A lo largo de toda su trayectoria, Will Smith ha tratado de hacernos llorar desde la comedia y el drama, este último, por cierto, un género en el que casi siempre las noticias resultaban más negativas que positivas. Sin embargo, otro de los terrenos en los que el actor ha hecho más hincapié, especialmente desde que se convirtió en una superestrella de Hollywood, ha sido el de la acción. Y aquí las sensaciones son más positivas.
Entendiendo que el sentido del humor es algo inseparable a Smith, nos encontramos en este especial ante un conjunto de propuestas que mezclan con desigual fortuna la carcajada y el puñetazo, la risa desenfrenada con la sexta marcha de rueda quemada y explosión a la vuelta de la esquina. No todas funcionan con la misma firmeza, pero todas ellas apuestan sin dudas al doble o nada. Una confianza basada (muy) especialmente en el carisma de su protagonista, la certeza de que Smith es capaz de levantar cualquier proyecto e historia incluso con el piloto automático encendido a su máximo nivel.
En un momento tan delicado de su trayectoria profesional, es un buen momento para redescubrir algunos de los grandes éxitos de la carrera de Will Smith, específicamente aquellos en los que se convirtió en todo un héroe de acción. El futuro es indescifrable, por supuesto, pero todo apunta a que, de repetir triunfos, el bueno de Will debería regresar a este género. Aunque solamente sea por salir del pésimo ciclo de papeles que lleva encima.
El Will Smith héroe de acción
'Bright'
La última aparición de Will Smith en el género de acción se llamaba 'Bright', la dirigía David Ayer, la escribía el polémico Max Landis y tenía la siguiente sinopsis: Ambientada en un presente alternativo donde los seres humanos, orcos, elfos y hadas han convivido desde el inicio de los tiempos, dos policías con perfiles muy distintos patrullan juntos. Uno es el humano Ward (Smith), y el otro el orco Jakoby (Joel Edgerton). Ambos inician una guardia nocturna que cambiará el futuro y el mundo que conocen. A pesar de sus diferencias personales, deberán trabajar juntos para proteger a una joven elfo y una misteriosa reliquia -una varita mágica- que, de caer en las manos equivocadas, podría destruirlo todo.
Es real.
Es absurda.
Está llena de escenas ridículas.
Tiene un primer tramo que se sumerge de lleno en la vergüenza ajena.
Los diálogos son insalvables.
Y ya tiene confirmada su secuela.
'Escuadrón Suicida'
Ya, 'Escuadrón Suicida' es una de las peores películas de la última década, una de las mayores decepciones de los últimos años y la propuesta a la que peor le sienta la muletilla de 'La ganadora de un Oscar...'. Pero, con todo, supuso un celebrado regreso de Will Smith a la acción o, al menos, a la intención de hacer vibrar a unos espectadores que, probablemente, siguen sin saber dónde meterse entre tanta escena de acción rutinaria, tanto Joker versión discoteca rancia y tantos helicópteros estrellados. No tiene demasiado mérito destacar en medio de semejante naufragio pero, oye, al menos volvimos a sonreír con Will Smith.
'Men in Black (Hombres de negro)'
No hay dos sin tres. Tras el sorprendente éxito de 'Dos policías rebeldes' y el fenómeno que supuso 'Independence Day' dentro del género del blockbuster, Will Smith consiguió el triplete perfecto con 'Men in Black', comedia de acción, otra vez, que jugaba con la ciencia ficción y proponía una puesta en escena alocada y surrealista, siempre al borde del ridículo, marca de la casa Barry Sonnenfeld.
Con la compañía de un Tommy Lee Jones que funcionó a la perfección como contrapunto contenido, Smith se apoderaba de la película desde la primera escena para no soltarla en ningún momento. Era una estrella brillando a la altura de lo esperado. ¿El resultado? La película costó 90 millones de dólares, aproximadamente. Y recaudó casi 600. ¿Las secuelas? Mejor ni citarlas.
'Hancock'
Después de 'Hitch, especialista en ligues', Will Smith consiguió una nueva nominación al Oscar gracias a su maravillosa interpretación en la muy notable 'En busca de la felicidad' y consiguió un nuevo éxito en taquilla con 'Soy leyenda', estupendo blockbuster de acción. Sin embargo, ambas propuestas compartían un dramatismo y una solemnidad que 'Hancock', su siguiente proyecto, hizo saltar por los aires.
Y es que estamos ante una comedia de acción tan extraña como interesante, que va mucho más allá de su curioso punto de partida y que, salvo ese clímax final sin demasiado sentido que solamente funciona como la versión más básica de espectáculo palomitero, sorprende por su efectividad. Una de sus películas más infravaloradas, especialmente si la comparamos con todas las que estaban por venir.
