La red social Facebook se ha visto implicada en un escándalo a nivel internacional debido a la consultoría Cambridge Analytica, ya que ésta última se hizo en 2014 con los datos de una gran cantidad de usuarios de Facebook, algo que supone una violación de la privacidad y confidencialidad de la red social, y que habría sido utilizada para diferentes campañas electorales como la del Brexit o la de Trump.
Precisamente por esto, numerosas personas han querido denunciarlo eliminando sus cuentas de esta red social, como hizo Playboy, Tesla Motors, el magnate Elon Musk y ahora, Will Ferrell se unía a la denuncia anunciando el pasado martes 27 de marzo la decisión que había tomado de eliminar su cuenta de Facebook.
El comediante decidía publicar en Facebook un mensaje en el que anunciaba que eliminaría su cuenta de Facebook el viernes 30 de marzo. "Sé que no estoy solo cuando digo que estoy muy preocupado por el uso inadecuado que ha hecho Cambridge Analytica con la información de los usuarios de Facebook con el objetivo de minar la democracia y violar la privacidad de nuestros ciudadanos", decía así Ferrell, a lo que añadía: "No puedo seguir utilizando los servicios de una compañía que permite que se divulge esta propaganda que ha sido dirigida a los más vulnerables".
Además, en su carta de despedida Ferrell aseguraba su "aversión" hacia este tipo de redes sociales, aunque el actor tenía cuenta en Facebook para apoyar así a una compañía de la que es co-fundador así como otros proyectos personales o relacionados con organizaciones benéficas, nunca ha tenido un perfil en otras redes como Twitter o Instagram.
La carrera de Will Ferrell
Will Ferrell es un actor y comediante que ha trabajado con otras grandes estrellas a lo largo de los años, como por ejemplo con Steve Carell, Ben Stiller, Owen Wilson o Nicole Kidman, entre muchos otros. Y es que Ferrell cuenta con una larga y fructífera carrera como actor, habiendo participado en proyectos como 'Zoolander', 'Elf', 'Starsky & Hutch', 'Megamind', 'Embrujada', 'The Office', 'The House' y, por supuesto, una de sus películas más recordadas y emblemáticas es 'El reportero: La leyenda de Ron Burgundy'.
De hecho, el director de esta última película, Adam McKay, decía en una entrevista realizada por Cinemablend que tenía una idea para una posible tercera entrega de esta saga, en la que Ron Burgundy habría de ir a zona conflictiva y de combate, como hicieron en su día diferentes periodistas estadounidenses durante las guerras de Irak. ¿Qué os parecería la idea?
Diez comedias por las que Will Ferrell es un genio del humor
'Movida en el Roxbury'
Antes de encarnar al tan atractivo como descerebrado Sky Corrigan en 'Superstar', esa mezcla imposible de comedia de institutos con el angst del cine de Todd Solondz, que solo podía protagonizar una ya por entonces treintañera Molly Shannon, 'Movida en el Roxbury' fue la primera película surgida de un sketch del SNL en llevarse al cine que protagonizó Will Ferrell, en esta ocasión junto a Chris Kattan.
El sketch recurrente, siempre a ritmo del What is Love de Haddaway, se había convertido en un icono del programa. Consciente de ello, el director John Fortenberry lo recrea de forma fidedigna en sus créditos de inicio, llegando hasta a hacer un guiño a Jim Carrey avanzado el metraje. Pero la película que traía a la vida a los hermanos Butabi era mucho más que un sketch alargado, una banda sonora que nos devuelve a los noventa y una anécdota de Emilio Estévez por contar en la cola de la discoteca. La dinámica que se establecía entre ambos y su estupidez congénita sentarían las bases de la filmografía de un Will Ferrell, que... un momento, ¿me acabas de tocar el culo?
'Zoolander' y 'Zoolander 2'
Qué decir de 'Zoolander' que no se haya dicho ya. Ben Stiller parodió el mundo de la moda y acabó creando la comedia más icónica del siglo gracias a su cuidado visual y diseño artístico, pero también por supuesto por encadenar gags perfectos uno tras otro. Su personaje era el mayor idiota de los modelos de pasarela y necesitaba un villano a la altura de su estulticia. Will Ferrell encarnó al imponente Mogatu y volvió a hacerlo en la secuela (que fue un estruendoso fracaso de taquilla y que se limita a repetir las referencias de la original sin demasiada inspiración), convertido tras su paso por prisión en un supervillano cuyos planes eran todavía más ridículamente malévolos.
Aunque su lugar no deja de ser secundario en ambas películas, siempre lograba restarle protagonismo al propio Zoolander, dejando para el recuerdo una de las facetas menos aprovechadas de su filmografía, su capacidad para el disfraz. No solo encarnando a este estrafalario modisto encantado consigo mismo y con la idea de explotar a niños malayos y asesinar hipsters para su beneficio, sino en el psicotrópico montaje a ritmo de Relax con el que hipnotiza a Zoolander en la original y con su monstruosa evolución física en la secuela. Hansel por supuesto seguía siendo so hot right now!
