Si hay algo de lo que peca Woody Allen en sus películas es de la poca variedad racial de sus repartos. Desde que el director comenzase su filmografía en la década de los 60 raras veces habremos visto a algún actor negro entre sus personajes, algo que le ha causado algún que otro problema de cara a la opinión pública.
Durante años, sobre el realizador ha pesado esta losa que le tacha de racista, una crítica que el pasado mes de abril reavivaba The New York Daily News. Esta publicación removía cenizas pasadas cuando aseguraba que Allen no estaba de acuerdo en incorporar actores de color a la adaptación musical de su película 'Balas sobre Broadway', a pesar de que la obra esté ambientada en el Cotton Club de Harlem.
Con la polémica en todos los medios, el director se ha pronunciado sobre estas recriminaciones, y lo ha hecho en el New York Observer, donde a pesar de sus intentos por defenderse, no parece muy dispuesto a a incorporar "más diversidad racial" en sus películas. "No se contratan actores en función de la raza, se hace en función de quién es la persona correcta para el papel. Se me acusa de no contratar actores negros, lo cual es una estupidez, solo hago lo que mejor le venga al papel. La raza o la amistad no significan nada para mí, solo pienso en lo que es adecuado para el personaje".
Y con estas contundentes declaraciones Woody se quedaba tan ancho. Sin embargo, y como él mismo afirma, no parece que sea una cuestión racial, por lo visto, este rey de la comedia no se toma su trabajo con demasiado humor y él mismo reconoce que no se lleva ni con negros ni con blancos: "Yo no tengo amigos blancos tampoco".
La magia de Allen
Toda esta polémica se originó hace unos meses, y es ahora cuando Woody Allen ha decidido contestar, coincidiendo con el reciente pase de prensa de su último trabajo 'Magic in the Moonlight' que tuvo lugar en Nueva York el pasado 17 de julio. La crítica mostró opiniones muy dispares acerca de esta cinta que no apunta maneras para convertirse en una de las obras maestras de Allen, pero de la que a nivel general se destaca especialmente la labor de sus dos protagonistas: Emma Stone y Colin Firth. La cinta llegará a los cines el 5 de diciembre, al mismo tiempo que el veterano director rueda su último trabajo, en el que para variar, parece que tampoco habrá actores negros.
