Un comienzo inolvidable

Lo que hace Salvador Calvo con su ópera prima es algo que difícilmente podremos olvidar. Retomar el momento histórico del Sitio de Baler y los últimos de Filipinas de una forma tan cercana e intensa bien le podría valer el Goya. Unos escenarios bellos y exóticos, una realización cuidada al detalle y un reparto de 10 son los ingredientes perfectos para que esta película triunfe entre todos los espectadores.

Como pega, quizás es un poco larga en extensión, la última media hora de metraje se hace un poco larga, pero la verdad es que cada plano nos está contando algo, por lo que no son de relleno. También está la música a veces demasiado exaltada sin necesidad.

Redescubrimos a Álvaro Cervantes, quien encabeza a los jóvenes soldados con una naturalidad envidiable en su interpretación. Entre los veteranos, Javier Gutiérrez interpreta al "malo" de la película de una manera magistral. Ellos y sus compañeros forman un grupo tan compacto y perfecto, que bien podrían haber sido ese grupo de soldados, asustados pero valientes, dispuestos a luchar hasta el final. Una película que merece la pena ir a ver.