'Elf'
El primer punto de inflexión de la carrera de Will Ferrell fue esta delirante comedia navideña que se convirtió en un auténtico éxito de taquilla e hizo trascender la imagen del actor al gran público. Las claves parecen difíciles de creer, pero 'Elf' tiene el indudable mérito de ser al mismo tiempo una película propia y reconocible en la trayectoria de Will Ferrell, entregado a la sátira con la que reírse de todos y cada uno de los tópicos de la Navidad, sin dejar de cobrar la forma de amable y familiar cuento navideño.
El mérito es de un Jon Favreau que permite dar rienda suelta al humor de Will Ferrell y su facilidad para transmitir asombro ante cualquier detalle insignificante de nuestro mundo, anonadado en la Gran Manzana tras criarse en el Polo Norte como aprendiz de elfo de Santa Claus. Aunque en su tramo final el azúcar edulcora lo que tenía que haber sido una película anti-navideña, 'Elf' se convierte en un tontorrón cuento de Navidad más, en lugar de la sátira subversiva que tenía que haber sido. Y que, en el fondo, es.
'Aquellas juergas universitarias'
Otro hito, no ya de la filmografía de Will Ferrell, sino de lo que se entendió como Nueva Comedia Americana. La película dirigida por Todd Phillips recogía un cambio generacional, agrupando a tres de los principales actores del conocido como fratpack. Luke Wilson, Vince Vaughn y el propio Ferrell. Una generación que se negaba a crecer y hacía frente a las obligaciones y frustraciones maritales de la vida adulta volviendo a una eterna adolescencia, simbolizada en la absurda idea de formar una fraternidad.
Experto en el tema, Todd Phillips había realizado años atrás un documental sobre el lado oscuro de las fraternidades americanas, el guion sabe explotar las posibilidades cómicas que ofrecen sus ritos de iniciación y el microcosmos que las rodean. Apoyada en una dirección de corte clásico, aunque ligeramente influenciada por el estilo de Wes Anderson, el factor diferencial acababa siendo Will Ferrell, que protagoniza una memorable carrera desnudo en plena borrachera y, sobre todo, la escena de la piscina, homenaje destroyer a 'El graduado' incluido.
Anchorman: 'El reportero, la leyenda de Ron Burgundy' y 'Los amos de la noticia'
Por múltiples motivos, probablemente 'El reportero: La leyenda de Ron Burgundy' sea la película más relevante para comprender y poner en valor la filmografía de Will Ferrell. En cambio, su estreno en España apenas recaudó 10 mil euros y fuera del mundo anglosajón casi nadie fue a verla al cine. Ambientada en la California de los años setenta, su condición de parodia del mundo del periodismo norteamericano limitó inicialmente su público objetivo, pero con el paso de los años adquirió un merecido estatus de culto que hizo posible una secuela, superior incluso a la original y todavía más taquillera, pero que en España se estrenó directa a DVD bajo el lamentable título de 'Los amos de la noticia'.
Coescrita junto a Adam McKay. 'El reportero: La leyenda de Ron Burgundy' supuso su primera colaboración con el director de 'La gran apuesta' y el inicio de una exitosa relación artística. Además de crear a un personaje tan memorable como Ron Burgundy, rodearlo de un reparto perfecto e inventar la genial idea de una batalla de periodistas, hay algo profundamente valioso en ambas y es su capacidad para afrontar desde el humor y la distancia temporal de su ambientación una feroz crítica al sensacionalismo, del mismo modo que abre la herida sobre temas todavía conflictivos para la sociedad. En primer lugar, y esta será una constante desde entonces en su filmografía, desmonta la masculinidad de su personaje constantemente, y en ambas películas lo hace abordando conflictos como el machismo y el racismo inherentes a la tradicional sociedad norteamericana, representada en este presentador de lustroso bigote y escaso CI que no puede evitar despedir cada informativo sin recordarle al espectador aquello de Stay Classy, San Diego! O cualquier otra cosa que le pongan en el teleprompter.
Comedias deportivas: 'Pasado de vueltas', 'Patinazo a la gloria' y 'Semi-Pro'
Que Will Ferrell es un fan del deporte es un hecho. Que es todo un atleta es algo que ha intentado demostrarnos durante este tiempo y de lo que casi nos convence, llegando hasta el punto de jugar en diez equipos de la MLB de béisbol en un mismo día, hazaña registrada en el documental con fines benéficos de HBO 'Will Ferrell Takes the Field'.
Aunque con desigual resultado, su filmografía no ha sido ajena a este interés por el deporte, encarnando al piloto Ricky Bobby en 'Pasado de vueltas' (una de las sátiras más subversivas del sueño americano), al patinador artístico Chazz Michael Michaels en 'Patinazo a la gloria' (en la que ataca no pocos tópicos sobre la homosexualidad relacionados con el deporte) y a Jackie Moon, dueño y jugador de los Flint Tropics de la extinta ABA en 'Semi-Profesional: Un equipo de pelotas' (y también one hit wonder del soul, recuerden Love Me Sexy). Las tres películas tienen en común la espectacularidad visual con la que reflejan el deporte, ya sea con accidentes interminables, acrobacias imposibles o incluso con la invención del alley-oop, que en el fondo no dejan de ser la excusa idónea con la que parodiar sus convenciones narrativas y llevar la comedia al absurdo.
