Will Smith ha cumplido su promesa. Si a finales del mes de julio nos hacíamos eco de que el actor que se dio a conocer por su participación en 'El príncipe de Bel-Air' haría puenting desde un helicóptero para celebrar su 50 cumpleaños, el momento llegaba este 25 de septiembre.
Will Smith lo hace todo a lo grande, y en este reto propuesto por los creadores de la cuenta de YouTube Yes Theory el intérprete puso la condición de hacerlo sobrevolando el Gran Cañón y por una buena causa, asociándose con Global Citizen para recaudar dinero destinado a fines educativos. El salto, además, se retransmitió en directo a través su cuenta de YouTube, y podéis verlo a continuación.
Will Smith superó el reto con éxito ante la mirada de diferentes fans que no quisieron perderse la hazaña del actor, que a lo largo del día publicó diferentes fotografías en Instagram, avisando a sus más de 22 millones de seguidores de lo que estaba a punto de ocurrir. "Seis meses de proceso" era el mensaje que acompañaba a la selfie con los chicos de Yes Theory y "Mi equipo dándome apoyo en mis grandes 5-0" fue la frase que aparecía junto a una foto con su familia.
La felicitación de su mujer
Jada Pinkett Smith también aprovechó la ocasión para felicitar a su marido a través de las redes sociales, publicando un vídeo con un montaje de Will Smith sobrevolando el Gran Cañón: "Esto es lo que más me gusta de que cumplas 50 años, estás volando alto en tu libertad y tienes una felicidad más auténtica de la que te he visto tener nunca. ¡Te lo mereces todo! ¡Sigue volando y sigue siendo tú! ¡Feliz Cumpleaños Willard! ¡Haces que los 50 se vean bien!"
Películas con las que Will Smith intentó ganar un Oscar
'En busca de la felicidad'
Pese a que el dúo padre e hijo Smith ha terminado resultando uno de los espectáculos de marketing más descarados y bochornosos de los últimos años, este primer encuentro entre ambos contenía el suficiente número de virtudes como para dejar crecer el optimismo. El biopic sobre Chris Gardner continúa siendo uno de los reflejos más emocionantes sobre la relación entre un padre y un hijo obligados a sobrevivir en medio de la pobreza y la claustrofobia que esconden los baños públicos como única habitación. Una película que, pese a abusar del subrayado en alguna ocasión, sigue siendo una apuesta segura y podría haber servido perfectamente para que Will Smith consiguiera su ansiado Oscar. Y con justicia.
'La verdad duele'
¿Una oportunidad de interpretar a un neuropatólogo forense que descubrió el síndrome postconmoción cerebral que tanto daño causó a numerosos jugadores de fútbol americano, provocando incluso el suicidio de muchas estrellas de la liga NFL afectadas por él? Maldita sea, sí. Pero no. Sobre el papel, Will Smith tenía la oportunidad perfecta para, al fin, volver a entregar una interpretación dramática a la altura tras los esperpentos de 'After Earth' y 'Cuento de invierno', pero el resultado final, sin llegar a ese nivel de desastre, tampoco salió del territorio de la decepción.
El principal problema de 'La verdad duele' es que es aburrida. Muy aburrida. Aburridísima. Un error al que se suma la sensación constante de que la película se cree mejor de lo que es, comportándose en consecuencia. Smith, por su parte, recurre a sus gestos más manidos y evidentes cuando está interpretando un papel 'serio'. Apesadumbrado, desorientado, conmovido, perdido y, finalmente, alumbrado por la fortuna. Lo hemos visto antes y mejor.
'Belleza oculta'
'Belleza oculta', una de las peores películas de 2016, sirvió para dos cosas. La primera, comprobar cómo los sucesivos intentos de Will Smith por conseguir un Oscar son cada vez peores, y la segunda, descubrir que tiene muy buenos amigos dentro de la industria. Los mejores.
Y es que, sigue siendo inconcebible que tres gigantes de la talla de Kate Winslet, Edward Norton y Helen Mirren decidieran participar en este horroroso cuento de navidad infectado por la ñoñería y la autoayuda más irritable. Para que se entienda mejor, 'Escuadrón Suicida' fue la película buena que estrenó Smith hace dos años. Ese nivel. El último y más lamentable intento del actor por ganar la estatuilla.
'Siete almas'
Tras los éxitos de crítica y público conseguidos con 'Soy leyenda', Will Smith volvía a lanzarse de lleno al melodrama con 'Siete almas', de nuevo bajo la dirección de Gabriele Muccino ('En busca de la felicidad'). Sin embargo, todo lo que salió bien en la primera colaboración entre el actor y el cineasta, se convertía aquí en desastre mayúsculo.
Con una trama que no tenía ni pies ni cabeza, una cantidad de almíbar insoportable y, sobre todo, una resolución de llevarse las manos a la cabeza, 'Siete almas' continúa siendo un ejemplo casi perfecto de ese cine manipulador y exhibicionista que es capaz de todo para conseguir arrancar la lágrima del espectador. Por supuesto, la Academia no le hizo el menor caso, pasando por completo tanto de la película como de la interpretación de Smith, la cual tampoco tenía demasiado valor.
'Ali'
Dirigida con el pulso de hierro característico del gran Michael Mann, 'Ali', biografía del inolvidable Muhammad Ali, continúa resonando con fuerza como una de las mejores películas protagonizadas por Will Smith. Y la interpretación más memorable de toda su carrera. Entregado al máximo desde el primer minuto al último, se nota la pasión desbordante que siente el actor hacia el personaje y su historia, cargando con el peso de una película que, pese a ser algo irregular en su tramo central, atrapa e hipnotiza con una fuerza envidiable.
Un auténtico puñetazo para todos aquellos que dudaban de las capacidades dramáticas de Smith. La Academia le nominó con toda justicia, pero Denzel Washington por su labor en 'Training Day (Día de entrenamiento)' terminó llevándose el Oscar a casa.
'La leyenda de Bagger Vance'
El primer intento realmente serio de Will Smith por, primero, ser considerado algo más que un actor de comedia y, segundo, por acceder al siempre tentador universo de los Oscar, llegó de la mano de 'La leyenda de Bagger Vance', cinta dirigida por el mismísimo Robert Redford. Una amable y bienintencionada propuesta de tono y aroma clásico que, sin embargo, terminaba sumida en unas cantidades industriales de azúcar, resultando algo pesada su digestión. Afortunadamente, tanto el actor como sus principales compañeros de reparto (Matt Damon y Charlize Theron) justificaban el visionado de una película que, en lo que respecta a la carrera de premios, fue duramente ignorada. Ya empezaban las cosas mal para el bueno de Will en su búsqueda desesperada de la estatuilla.