tarantino. 'Los odiosos ocho' es el nuevo western del director, un regreso por la puerta grande que supera a 'Django desencadenado' a través de una aparente sencillez. Una película que bebe del teatro, de los misterios de Agatha Christie y de la elegancia visual de un John Ford que se antepone en esta ocasión a Leone en la lista de preferencia de Quentin, para dar forma a una magistral demostración de cine en estado puro. Un maestro en pleno dominio de sus facultades que sirve un festín narrativo en toda regla, apoyado por un reparto en permanente estado de gracia. Una última obra maestra que añadir a un género repleto de ellas. Una nueva prueba de que el poder del western continúa intacto. Ya sea con la desolación tras un disparo por la espalda, el espectáculo de los trenes a toda velocidad, la belleza de los caballos recorriendo paisajes nevados en medio de la noche o la melancolía implícita de los héroes cansados de serlo, nos sobran motivos para seguir amando un tipo de cine como el de antes, como el de ahora, como el de mañana.