'Hermanos por pelotas'
Dos cuarentones compartiendo dormitorio y literas, haciéndose la vida imposible el uno al otro y a sus padres, recién casados. ¿Qué puede salir mal? Will Ferrell, John C. Reilly y Adam McKay continúan la idea de la relación fraternal de amor-odio sembrada en 'Movida en el Roxbury' para llevarla a otro nivel. Ideada por los tres y producida por Judd Apatow, 'Hermanos por pelotas' explota las dinámicas del Farrell Face-Off como ninguna otra película de su filmografía, encadenando una sucesión de disparates que, como trasfondo, proponen una llamada a la vagancia frente al liberalismo. Todo desde la comodidad de su propio barco con putas, porque no olvidemos que este es el jodido Catalina Wine Mixer y por ti volaré...
'Los otro dos'
Y llegó la crisis. La económica tras la caída de Lehman Brothers y el fraude de la venta de hipotecas, por supuesto no la creativa del dúo formado por Adam McKay y Will Ferrell, al que en esta ocasión se une Mark Wahlberg como héroe de acción, lo que alteró su rol habitual, descubriendo nuevas facetas. Ferrell es un pusilánime oficinista que no ha disparado nunca un arma y que estará obligado a poner a prueba sus dotes jugando al GTA conduciendo su Prius híbrido o haciendo de poli (aún más) malo.
Porque aunque 'Los otros dos' toma inicialmente la forma de buddy movie, con una parodia insuperable del cine de acción a costa de Dwayne Johnson y Samuel L. Jackson ("There goes my hero..."), pronto se desvela que detrás del argumento (más libérrimo y abierto a la improvisación y a los gags absurdos que nunca) hay un notable interés por sacar a relucir los crímenes financieros que condujeron al mundo a la crisis, sobre los que la película se detiene en los títulos de crédito finales y acerca de los que McKay profundizaría en la tan didáctica como corrosiva 'La gran apuesta'.
'Casa de mi padre'
Detrás de las comedias de Will Ferrell suele haber una ambición cinematográfica más inusitada de lo que aparentan. Confían en el gag visual, no se limitan al diálogo, y tratan de explotar la espectacularidad del argumento de forma humorística, normalmente ridiculizándolo. En cambio, con 'Casa de mi padre' esa búsqueda estética resulta muy diferente al resto de su filmografía, se multiplica hasta convertirse en la propuesta más ambiciosa y también más genial que haya protagonizado.
Hablamos de una revisión del western y de la telenovela que asume sus códigos hasta el punto de estar completamente interpretada en castellano, filmada en un formato panorámico (el inventado México Scope) y con un tratamiento del color muy agresivo que remite a ambos géneros. El mérito es de Matt Piedmont tras las cámaras, con el que a continuación rodaría la serie 'The Spoils of Babylon', que con el uso de maniquíes como extras, animales de cartón y un juego con la planificación y el montaje que rompe la cuarta pared constantemente, explota formas nuevas de trabajar la parodia y de reinterpretar los géneros, cobrando por momentos la forma de un filme experimental. Will Ferrell solo es un ranchero, pero se entrega al pronunciar cada palabra en castellano y se desvive por su personaje mientras el resto de la película parece desmontarse a su alrededor.
'Adopción peligrosa'
La última gran jugada de Will Ferrell fue incomprendida y pasó prácticamente desapercibida, despertando desconcierto y cierta polémica a su alrededor, aunque esa y no otra era la idea. 'Adopción peligrosa' es un telefilm, una TV movie de bajo presupuesto de la cadena Lifetime. Pero es uno protagonizado por Will Ferrell y Kristen Wiig, escrito por el guionista del SNL y 'Casa de mi padre' Andrew Steele. ¿Qué está pasando aquí? ¿Qué se les había perdido? ¿Con quién se habían endeudado?
Nada más lejos. La idea es tan simple como genial, colar a una de las cadenas con mayor audiencia del país una falso telefilm en el que el humor estuviera soterrado bajo las convenciones y los giros característicos de las producciones de sobremesa, cargadas de traumas, secuestros, crímenes y tensión de andar por casa. Salvo algún par de diálogos (la extrema preocupación del Will Ferrell por la diabetes de la hija) el guion intenta ser lo menos gracioso posible y evita romper la lógica interna. No se trata de una parodia y por eso irónicamente es una película muy divertida. Ver a Kristen Wiig y Will Ferrell protagonizar un telefilm es una conquista y un ejercicio cómico tremendamente arriesgado, pues el humor no se verbaliza, sino que pertenece al espectador activo capaz de detectar lo absurdo de la propuesta. Por azares del destino, la película se emitió en la sobremesa de Telecinco, llegando a ser trending topic en España y confirmando la maestría de la propuesta, capaz de cruzar fronteras sin que ningún alto directivo o jefe de programación se de cuenta.