'Soy leyenda'
Tras su aplaudida interpretación, nominación al Oscar incluida, en la preciosa 'En busca de la felicidad', Will Smith tenía dos opciones, continuar esta senda de prestigio y búsqueda incesante de premios o volver a protagonizar un blockbuster con serias opciones de reventar taquillas alrededor del mundo. Escogió la segunda. Y acertó de pleno. 'Soy leyenda' supuso un nuevo éxito comercial para una estrella que, a esas alturas de su carrera, parecía imbatible. Luego llegaron los sustos, pero aquí se mantenía el estatus y el respeto casi unánime.
Una cinta que funcionaba tanto como propuesta comercial de terror moderado y tensión casi constante como historia dramática con traumas del pasado martirizando al héroe inesperado. No había nada especialmente memorable en ella, pero sería injusto no apreciar su capacidad para funcionar como entretenimiento de primera categoría.
'Yo, Robot'
Dentro de todas las películas que han presentado a Will Smith como héroe de acción, 'Yo, Robot' podría ser, perfectamente, la más infravalorada. Dirigida con altas dosis de solvencia por Alex Proyas, con una historia basada en una obra de Isaac Asimov y con unos efectos especiales que, a día de hoy, siguen manteniendo el tipo, esta vibrante aventura de ciencia ficción sigue funcionando de manera notable en su misión de mantener al espectador entretenido en todo momento. ¿Lo mejor de todo? Aquellos instantes en los que la montaña rusa futurista pisa el freno son igualmente disfrutables. Hizo menos dinero que la mayoría de títulos que aparecen en este especial, sí, pero 'Yo, Robot' es mejor que varios de ellos. Y con diferencia.
'Dos policías rebeldes'
A estas alturas de la película parece casi imposible pensar que una película de Michael Bay pueda conseguir buenas opiniones. Pero su debut en el largometraje, 'Dos policías rebeldes', tuvo un recibimiento bastante positivo por parte de una crítica que se mostró gratamente sorprendida por la efectiva combinación entre comedia disparatada y acción explosiva.
Por su parte, el público se rindió pronto ante ella, convirtiéndola en un sobresaliente taquillazo que disparó la carrera del director y elevó a Will Smith a los altares del estrellato de manera definitiva. Y estaba justificado. El actor desprendía chispa en cada escena, se merendaba a su compañero de reparto, Martin Lawrence, en cada escena y daba un golpe en la mesa dentro de la industria que resonaba como todo contundente 'aquí estoy yo'. La racha cinematográfica de Smith acababa de empezar.
'Wild Wild West'
¿Qué podemos decir de una película por la que ha tenido que pedir perdón hasta su propio protagonista? De acuerdo, las disculpas de Will Smith llegaron demasiados años tarde, pero 'Wild Wild West', terrible mezcla de western, comedia y acción, merecía un golpe tan contundente como el arrepentimiento de la superestrella que la lideró en aquel lejano verano de 1999.
Y eso que, en su momento, el cariño y la admiración que Smith despertaba en los espectadores, no olvidemos que estaba en la mejor etapa de su carrera, convirtieron a la película en un éxito de taquilla, gracias especialmente al empuje internacional, pero ya entonces la sensación era de estar ante un fracaso cinematográfico en toda regla. El tiempo no ha hecho otra cosa que agrandar la certeza.
'Enemigo público'
Ejemplo del cine comercial más característico y solvente de la década de los 90, 'Enemigo público' convence a base de entretenimiento puro y duro. Un espectáculo palomitero repleto de persecuciones, acción, disparos y giros de guion imposibles con los que el director Tony Scott se lo pasa pipa en todo momento.
Manteniendo el control siempre sobre una historia que, por fortuna, nunca termina de tomarse en serio a sí misma, el director entrega un artefacto perfecto para devorar palomitas y disfrutar de un Will Smith pletórico. Por supuesto que no es ninguna obra maestra, no lo pretende, pero 'Enemigo público' sigue siendo una montaña rusa más que efectiva.
'Independence Day'
El siguiente paso tras alcanzar el éxito mundial con 'Dos policías rebeldes' era clave para Will Smith. Por eso, el actor decidió que, antes que arriesgar, mejor era apostar por otra propuesta de acción y comedia con perspectivas de arrasar en taquilla. Y vaya si acertó. 'Independence Day' despertó la atención y el interés de millones de espectadores con la única ayuda de una escena...en la que la Casa Blanca explotaba por los aires.
Una corriente de expectativas y curiosidad que se convirtió en una realidad abrumadora tras el estreno de la película y que la terminó convirtiendo en una de las películas más taquilleras de la historia del cine. En cualquier caso, Smith se coronó a lo grande gracias a su papel de héroe clásico con ironía afilada y convincentes golpes de humor, sumando otro triunfo a su carrera.