Tensión y drama familiar de primera

A John Krasinski lo conocemos sobre todo por su papel de Jim Halpert en 'The Office', y últimamente también por estar casado con una de las actrices más solicitadas y aclamadas del momento, Emily Blunt. Pero Krasinski lleva tiempo intentando hacerse un hueco en Hollywood como director. Sus primeras películas pasaron sin pena ni gloria, pero la tercera, 'Un lugar tranquilo' ha dado el taquillazo, encumbrándolo como promesa del cine. Y con razón.

'Un lugar tranquilo' estuvo a punto de formar parte de la saga 'Cloverfield', y lo cierto es que viéndola salta a la vista por qué. Si en un futuro deciden fusionarla con la franquicia de J.J. Abrams, podrán hacerlo sin apenas fisuras. La película cuenta la historia de una familia que trata de sobrevivir en un mundo desolado por unas terroríficas criaturas ciegas que se guían por el sonido para cazar. Esta jugosa premisa da la oportunidad a Krasinski para jugar con el silencio y el sonido de mil maneras y realizar así un excelente ejercicio de tensión.

El film mantiene el pulso firme de principio a fin, entrelazando drama familiar con momentos de acción y escenas verdaderamente tensas y escalofriantes. Hay una en particular (la de Emily Blunt en el sótano) que hace que nos mordamos las uñas hasta los nudillos, y además, cuenta con un clímax de lo más intenso. Pero más allá del terror o la angustia que pueda provocar, la película tiene un núcleo emocional muy definido e importante que hace que nos preocupemos por los personajes y deseemos su supervivencia.

'Un lugar tranquilo' es un triunfo del cine moderno de terror, un inteligente thriller de ciencia ficción que por su combinación de terror, drama y comentario social podemos asemejar a otros títulos recientes como 'Déjame salir', 'No respires' o 'Llega de noche'. Son buenos tiempos para el género.